Notas de Amor ©

Capítulo 8 "Recital"

Llegó a su clase comenzando a ensayar de inmediato, ya le salía un poco mejor la pieza y estaba por comenzar con la otra.

−Vas muy bien Gaby−le dijo Victoria−, pero me gustaría ensayar contigo un día más a la semana.

− ¿Qué día?

−El que tú me digas, solo que no sea domingo.

− ¿Los sábados puedes?

−Sí, pero no sería aquí en la academia.

−Puede ser en mi casa−sugirió, pero recordó la presencia de Constanza−, o en la tuya, queda cerca ¿No?

−Si tu papá no tiene problema claro, eres bienvenida−lo que menos quería en esos momentos era pararse en la casa de Samuel.

−Al rato le digo.

Samuel aceptó ya que la casa de Victoria estaba bastante cerca, la acompañó de todos modos, así tenía pretexto para verla.

−Aquí es−dijo en cuanto estuvieron la puerta trasera.

−Es una casa bonita−Gaby admiró todo a su alrededor.

−También por dentro lo es−sonrió−, toca entonces.

Victoria salió un par de minutos después recibiéndolos, como siempre, con una hermosa sonrisa.

−Hola−saludó a ambos pero evitando un poco la mirada de Samuel.

− ¿Entonces hoy solo será una hora?−preguntó tratando de controlar sus impulsos de acercarse más.

−Sí−asintió−, estos días serán para enfocarnos en las piezas que tocará en el recital.

−Está bien, entonces regreso en un rato.

−Claro.

El ensayo fue bastante productivo y lograron avanzar un poco más, el tiempo se pasó rápidamente, salieron a la playa donde Samuel ya la esperaba.

−Listo pa−escuchó a sus espaldas girándose de inmediato.

− ¿Cómo les fue?−preguntó viendo a Victoria.

−Bien, ya casi le sale a la perfección.

−Qué bueno−sonrió−, pues vámonos hija.

−Sí−asintió−, oh espera, creo que dejé mi celular allá adentro.

Entró corriendo dejándolos solos, se quedaron en silencio pero con un notable nerviosismo. Su cabello cayendo por sus hombros descubiertos gracias al vestido strapple que ese día usaba, sus labios entreabiertos incitándolo a besarlos, y esos ojos que se habían clavado en lo más profundo de su ser, verla sin poder tocarla era un martirio, debía decir algo o perdería la cabeza.

− ¿Tú también tocarás en el recital?

−Sí, al final del evento tocaremos los instructores.

−Será bueno oírte más en forma.

−Debo confesar que estoy algo nerviosa−se mordió el labio inferior−, hace un buen tiempo que no me subo a un escenario.

−Pero tocarás de maravilla, estoy seguro−no lo pudo evitar y tomó un mechón de su cabello colocándolo detrás de su oreja.

−Gracias−sonrió nerviosa estremeciéndose con ese pequeño roce.

Gaby regresó por lo que se retiraron caminando por la playa, se quedó ahí hasta que los perdió de vista, entonces dejó caer sus lágrimas, añoraba tanto sus besos y sus caricias, entró a casa subiendo a su habitación para entrar a la ducha y tratar de relajarse, lo necesitaba.