Callum no podía creer lo que había permitido que su lobo le empujara a hacer. Se había apareado con Ana. No solo se había apareado con ella. Había entrado en ella hasta el punto en que podía decir que su olor estaba cambiando. Ella era bien y verdaderamente suya. Y el miedo que había tenido por el apareamiento no se encontraba en ninguna parte.
¿Dónde estaban los nervios? La angustia finalmente bloqueó su libertad y volvió a enfrentarse a su única compañera.
—Tengo una pregunta —dijo Ana mientras la llevaba al baño completo conectado a su oficina. Eso era algo que todos tenían en sus oficinas. No se molestó en preguntarle a su primo por qué había un baño completo en su oficina. Lo había usado suficientes veces después de una carrera por lo que apreciaba que estuviera allí. Ahora le gustaba poder llevar a Ana a la bañera y sentarse allí con ella.
La depositó en el borde de la bañera y la llenó con agua.
—Dime. ¿Cuál es la pregunta?
—¿Por qué me has estado evitando?
Mierda. Eso es lo último de lo que quería hablar, pero lo haría. Se lo debía. Él miró sus hermosos ojos color chocolate y vio las preguntas arremolinándose en sus profundidades. Lo último que quería era que ella se sintiera insegura con él. Él había estado encerrado el tiempo suficiente. Era hora de dejar salir el pasado y seguir adelante con su vida.
—Te quería. Sabía que no iba a ser el hombre que se apareara contigo, así que me mantuve alejado. O mejor dicho, te mantuve alejada.
Ella parpadeó y frunció los labios pensando. Él la ayudó a subir al agua tibia del baño y la siguió, sentándose frente a ella. Sus pechos se balanceaban justo en la línea de agua, mostrándole una ojeada de sus pezones con cada uno de sus movimientos.
—¿Pero de repente cambiaste de opinión acerca de mí?
—No quería una compañera —dijo honestamente—. Sé lo engañosa que puede ser la gente.
Sus cejas se alzaron con interés.
—¿Qué quieres decir? Nunca me he apareado. Me he mantenido alejada de eso porque me gusta viajar y hacer las cosas a mi manera. La mayoría de los machos alfa no pueden manejar eso.
Él asintió bruscamente.
—Estuve apareado una vez.
Ella jadeó.
—¿Tú qué?
—No fue como esta noche. No había una conexión intensa con sentimientos de pertenencia juntos. Ella y yo tuvimos sexo y dejamos que el animal controlara las cosas. Ella me mordió y eso me empujó a morderla en respuesta. Desencadenó una cadena de eventos que no quería. Al final nos unimos pero apenas nos conocíamos.
Ella se mordió el labio y frunció el ceño. Él sabía lo que ella estaba pensando. Apenas se conocían tampoco. Pero las cosas con ellos habían sido diferentes. Con María, su instinto había sido alejarse de ella una vez que la había mordido. Pero lo había ignorado para cumplir con su deber. Él no debería haberlo hecho.
—¿Qué pasó?
—Aparentemente estaba emparejada con algunos otros.
Ella parpadeó con los ojos muy abiertos hacia él.
—¿Es eso siquiera posible?
Callum asintió.
—Ella nos había mentido a todos nosotros. Nos contó que su anterior compañero estaba muerto. Uno de los hombres con los que se cruzó no tomó con amabilidad sus juegos y la mató.
—¡Oh Dios mío! Lo siento mucho.
Sacudió la cabeza.
—No quise otra compañera después de eso —dijo él, clavándola con su mirada—. El sexo está muy bien, pero no quería volver a vivir algo así de nuevo.
Ella lamió sus deliciosos labios rosados y se aclaró la garganta.
—¿Qué te parece ahora?
Él sonrió. Era hermosa con sus sonrisas atractivas y sus curvas que hacían agua la boca, pero eso no fue lo que lo llevó a ella. Sus grandes e inocentes miradas lo hicieron entrar. Él sabía que esa era la verdadera ella. Sus ojos le dijeron todo lo que necesitaba saber y era que no jugaría juegos.
—Ahora —se inclinó hacia delante y la atrajo hacia él, hasta que ella lo estaba montando a horcajadas en la amplia bañera—, nos conoceremos mejor mientras beso cada hermoso centímetro de piel de tu cuerpo.
Ella colocó sus brazos alrededor de su cuello y lo miró por un momento.
—Tenía miedo de creer que pudiéramos tener algo real. Somos tan diferentes. Ugh, somos especies diferentes. Pero algo me dice que esto es tan correcto.
—Confía en tu instinto, gatita. Nunca te guiará mal. —Él se quedó mirando sus labios. Joder, quería besarla y follarla de nuevo. Sabía que eso no cambiaría por mucho tiempo, si es que alguna vez lo haría.
—Lo haré. Tengo una petición —dijo ella suavemente, sus pechos rozándole el suyo.
Su mente estaba centrada únicamente en el sexo, pero sabía que esto era importante. Entonces él podría tomarla de todas las formas posibles otra vez. Antes de que la llevara a su casa. Ella era suya ahora.
—¿Qué es?
Ella rozó sus labios sobre los de él.
—Vamos a tratar de hacer que esto funcione, ¿de acuerdo?
Él asintió, acercando su cabeza a la de él para un beso más profundo.
—Lo tomaremos un día a la vez.
Eso sonaba muy bien. Un día a la vez con el lobo que su gato quería. ¿Quién hubiera sabido que los gatos y los lobos pueden jugar bien juntos?
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𝒜𝓅𝒶𝓇𝑒𝒶𝒹𝒶 𝓅𝑜𝓇 𝒩𝒾𝑔𝒽𝓉-𝑀𝒾𝓁𝓁𝓎 𝒯𝒶𝒾𝒹𝑒𝓃
Paranormal¡Una tigresa BBW1 y un lobo buenísimo calientan las sábanas en esta historia sexy! Se suponía que iba a ser una noche. Sin cadenas. Sin nombres. Solo sexo. Valentina Cruz es una mujer sexy y con curvas que tiene un nuevo trabajo gracias a su hermana...