Efecto colateral [HongHwa]

I

Normalmente, los pasillos del hospital eran luminosos, puros y amplios, el olor del cloro y materiales esterilizados inundaba las fosas nasales, causando un escalofrío; pero durante la noche el hospital adquiría una penumbra lastimera, de la nada el lugar se reducía y la oscuridad abrazaba los rincones, a pesar de parecer atemorizante, Seonghwa podía caminar cómodamente, una habilidad de los enfermeros nocturnos que los acostumbrados a la luz envidiaban. Sacudió sus ropas antes de pasar con la jefa de enfermeras y entregar los papeles del último paciente a su cargo, la mujer los recibió sin decir una palabra, lo miró por sobre los lentes pequeños recostados en el puente de la nariz y asintió, Seonghwa dio una leve reverencia y se retiró a la recepción del hospital. 

-¿Terminando turno?- Seonghwa le sonrió a la recepcionista, Chungha, una chica bellísima y amable con la que hablaba frecuentemente. 

-Pedí cambio, mañana tengo algunos pendientes que atender- dijo firmando su salida, ella lanzó una risa juguetona y lo miró con curiosidad. 

-¿Una cita o un pendiente serio?- se sonrojó por la expresión pícara de Chungha y sacó su celular del bolsillo para revisar sus mensajes, leyó rápidamente el último que había recibido y miró a la recepcionista con una sonrisa amplia. Ella hizo un puchero para ocultar su sonrisa. 

-Quisiera responderte, pero llegaron por mi, nos vemos- ella asintió y Seonghwa tomó su mochila que anteriormente una de sus compañeras había dejado en la recepción pues sabían que se iría primero. Se despidió de los guardias y vio a uno de sus compañeros llegar corriendo, lo miró extrañado y el chico se detuvo respirando agitadamente. 

-Hola Hwa… uff, ¿ya te vas?- preguntó con la voz entrecortada tratando de recuperar el aliento, Seonghwa asintió y le tomó del hombro para calmarlo. 

-¿Por qué vienes corriendo? Tú tienes turno en la mañana, ¿por qué regresaste, Seoho?- el chico inhaló profundo para erigirse y hablar cara a cara con su compañero. 

-La jefa me pidió reemplazar a una de las chicas de ala norte- Seonghwa enarcó una ceja, el ala norte desde hacía días que estaba siendo monitoreada por agentes de policía y el acceso a esa ala era restringido para ciertos miembros del hospital, de su equipo de enfermeros, solo la jefa podía acceder. Seoho pareció prever su curiosidad y se acercó un poco más para susurrar. 

-La jefa de enfermeras de mi turno me recomendó para el ala norte, por eso me llamaron, dicen que quieren mantener al mínimo el número de enfermeros y doctores en esa área- Seonghwa asintió, nunca se les informó la razón, pero el ala fue evacuada una mañana antes de que abrieran las consultas y empezaran los monitoreos.
 
-¿Sabes por qué?- le susurró sintiendo la mirada del guardia sobre ellos, Seoho se sacudió incómodo y jaló su cabello hacia atrás para disimular su nerviosismo. Seonghwa se mordió el labio, una extraña pesadez se instaló entre ellos, como si hablar del tema incluso en confidencialidad los pusiera en evidencia. 

-La jefa me dijo que no hiciera preguntas, pero escuché de un doctor que al parecer están atendiendo a una persona que la policía necesita, nadie sabe si es un agente, un delincuente o qué- dieron un respingo cuando escucharon un claxon, Seonghwa miró a todos lados hasta encontrar la camioneta de su novia esperándolo. Seoho la reconoció también y le dio unas palmadas en el hombro antes de irse corriendo para entrar al hospital. Aun con la sensación de ser observado y escuchado, caminó hasta la camioneta y subió del lado del copiloto, su novia le sonrió antes de darle un casto beso en los labios y emprender su camino al departamento de Seonghwa. 

-Lamento haberte llamado a esta hora, debes estar agotada- ella sonrió mirando el camino y negó, Seonghwa sonrió mientras la veía: aun con las ojeras su rostro se iluminaba al sonreír, el cabello revuelto en un improvisado moño la hacía ver más joven, pero algo en sus ojos delataba que era una mujer y no una jovencita de 17 años.