¹Fallen. - Isaac Lahey

Capítulo 5.

Casi había llegado a la puerta principal cuando escuché la voz de Derek.

–¿A dónde vas?–

Suspiré y me di la vuelta. –Fuera.–

–¿Dónde?–

–Como si te importara.–

–Shay...–

–No, Derek. Simplemente no lo hagas.– Abrí la puerta, salí y luego la cerré de golpe.

Las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, pero rápidamente parpadeé.

Saqué mi teléfono de mi bolsillo y verifiqué si Scott y Stiles tenían alguna actualización sobre Jackson.

Cuando no vi ningún mensaje, bloqueé mi teléfono y estaba a punto de guardarlo en mi bolsillo cuando comenzó a sonar.

–¿Hola?–

–Shay, tienes que venir al bosque.– Dijo Stiles.

–Oh Dios mío, ¿Qué has hecho?–

–Nada nada.–

–Stiles.– Espeté.

–Solo ven aquí lo más rápido que puedas, ¿De acuerdo?–

–¡Stiles!– Grité.

Se escuchó un pitido al final de la línea que indicaba que había colgado.

Voy a matarlo.

~

–Te puse esos pantalones, ¿De acuerdo, amigo? Una pierna a la vez. Estar de cerca y en persona con tu basura no fue exactamente lo más destacado de mi día. Así que no creas que esto tampoco es divertido para mí.– Escuché a Stiles decirle a Jackson mientras abría la camioneta.

–¿Sabes que en realidad te estamos haciendo un favor?– Dije mientras entré.

–¿Esto me está haciendo un favor?– Preguntó.

–Sí. Estás dañando a gente.– Respondí.

–Hasta la muerte.– Añadió Stiles.

Suspiré. –Sí. Y hasta que sepamos cómo detenerte, te quedarás aquí.–

–¿Ahora quieres el jamón y queso, o el de pavo?– Stiles le tendió dos sándwiches.

–¿De verdad crees que mis padres no me buscarán?– Jackson cuestionó.

Stiles sacó el teléfono de alguien, supongo que es Jacksons, y mostró un mensaje de texto. –Uh, bueno, no si no creen que algo anda mal.–

–¿Escamas?– Jackson arqueó las cejas.

–No, más como un reptil.– Dije apoyando mi cabeza contra el costado de la camioneta.

–Um, y, eh, tus garras tienen este líquido que paraliza a la gente.– Informó Stiles.

–Ooh, y tienes cola.– Agregué.

–¿Tengo cola?–

–Sí, tienes cola.– Se rió Stiles.

–Mm. ¿Hace algo?–

–No, que yo sepa.– Respondió Stiles.

–¿Puedo usarlo para estrangularte?–

Stiles parecía alarmado y me reí entre dientes.

–¿Todavía no nos crees? Está bien. La noche del partido de semifinales, ¿Qué hiciste justo después?– Yo pregunté.