Malditas lágrimas.•
_____Hace quince años se prometió que jamás volvería derramarse líquido que surcaba su rostro en símbolo de debilidad. Tantos años que no se quebró; y vaya que resistía.
Pero ahí estaba ella, que sin importar su pasado lo amaba y trataba como si él fuera un pequeño niño al que debe cuidar y dar amor. Esa chica que se enfrentó a su familia por él.
"Nunca creí en Dios. Pero por ti me casé en una iglesia. ¿Te das cuenta del poder que tienes sobre mi?.Te amo HyeJinnie"
La delicada risa de su esposa fue lo que hizo a su corazón bombardear fuertemente contra su caja torácica y por consiguiente sonreír ante ella.
El cálido aliento de esa hermosa mujer recorrer su cuello era de sus más grandes fetiches, y la preciosa sonrisa apoderándose de ella lo hacía sentirse el ser más afortunado en el mundo.
¡Cuanto la amaba!
De algo estaba seguro y es que esta vida era muy corta para hacerle saber eso.
"Yo te amo más, Joonie.. mucho más" sus suaves labios se juntaron con los suyos y no podía sentirse más dichoso. Ella era todo.. todo.
Si, estaba mal hacerse dependiente de una persona; ella se lo dijo. Pero Ahn HyeJin era única y él se tomaría el riesgo de hacerlo con ella, así sufra.
Ojalá no hubiera dicho eso.
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"¿Vas a salir?" Un tono amenazador era el que usó para dirigirse a ella.
Por su parte la chica no se asustó o alarmó, solo asintió y se fue de la casa con una pequeña cartera en manos.
Hace tiempo, unos dos meses aproximadamente, HyeJin había comenzado a estar ausente, ni siquiera una muestra de cariño compartió con él en todo ese tiempo. Llamenlo mimado pero ella no le daba ni la más mínima atención.
Cada noche, a pesar de estar en época de verano, ella vestía ropa sofocante, no estaba dispuesta a que él viera una parte de su piel.
Cada tarde lo dejaba comiendo solo, mientras ella llegaba tarde a eso de las once y media de la noche, solamente para quedar dormida, acurrucada al filo del lado derecho de la cama; lejos de él.
Cada amanecer queriendo desde su interior despertar abrazado a ella, era todo lo contrario. Podría incluso sentir, como ella temblaba a primeras horas.
Ya surgía ese sentimiento de rencor y soledad en Kim.
Se quedaría solo, otra vez.
Para NamJoon le era tedioso ver como su querida esposa salía de la casa tres veces diarias. Él no debía desconfiar, ella era suya y jamás lo traicionaría. ¿cierto?.
Nunca faltaba el que irá con su amiga o con sus padres. Su mente comenzaba a traicionarlo también.
Él llegaría al punto de enloquecer si ella le estaba viendo la cara de estúpido, o entonces ¿Porque tuvo una disputa con su familia por él, en el pasado?
¿Simplemente, esta mostrando su verdadera cara?
¿Se arrepintió?
Ya no tenía cabeza para las dudas que se creaba inconscientemente. Se estaba volviendo un ser frívolo.
"Necesito un trago."
Y era ese el nuevo pasatiempo de Kim NamJoon, embriagarse de: ron, whisky, vodka, Tequila, vino tinto, cerveza o cualquier tipo de alcohol.