Capítulo 4

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Izuku estaba en medio de la sala de un apartamento en posición defensiva mientras que algo rebotaba de un lado a otro yendo a golpearlo de vez en cuando. Izuku se veía abrumado por la velocidad del objeto y muy apenas defendiéndose por lo poco que aprendió del combate cuerpo a cuerpo en Internet. Esos conocimientos muy apenas eran algo ya que fueron autodidactas, pero al menos tenían su utilidad en este momento. Tratando de seguir al objeto perdió el rastro por un segundo y recibió un golpe directo en la boca del estómago dejándolo en el suelo tratando de recuperar el aire. Ya en el suelo el objeto dejó de moverse siendo en realidad un anciano portando un traje se héroe blanco y amarillo.

-Eres muy lento muchacho. Ni siquiera estás usando el One For All. ¿Cómo planeas pelar contra criminales de esa forma si no das todo lo que tienes?-

-P-pero si lo hago volaré todo el edificio- respondió Izuku.

-Puedo lidiar con eso -

-Además me romperé los brazos por el retroceso y Recovery Girl me advirtió de no volver a hacerlo-

-... Bueno, si eso dijo ella, pues que se le va a hacer. Ahora largo de aquí.-

-¡P-pero necesito que me entrene! Los examenes de admisión son en unos días.-

-¡Pues como quieres que te entrene si no me haces caso!-

-Pero, pero... -

-Mira, ya es medio día y mi programa favorito empieza en unos minutos así que ve a por unos Taiyaki a la tienda a dos calles y ponlos en el microondas por unos cinco minutos-

-P-p-p-pero... Ah~ ya que.- expresó Izuku en rendición a discutir con el anciano.

Así sin más, Izuku salió del lugar y se dirigió a donde se supone estaba la tienda. El anciano de hace rato era un tal Gran Torino que al parecer es un héroe profesional de antaño. No recuerda haber oído nada de él y eso que reconocería el nombre y apariencia de la mayoría de los héroes habidos en Japón las últimas décadas. Toshinori vino con el, pero se tuvo que ir por un rato ya que tenía una llamada importante y dijo volvería dentro de una horas. Cuando llegaron Izuku noto lo viejo del edificio, pero aun más notorio fue que al entrar encontró a Gran Torino en el suelo en un charco rojo que resultó ser salsa de tomate parte de una broma rara que al parecer le gusta hacer, pero como Toshinori estaba ahí no le servía de mucho ya que se sabía al menos la mayoría de sus bromas así que fueron directo al punto y Gran Torino accedió siempre y cuando viera que tuviera potencial.

Izuku volvió de comprar los Taiyaki con su propio dinero y los metió al microondas.

-Date prisa que ya empezó- Dijo Torino desde su sillón mientras veía la televisión.

-Ya voy... -

Izuku saco los Taiyaki del microondas en un plato y los puso sobre una mesita frente a Torino. Tras eso se fue a sentar en una silla a pensar en que hacer ahora pues tenía que regular la fuerza que usaba lo suficiente para no romperse los huesos cada que trata que usarlo. No se le ocurría ni un método factible pues solo podía activar todo o nada en cuanto a la fuerza que usaba por lo que intentar usarlo en varias partes al mismo tiempo sería aún peor pues quedaría invalido a mitad de combate. Por más que intentaba pensar en algo, simplemente no podía formar alguna solución.

-¡¿Qué se supone que es esto?!- se quejo Torino.

-¿Eh?-

-Te dije que cinco minutos en el microondas-

-Pero me dijo que rápido y aparte estaban calientes cuando las saqué-

-Sí, pero solo de un lado. El calor tiene que distribuirse por todos lados o quedará frío de un lado.-

HambreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora