Si le hubieran dicho que su novio (casi futuro ex) estaría en la entrada de su propia empresa con un ramo gigante de rosas, su fachada arruinada de un hombre pudiente, la cara de sinvergüenza arrepentido, suplicando una nueva oportunidad; sinceramente no hubiese venido.
Aunque no es por él que llegaba exactamente, pero prefería ahorrarse el mal momento.
"Eres a la única que amo, no hay más. Te amo y sin ti me muero, ¡créeme!." El hombre hablaba exasperado, casi gritando por el estrés que sentía.
Se llenaba de preocupación. Ella se mostraba desinteresada en cada palabra que soltaba. Era como si la poca esperanza que llevaba consigo se lo arrancaran de un tirón, y es que era cierto.
En esta dizque relación no hubo, ni habrá futuro.
"Tan cursi. Que patético."
Quizás ella se había engañado todos estos meses. Por la manera en la que su voz salía quedaba claro que nunca sintió nada.. al menos no por él.
"No me dejes, cometí un error yㅡ"
"Dices que soy la única y me encuentras reemplazo a la primera semana de haberme ido a Brasil."
Él se quedaba corto ante ella, no la merecía.
Si, era cierto, se divirtió con un par de mujeres, no pensó ni un solo segundo en ella pero temía tanto perderla como que le amputaran el miembro. Egoísta.
La común tranquilidad y armonía que se transmitía en esos pasillos de la empresa, era reemplazaba cruelmente por la acalorada discusión que se daba en estos momentos.
HyeJin se divertía mucho con esta situación.
A la morena le convenía que todos presenciaran esta riña. Le gustaba tanto su actuación que creía fielmente en ella para esto, podría ser muy buena como una profesional.
Los trabajadores y algunos inversionistas sentían pena (muy poca), furia y vergüenza ajena ante el pobre diablo que se atrevió a verle la cara de tonta a su querida jefa.
"Eres todo lo que tengo.." a lo último que requería para no dejarla ir.
"Es claro, soy todo un banco lleno de oro para ti."
"HyeJin.."
"Todo lo que te queda es rogar por perdón. Lastima que no tenga tanto amor en los ojos por ti. Retírate, ya no tienes porqué estar aquí."
Bueno era exagerado decir amor, apenas y llevaban 1 mes y era únicamente por presión de su progenitor.
"Cambiaré, lo prometo."
"También prometiste que no me traicionarías... Es una pena que ya no crea en ti. ¡Largo!"
"¡Solo estaba jugando! ¡Ellas no significan nada!"
"Seguridad." Su paciencia cayó en un estruendoso sonido.
Tan pronto como autoritariamente lo dijo llegaron dos hombres de complexión grotesca, no había que ser un genio para dar palabra en como dos segundos esos tipos te reinician el cerebro.
Cada uno levantó con un brazo el cuerpo del bastardo. Vaya, a pesar de notarse lleno, esos osos hacían parecer lo contrario.
"¡¿Qu-Que, Que hacen?! ¡Sueltenme!"
Tanto la chica como los guardaespaldas ansiaban golpear a ese malnacido.
Sin embargo, el antiguo dueño de la empresa antes de su salida decretó que no se le tocaría ni un pelo a su yerno.