Capítulo 4.

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La puerta del almacén se cerró de golpe y escuché los sonidos de lucha de alguien tratando de liberarse.

–¿Derek?– Pregunté, mirando vacilante a la vuelta de la esquina. Isaac y Erica estaban sujetando a alguien en el suelo.

–¿Qué está sucediendo?– Exigí, corriendo rápidamente hacia ambos Betas. –¿Jackson?–

–¿Qué te pasó la noche de luna llena?– Derek cuestionó.

–¿Qué? Nada. No pasó nada– Respondió Jackson, luciendo completa y absolutamente confundido.

–Estás mintiendo.– Dijo Derek.

–No, espera. Puedo, puedo probarlo. Me grabé.–

Isaac soltó una carcajada. –¿Te grabaste a ti mismo?–

–Sí. Era la luna llena. Y tal vez mientras estabas acurrucado en la esquina teniendo una crisis existencial por convertirte en un monstruo, yo me estaba preparando para el llamado regalo que tu gran y malo Alfa me prometió, y qué obtuve ? Ninguna cosa–

Miré entre Derek y Jackson. Podía escuchar los latidos del corazón de Jackson todo el tiempo. Fue estable.

–¿Quieres pruebas? Déjame ver el video–

–No. No, tengo una mejor idea– Derek sonrió.

–¿Qué estás haciendo?– Yo pregunté. Derek me ignoró, agarró un espejo con una sustancia líquida y comenzó a acercarlo. –Derek, no.–

–¿Que es eso?– Preguntó Jackson.

Isaac y Erica le echaron la cabeza hacia atrás y le abrieron la boca. Derek sostuvo el espejo sobre su boca.

–Sabes, Jackson, siempre has sido una especie de serpiente y todo el mundo sabe que una serpiente no puede ser envenenada por su propio veneno–

–¡Espera!– Quejé.

El veneno cayó en la boca de Jackson e Isaac y Erica lo dejaron ir cuando comenzó a ahogarse. Finalmente, dejó de moverse y se quedó allí, con los ojos sin vida.

Derek suspiró. –Sigues siendo una serpiente, Jackson, pero no la que estamos buscando.–

Mi hermano empezó a alejarse, seguido por Erica.

Hice una pausa, queriendo ver si Jackson estaba bien. Sin embargo, vi a Isaac inclinado a su lado.

–Todavía vas a tener que hacer una cosa más por nosotros. Bueno, en realidad, por mí.–

Se puso de pie de nuevo y se dio la vuelta, dándome una sonrisa de suficiencia que quería borrar de su rostro.

Lo agarré por la camisa antes de que pudiera pasar. –Si tocas a otra persona inocente de nuevo...–

–¿Harás qué? Romperme el brazo de nuevo.– Se rió entre dientes. –Me gustaría verte intentarlo.–

~

–¿Jackson?– Dije cuando lo noté doblando la esquina. –¡Jackson!–

–Aléjate de mí.– Espetó.

–Jackson, ¿Puedo explicarlo?–

–No vuelvas a acercarte a mí nunca más.– Se echó la mochila al hombro y se fue a la siguiente clase, que resultó ser la misma que la mía.

Divertido.

Suspiré y me dirigí al salón de clases tomando asiento al lado de Stiles, quien asintió y sonrió antes de volver su atención al entrenador.

¹Fallen. - Isaac LaheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora