Tutorial || Nakahara Chūya × Reader ©

✘ Pᴀsᴏ 9 ✘

"Paso 9: Cuídala ¡Hazla sentir que está segura contigo!"

— "Ella está resfriada, se quedo en casa" — Explicó Gin a su senpai sobre la ausencia de la chica, alzando una hoja. — "Pensábamos en ir a visitarla ¿quieres venir senpai?" —

— ¡Ven con nosotros senpai, ella se alegrara de verte! — Aseguró Tachihara alzando un pulgar.

Hizo una mueca y luego negó a la oferta. — Yo no voy a ir. —

...

— ¡Terminé viniendo! — Se quejó mentalmente mirando a sus kōhais que estaban al frente. — ¿¡Qué hace el aquí!? — Miró histérico al chico de pelo café que los estaba acompañando.

— ¡No me mires así Chūya! ¡Yo también me preocupo por mi pequeña kōhai! — Se defendió Dazai abrazándose a si mismo. — Además si me infectó probablemente me pueda morir. — Pensó emocionado en voz alta.

Lo miró con asco y simplemente lo ignoró dejando que divague en sus pensamientos suicidas. ⚠ No se enfermen a propósito niños. ⚠

Cuando llegaron a casa de la chica, la única chica en el grupo tocó la puerta y pasado un rato abrió una amable señora.

— ¿Se les ofrece algo? —

— ¡Venimos a ver a ____-san! — Tomó la palabra Tachihara, hablando con lo que parecía, ser la madre de la chica.

— ¡Vaya, parece que tiene muchos amigos! Me alegra demasiado. — Sonrió orgullosa, dejando pasar a los chicos. — ¿Sus nombres? — Preguntó refiriéndose a Chūya y Dazai que era la primera vez que iban a su casa con la madre presente.

— Nakahara Chūya. —

— Dazai Osamu, ¿y su nombre bella dama? — Preguntó devuelta tomando la mano de la madre. Pero antes de que hiciera alguna estupidez - otra - Chūya lo golpeó en la cabeza y se lo llevó arrastrando.

— "Con permiso" — Mostró Gin haciendo una reverencia y siguiendo a sus senpais al cuarto de la chica.

— ¿Chūya como te sabes el camino a su cuarto?  — Se burló Dazai cubriéndose su boca aún siendo arrastrado.

Se congeló, parando de caminar y lo tiró definitivamente, empezando a patearlo haciendo que ruede a la puerta de la chica. — ¡No es tu asunto idiota! —

Entre las risas de Dazai, las quejas de Chūya y los otros dos, no se dieron cuenta de cuando la chica abrió la puerta mirando todo ese espectáculo.

— ¿Qué demonios están haciendo? — Preguntó confundida mirando a sus senpais y a sus compañeros, con la voz ronca y sus ojos a medio cerrar.

Dazai se levantó rápidamente y se ocultó detrás de ella abrazándola para que lo proteja. — ¡____-chan, Chūya me esta molestando! — Acusó señalándolo mientras lloraba dramáticamente.

Se quedó petrificado en su lugar, imaginando las cosas que podría decir su kōhai. — ¿Eh? ¿Chūya-senpai hizo eso? que asco. —

Sin embargo antes de que alguna de esas fantasías se hicieran realidad se escuchó un fuerte golpe seco. Todos voltearon hacia bajo, encontrando a la chica en el piso tirada con la respiración agitada y las mejillas rojas.

— ¡No te mueras, llévame contigo ____-chan! — Dijo histérico Dazai tomándola por los hombros y sacudiéndola.

— ¡Deja de sacudirla y llévala a la cama! — Gritó Tachihara señalando a la chica.

Gin se disculpó con la madre de la chica, que se había asomado al escuchar todo el ajetreo, para después mojar una toalla y ponerla en la frente de la chica que ya estaba en su cama. 

Ahora los dos mayores estaban sentados en el piso mirando hacia abajo como perros regañados, ya que justamente eso estaba haciendo Gin; regañarlos, aunque claro, con demasiadas hojas.

...

Pasados unos cuantos minutos de estar cuidando a la chica, y de cuidar que Dazai no haga ninguna estupidez, decidieron que era hora de irse. Además de que tenían que dejarla descansar.

Cuando Chūya se estaba parando para irse, sintió un leve tirón de su camisa. Volteó a ver junto con los demás y pudieron ver a la paciente con los ojos levemente abiertos tapándose hasta la mitad de la cara con la sabana.

— No te vayas... — Pidió en un susurro, haciendo que Dazai lo mire burlonamente.

— ¡Chūya deberías quedarte, nosotros ya nos vamos! ¡Qué te mejores mi pequeña kōhai! — Dijo, y empezó a empujar a los otros dos fuera de la habitación, cerrándola.

Y así, se quedaron los dos chicos en ese cuarto perteneciente a la chica, con ella enferma y el chico sin saber que hacer, parado a un lado de la cama donde reposaba su querida kōhai.  

Atrajo una silla y se sentó cerca de la chica, mirando como luchaba por quedarse despierta. Acercó lentamente su mano y la posó con calma en su cabello empezando a acariciarlo cariñosamente.

En el momento que se dio cuenta de lo que estaba haciendo se sonrojó furiosamente y la hubiera separado sino fuera porque la chica se le adelantó y la mantuvo en su lugar. — Me gusta... s — Dijo bajando casi por completo la voz en la ultima letra.

Sin tener en cuenta la existencia la ultima letra dicha por la chica siguió acariciándole el pelo, haciendo que se relaje por completo y se quede dormida. Era como acariciar un gato.

Paso 9: Completado ¡Nyan!