Dalila
Viernes
Abro los ojos y me encuentro con un gran brazo arriba de mi abdomen y una resaca de los mil demonios.
Mierda, no me acuerdo que paso ayer, cierro los ojos con fuerza intentando no entrar en pánico. Fui a la carrera de Darcy, después fuimos al bar, estuve con Breaden todo el tiempo. Pero solo recuerdo las primeras dos horas. Joder, no perdí mi virginidad con Breaden ¿o sí?
Giro la cabeza de prisa esperando no ver al moreno. Pero lo que veo es mucho peor, dejo de mirar al hombre que duerme junto a mí y me fijo debajo de las cobijas, aún tengo ropa, pero definitivamente no era la que usaba ayer, ni me la puse yo.
Joder, joder, joder, JODER
Quito su brazo despacio para que no se despierte, pero el moverlo solo hace que se aferre más a mi cintura pegándome más a él
-Un rato más- pide adormilado con voz grave que me obliga a verlo con una sonrisa embobada, tiene los ojos cerrados dejando admirar sus largas pestañas y su típica sonrisa coqueta burlona dibuja su rostro, es malditamente atractivo.
- ¿Qué haces aquí? - pregunte después de observarlo un poco mas
-Shhh, tu solo sigue contemplándome- respondió con voz grave y giré los ojos con una sonrisa
-Yo no te contemplaba, ¿Qué haces aquí Matt? -
-Tenemos un hijo, te extrañaba- respondió mirándome al fin
-Es un robot- susurre y me tapo mi boca
-Que no te escuche pensara que no lo quieres- dijo mientras se acomodaba de medio lado quedando un poco arriba de mi cuerpo
- ¿Cómo entraste aquí? –
- ¿No lo recuerdas? - negué – ayer regresamos de la fiesta, estabas muy alegre- comenzó a contar mientras pasaba sus dedos por mi clavícula- tuvimos un sexo increíble y me rogaste porque durmiera aquí
-Mientes- afirme no muy segura
- ¿Miento? No te veo convencida- susurro
-Pues si lo estoy, yo jamás ruego y menos por alguien que no me interesa ni un poco- espete y soltó una carcajada
-Eres muy sexy- dijo acercándose a mi oído
-Ya lo sé-
- ¿Contigo no se puede ganar nunca? – resoplo mirándome muy cerca de mí cara, tanto que nuestras respiraciones se mezclaban y el olor a menta de su boca invadía mis fosas nasales
- ¿Cómo entraste aquí? – repetí
-Ayer vine temprano para regresarte a nuestro bebé, pero al parecer no estabas aún, muy irresponsable por cierto ¿con quién estabas? –
-Con el padrastro del bebé- respondí burlona y me vio indignado
-No puede tener padrastro, tú y yo seguimos juntos- aclaro poniendo su mano sobre mi cuello, pero sin aplicar nada de fuerza, trague mirándolo a los ojos
-Jamás lo hemos estado, no existe un tu y yo, Matt- esta vez sí apretó su mano, pero sin lastimarme
-Ya veremos bonita- dejo de apretar y siguió antes de que pudiera contraatacar- no estabas, así que me tomé la libertad de subir con nuestro hijo a nuestra habitación, tardaste muchas horas más, me quedé dormido pero el ruido de un motor me despertó avisándome que habías llegado. Me oculte de él gorila que te trajo aquí y luego paso tu hermana a cambiarte, lavarte los dientes y la cara ¿te he dicho que eres aún más hermosa sin maquillaje? – agregó y gire los ojos divertida