Aléjate de mi, Broflovski (Kyle&Tú)

Capítulo 3: Pequeña pero no tonta.

Y mientras el pequeño Broflovski se alejaba, con un extraño dolor en el pecho, la chica de antes empujaba a cada coche que aparecía en su camino, gritándole un "tierno" insulto.

Logró cruzar la acera, siendo piropeada de todas las formas más "desagradables" para una niña de su edad.

-Hijos de puta -mascullo su chicle con asco, el sabor ser estaba gastando.

Como su paciencia ser agotaba.

Comenzó de nuevo el camino de nieve. Suspiró.

-Piensa positivo, me decían -suspiró, soltando todo el aire que pudo por la boca, viendo como la pequeña niebla desaparecía entre formas en los copos de nieve.

Sonrió para adentro, le encantaba hacer aquello. Tenía que admitirlo, el frío tenía sus cosas buenas.

Agarró la manga de su camiseta, limpiando con fuerza sus labios.

-¡Puaj! Tuviste que besarlo, _____(TN) -pensó en voz alta, "limpiándose" el beso-. Valla pinta de pendejo -sacó la lengua, limpiándola también-. La próxima vez juro que le pego en sus genitales.

Repito; las apariencias engañan, amigos.

Siguió su camino, viendo por el rabillo del ojo como los "pervertidos" o "pajeros" para ella, mejor dicho, la miraban de arriba a abajo sin contarse. 

¡Venga ya, chaval! No me quiero imaginar que pasará cuando tenga más de 10 años, me violaran o algo.

Agitó la cabeza, aumentado el paso. Quería estar en casa, ¡ya!

Vió como un tío con cara de súper mafioso se acercaba a ella a paso rápido, con un pequeño cigarrillo en su boca.

Tragó saliva, tirando por un callejón.

Solo que un par de chicos andaban allí.

-Mierda, no hay salida -se maldijó, dispuesta a dar media vuelta.

-Valla, valla. Mira que tenemos aquí.

Se giró completamente, quedando en frente de alguien a quien no podía ver con claridad.

-No deberías estar aquí pequeña -dibujó una cínica en su patético rostro-. Mama debe estar preocupada.

-¿Qué? ¿No tienes nada mejor que hacer que dar por culo? -se cruzó de brazos, cambiando su tono de voz y borrando por completo la ternura que todos veían en ella desde que había llegado a aquel patético pueblucho.

-¡Y encima con carázter! -alzó las manos, absorbiendo el humo de su cigarrillo, para después expulsarlo por algún lado y lanzánrselo.

Lo esquivó sin ni siquiera mover un músculo, espachurrandolo entre sus manos.

-Y veo que mala también, chica linda -ahora su tono era más empalágoso.

Dió un amenazante pasó hacia ella.

-Ni se te ocurra pendejo, o pienso acabar con tu cara como he hecho con tu mierda.

Rió fuertemente, mientras las risas eran cada vez más.

Otros chicos salieron del callejón.

-Veo que eres nueva aquí, guapa.

La agarraron por los brazos, inmovilizándola.

-¿Y que le hacemos a las nuevas, chicos?

-Que aprendan la lección.

Repitieron todos al unismo, agarrando a la chica con mayor fuerza al ver que intentaba soltarse.

-¡Suéltame, capullo!

-Tránquila linda, a tí te trataré con dulzura -acercó su rostro al de ella.

El chico apestaba a alcohol. 

Rozó su mejilla, recibiendo un escupitajo de la chica en el ojo derecho.

-¡Oh! -dijo el coro de chicos.

-Prefiero morir antes de que me toques, imbécil.

Limpió la saliva de su ojo, riéndose despreciablemente.

-¿Con que esas quieres? Pues entonces, sera a las malas, tú te lo pierdes muñeca.

Alzó la mano, sonriendo de la forma mas retorcida posible.

-Pues juguemos.

Y antes de que el puño la golpeara, se agachó, haciendo que el que la sujetaba lo recibiera, callendo al suelo con un gran hilo de sangre.

Sonrió de lado, mirando al sorprendido "pedófilo".

-¡Cojánla!

Y en cuanto el chico lo ordenó, un gran grupo se tiró contra ella.

-Se acabó la niña buena.

Crujió sus dedos, estirando ambas manos.

-Aqui llego _____(TN) Cartman, mamones.