Notas de Amor ©

Capítulo 13 "Inesperado"

Viajaron a la Ciudad de México ya que sería el cumpleaños dieciocho de Alexa y le habían organizado una fiesta por ello, llegaron al hotel donde se hospedarían para alistarse, tuvo que bajar a la tienda del hotel a comprar algo que habían olvidado en casa, iba saliendo cuando se la encontró de frente.

−Samuel−dijo la mujer−, hola.
−Hola Constanza−saludó viendo su ya abultado vientre.
−Qué sorpresa verte ¿Viaje de trabajo?
−No, es cumpleaños de mi sobrina.
−Oh vaya, ¿Y tu novia?−preguntó viendo a su alrededor.
−Ya no es mi novia…
− ¿Terminaron?−fingió tristeza− de verdad lo siento, supongo que…
−No, no−interrumpió−, es que nos casamos.
− ¿Ah sí?−eso la sorprendió− ¿Te casaste?
−Claro−se encogió de hombros−, era lógico que pasaría.
− ¿Y el bebé?−se acarició el vientre.
−Ya te lo dije, si es mi hijo me haré responsable.
−Pero nosotros…
−Constanza−interrumpió de nuevo−, no hay ni habrá un nosotros, yo soy y seré feliz con mi esposa y tú encontrarás a alguien más.
−Samuel…
−Qué bueno que estés bien, ahora me voy.

Se quedó cerca viéndolos salir del hotel un rato después en compañía del niño que recordaba era hijo de Victoria, y Gabriela, debía admitir que realmente se veían felices, tal vez Samuel tenía razón, lo que ella tenía era capricho, siempre había querido casarse con alguien exitoso, que le diera estatus y la vida que tanto deseaba, un hombre como Samuel, pero realmente no lo amaba, le atraía físicamente, sí, tenía lo que ella buscaba y habían tenido sexo maravilloso, pero no había nada más, Elías tenía las mismas características, pero hasta donde sabía, se había ido de la ciudad después de su divorcio, también sabía que Samuel no la amó realmente, se notaba que ahora sí estaba enamorado y sin saber por qué eso la hizo sonreír, suspiró y salió de ahí, sí, estaba segura de que algún día conocería a alguien de quien se enamoraría de verdad y viceversa, entonces sería completamente feliz.

La fiesta estuvo de maravilla y ellos se la pasaron de la misma manera, era la primera fiesta familiar a la que asistían desde la boda.
Decidió no decirle nada sobre su encuentro con Constanza y esperaba que su ex novia hiciera caso a sus palabras, regresaron al hotel pasada la media noche, recostó a Erick quien se había quedado profundamente dormido en el taxi, verlo le daba una tranquilidad y felicidad absoluta, ver lo feliz que Victoria estaba al tenerlo con ella, la felicidad del niño por lo mismo, además, de que más de una vez había mencionado que le gustaba tener una hermana como Gaby, y a alguien como él de quien aprendía mucho sobre construcción. Habían terminado de armar sus edificios y puentes de nuevo y Samuel había instalado un estante especial para ellos, planeaban comenzar a construir nuevos pronto y eso lo mantenía muy emocionado.
Por su lado, Gaby seguía avanzando bastante bien con el violín, estaba a punto de terminar el primer libro y eso la motivaba a seguir adelante, además, ahora que vivían en la misma casa las lecciones le salían más rápido pues Victoria ensayaba junto con ella, le gustaba mucho escucharla tocando, era hipnotizante y relajante, y qué decir de escucharla cantando en cualquier momento, sus vidas eran mucho más alegres ahora, por supuesto no había dejado de asistir a la academia, le gustaba estar ahí, así que seguía yendo a sus clases normales, y bueno, más de una vez se encontraba ahí con su padre y Erick. La construcción de las nuevas áreas iba rápido y eso le daba gusto, ya había visto entrar a los aspirantes a nuevos instructores, algunos más buenos que otros pero con muchas ganas de trabajar ahí, esperaba poder ver la obra terminada antes de volver a Guadalajara con su madre.

Esa noche habló con ella contándole todo lo que había pasado desde su regreso a Japón. Le daba mucho gusto y tranquilidad saber que su hija era feliz viviendo con su padre, al principio tenía muchas dudas y más de una vez pensó en dejar todo y volver con ella, pero no, Samuel y Gaby también se merecían la oportunidad de conocerse, y a lo que sabía, les estaba yendo muy bien, además, ahora que se había casado con Victoria se sentía mucho más tranquila pues sabía que era una extraordinaria mujer, y qué decir del pequeño Erick, se había ganado por completo su corazón, y a lo que había notado, también el de Samuel, estaba casi segura de que no tardarían mucho en tener un bebé, sabía las ganas que tenía su amigo por ser padre con Victoria, y ella le había comentado lo mismo el día anterior a la boda.
Ella también tenía algo muy importante que decirle a su hija, sabía que la pondría feliz, y conociéndolo, también a Samuel, su relación con Noel iba cada vez mejor, y la noticia de su traslado laboral a México la había hecho saltar de emoción.