Aléjate de mi, Broflovski (Kyle&Tú)

Capítulo 5: ¡Salvada! Por estos "par" de maricas.

El delicioso aroma a café flotaba en el aire de la pequeña cafetería: Tweek Coffeehouse Bros. Las risas, las platicas, todo el pequeño murmullo se veía envuelto con el delicioso aroma a café recién hecho. 

Sus pequeñas pupilas se fijaban en cada pequeño detalle, cada persona, cada rincón.. En todo, menos en lo que estaba.

-Así que eres la hermana menor del gordo.

Los tres chicos, después de la estraña pesentración entre ellos, más tarde de ayudar a Craig y apartar a la chica a la fuerza de los golpes que le propinaba entre pataletas a Trent Boyett; la agarraron por pies y manos, arrastrándola hasta la cafetería de los Tweeks.

-Creía que tu cafetería quebró hace años, Tweek.

-A-Así es -afirmó, ladeando sus cabellos rápidamente.

Cuando entraron al establecimiento, la personalidad de Tweek varió instantáneamente. Dejó a los dos solos en una mesa, volviendo después con una sudadera de dibujos naranjas. Se había manchado de gotas de sangre, lo que le faltaba es que sus padres le vieran así; Con Craig, una extraña y sangre en sus camisetas. 

Le ofreció otra a Crig, quien la aceptó amablemente, al igual que la pequeña. Al principió se negó, pero vio que eso acabaría en vano con la actividad e insistencia de Tweek.

-La cafetería ce-cerro, "gracías" a Harbucks -dijo irónico-. Pe-Pero ni mi padre ni mi familia consentimos que arruinaran el apellido "Tweak" y-y entre lucha y lucha, ganamos, volviendo a reabrir Tweek Coffeehouse Bros ¡ghn! -finalizó con un tick.

-Linda historia -sonrió.

-Gra-Gracias -le devolvió una tímida sonrisa.

-Ejem -el mayor de ellos tosió, haciendo que la castaña sonriera más.

-Perdón, marica.

-Calla, mocosa.

Ambos alzaron sus dedos.

-Aquí está, dos descafeinados y un "especial" Bros -la mujer de frondosos cabellos se acercó a la mesa, dejando encima de la mesa los tres cafés-. Que lo disfruten.

-Muchas gracias, Señora Tweak -sonrió esta, recibiendo otra cogedora sonrisa por parte de Tweak.

Aquella ternura no la mostraría todos los días.

-A ti, cielo.

Y dicho eso, se retiró.

-No me has contestado, Cartman.

Llevó la pequeña taza de cerámica a sus labios, oliendo de cerca el inexplicable pero delicioso olor a café. Bebió, manchando sus pequeños labios de la espuma que había provocado la cantidad de leche. 

-Delicioso -babeó, volviendo a beber más rápido.

-¡Cartman! -los nervios de Tucker estaban perdiéndose.

-Mmm.

-¡CARTMAN!

Dió un gran manotazo a la mesa. Tweek casi derrama su café. 

_____(TN) P.O.V

Alcé la vista, desconectándome de todo al encontrarme con los verdes ojos de Creig, nah, del chico emo-marica que salvó mi trasero. Parecía que quería atravesarme con ella.

Sonreí al ver como el establecimiento entero susurraba el comportamiento de este. Dejé mi café a un lado, juntando mis manos en una cínica sonrisa.

-Chúpame las tetas, marica.

Parpadeó dos veces, mientras veía como la vena de su cabeza estaba apunto de explotar en mil pedazos.
Reí para mis adentros, agarrando de nuevo mi inacabable y delicioso café.

-¡Estaba riquísimo!

-Gra-Gracías.

Lo dijo tan rápido que apenas pude oírlo.

-Eh, ti-tienes.. -señaló más arriba de sus labios, sonrojándose ligeramente-. ¡GHN!

-¿Ah? -toqué la parte donde me indicó, llevándome un poco de espuma del café a la yema de mi dedo-. Gracías, Tweeky -agarré la manga de Craig.

¡Eso es, el marica se llama Craig Tucker! Dios _____(TN), pero que lista eres. Eso me ayudará cuando hagas los planes para eliminar a todos ellos -sonrisa psicópata-. A todos los judíos.

Y sin ni siquiera preguntarle limpié la mancha de mis labios, mandándole una socarrona sonrisa.

-Voy. A. Matarte -repitió cada palabra detenidamente, mirando hacia el suelo.

Tweek se movió nervioso en su asiento, susurrando cosas, mientras se tiraba demasiado dramático de la cabeza.

-¡Tweek! -un gran matojo de pelos rubios yacían ahora en su mano derecha.

Tenía que afirmar que amaba el sufrimiento en otras persona, cuanto más doloroso más risas y mucho mejor, pero este chico me caía.. ¿Flama? Algo así.

-¡Eres un puto maniático! -casi pateo las bolas del pelinegro al interponerme entre los dos.

En un culazo, Craig estaba en el suelo.

-¡GA-GAHN! ¡JESUCRISTO! ¡NO-NO ME GRITES! ¡GHN! ¡E-ES MUCHA PRE-PRE-PRESIÓN! -se cubrió con ambas manos, haciéndose una bolita.

-Tweek, no voy a pegarte, carajo, no estes así -comencé a sacudirlo al ver como la gente nos miraba.

Normal, el gritaba y yo solo sonreía nerviosa.

Hijo de puta.

-¡EH, NIÑATA! -una aguda voz atravesó mi tímpando, arráncandolo con brusquedad.

Miré hacia la puerta, encontrándome al chico de antes golpeado por mí y Tucker.

-¡MI-MIERDA! -me maldecí para mis adentros.

Fijé mi mirada en el marica, estaba tirado en el suelo cual morsa en hibernación.. Espera.. ¿Las morsas hibernan?

¡Y-Y A MI QUE COÑO ME IMPORTA ESO AHORA!

-TWEEK, NOS VAMOS -lo agarré de su desabrochada camisa, mientras agarraba a Craig de la nuca con fuerza.

-¡¿Qué hac-?! -miró hacia la puerta, callándose al comprender mi actitud.

A parte de que.. Je je.. Digamos que lo cojí del cuello queriendo.
¡¿Qué?! ¡No me miren así! ¡El se lo busco! ¡Por marica! Además, ¿que se esperaban viniendo de una Cartmn?

Y como si fuera el nuevo Brian Boitano, salí casi volando de Tweek Coffeehouse Bros.

-¡GRACÍAS POR VENIR, VUELVAN PRONTO! -se despidió la mujer, casi al grito.