Me llamo Hikari y acabo de cumplir 16 años. Mis padres dijeron que esta vez me darían un regalo distinto al de los años anteriores, aunque no es que me importe. Aunque mi familia tiene mucho dinero, desde que tengo memoria no me siento a gusto con ello ni con mi vida. Casi siempre pienso que alguien llegará y cambiará la vida que llevo y que llegará ese día que pueda disfrutar mi vida siendo tal como soy.
Tengo algunas "amigas y amigos". Es obvio que están conmigo porque a veces les compro algo para comer o lo que les gusta. Hay solo una persona que nunca me ha pedido algo y que la considero mi mejor amiga: se llama Minami. No tengo nada que decir de ella además de que es una excelente persona, aunque a veces se comporte de forma extraña.
También tengo un novio al que quiero mucho. Es alto, de pelo rubio y tiene las mejores notas de su curso. Es un año mayor que yo y es la persona más amable y atenta que he conocido. Llevamos varios meses juntos.
En estos momentos me dirijo a la oficina de mi padre, mientras pienso de que me querría hablar. Lo más probable es que sea por lo de mi regalo de cumpleaños. Al llegar toco la puerta y abro.
~ Permiso –le digo–. ¿Para qué me llamaste?
~ Es por lo de tu regalo de cumpleaños. Quiero que me acompañes a la entrada. Ya debería haber llegado.
Fuimos a la entrada de la casa, o debería decir mansión, y lo que veo es a un chico de unos 18 años que estaba vestido formalmente al lado de la puerta.
~Buenos días señorita Hikari –me dice sonriendo.
~ ¿Quién se supone que es él? –le susurro a mi padre en el oído y bastante sorprendida. Era un chico alto, de ojos negros y el pelo era un café bastante raro. Puede que no sea tan lindo como mi novio pero no se quedaba atrás.
~ Hija, él será tu nuevo mayordomo y te ayudará en lo que le pidas. Ya tendrán tiempo para conocerse.
~ ¡¿Qué dijiste?! –eso no podía ser el regalo. Lo único que quiero es ser una chica normal y me dan un mayordomo al igual que a todas las niñas ricas.
¡Definitivamente no quiero eso!
Fui corriendo a mi habitación y cerré la puerta. Podía aceptar cualquier regalo menos ese. ¿Por qué tenia que ser un mayordomo? Lo único que venía a ni mente eran preguntas y más preguntas. Solo podía pensar en esa palabra: mayordomo.
Me acosté en mi cama frustrada. Luego vi a mi lado un block de dibujos. El dibujo es una de las cosas que más me gusta hacer y que me calma cuando me enojo o estoy triste, y esta no era la excepción. Tomé un lápiz y una goma y empecé a dibujar un lugar que vino a mi mente de cuando era pequeña.
Era primavera pero los árboles tenía hojas anaranjadas. Ese día había escapado de casa llorando porque mi mamá y mi papá me habían dicho que nos mudaríamos a una casa mucho más grande. A mi padre le había ido bien en sus negocios, por lo que nos mudaríamos a una mansión. Yo era feliz en mi antigua casa, que no tenía lujos. Nunca quise mudarme. Pasé horas en ese lugar hasta que un chico un poco mayor que yo se me acercó y me preguntó que me pasaba. Le dije todo, ya que me pareció confiable, y el me dijo que mi destino era cambiarme a esa casa porque algo bueno pasaría allí. Luego fue a dejarme a casa y él habló un poco con mi padre, aunque no recuerdo cual era el tema de su conversación. Nunca lo volví a ver, ni supe su nombre, ya que no me lo dijo. Terminé el dibujo y lo dejé sobre mi cama, cuando alguien toca la puerta.
~ Pase –le digo pensando que era una de las sirvientas.
~ Señorita Hikari, quería saber si necesitaba algo –me dijo tranquilamente... ¿el mayordomo? Ni siquiera sé su nombre. Iba a preguntarle como se llamaba cuando veo que se acerca al dibujo que había hecho y lo mira fijamente.
~ ¿Tú eres esa niña de hace ocho años atrás, cierto?
Eso me sorprendió. ¿Niña? ¿De qué niña habla?
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Un Destino con mi Mayordomo
Storie d'amoreHikari es una chica que no le gusta su vida y que quiere un cambio en ella. Sus padres le dan un "regalo" por su cumpleaños: un mayordomo. Aunque ella no lo quiere aceptar en un principio, luego de darse cuenta de que su "regalo" le parece familiar...