Capitulo 15

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-Narra Leandro-


¿Permitir ser un cero a la izquierda a los ojos de los entrenadores y que no me tomen en cuenta en mis prácticas y/o juegos? Eso no lo podía aceptar de ningún modo así que seguí con mis rutinas de calistenia (entrenamiento con tu propio peso corporal, básicamente lo que estaba haciendo eran rutinas de flexiones y sus variantes) y los días que no hacía calistenia me ponía a entrenar en la cancha que está por la casa de Miguel Angel, y un día cualquiera estábamos Miguel Angel y yo terminando de hacer ejercicio, nos habíamos sentado en su sofá fatigados y relativamente MUERTOS por el entrene, y el me dice:

–Oye amigo, ¿No haz pensado por un momento en reconciliarte con tu papá? Me preocupa que el lío que tienen ustedes siga y además...

–Ya me dijiste eso, y es que no puedo hacer nada yo extraño muchísimo eso pero el no aporta nada y cuando traté de hablar con el se puso odioso conmigo.

–Es que tú padre y tú... Bueno dejare el tema y te diré otra cosa, ¿Te interesaría ir a una fiesta conmigo este sábado? Así nos tomamos un respiro de la práctica y pasamos un rato divertido. Sin mencionar las mujeres que nos podemos tirar ahí– Ese es el único motivo por el cual Miguel Angel va a las fiestas, para estar con mujeres. La verdad yo no soy de ir a fiestas y no se bailar muy bien, pero no me vendría mal algo como eso de todos modos no me la paso en esa.

–Me parece bien acompañarte a esa fiesta, me imagino que disfrutaremos bastante.

–El licor, las mujeres que normalmente van a una fiesta, los bailes será un momento bastante chido.

–Esta bien, yo le diré a mi papá que nada más iré a tu casa a dormir y es todo.

–Espero que la pasemos bien y no sea como la última que fuí con Alexander nos tuvimos que ir porque empezaron a pelear y salimos de ahí. Se le notaba bastante emocionado por la fiesta y que fuéramos ambos pero mi cabeza estaba en otras cosas y estaba muy indeciso con ese tema porque en otra parte quiero despejar mi mente.

–No se que hacer amigo te escribiré por WhatsApp cualquier cosa ahora tengo que irme.

–Esta bien me escribes entonces, hasta pronto.

Una vez llegué mi padre estaba haciendo ejercicio en plena sala y yo solo dejo las cosas en el mueble, subo las escaleras para llegar a mi cuarto y como cosa rara me tumbo a la cama triste, cierro los ojos sin más y minutos después escucho a mi padre decir:

–LLAMA A MI HIJO Y DILE QUE VENGA AQUÍ–No entendí el porque hizo un escándalo por toda la casa y les dijo a Uno y Dos, al llegar a mi cuarto abre la puerta Uno y Dos tipos con mucho cuidado y me dice:

–Tu padre te está llamando, y te recomiendo que vayas rápido.

–Ahora yo no puedo ni descansar aquí tranquilo, ahí voy déjame ponerme un short–Me quité la pijama y me puse un short que estaba por ahí y me fuí a la sala a ver que era lo que quería mi papá, cuando bajo me dice:

–¿Y tu no piensas cenar?–Yo sin más le respondo:

–No tengo apetito, ya sabrás lo de siempre–Solo lo ví acercándose a la cocina a buscar algo y al devolverse dijo.

–No entiendo porque últimamente haz tenido una mala actitud de ese modo, como si hubiera pasado algo–Pasó de todo después de la muerte de mi madre, pero no puedo decir nada ya que si decido abrir la boca o seguir la discusión me caerá a golpes y me parece eso muy injusto.

–Supongo que lo siento papá es que ya sabes... Las cosas han sido distintas y más con lo de mi mamá bueno...

–¿Qué ha pasado con tu madre? Ella se encuentra en la cocina haciendo el almuerzo–Mi cabeza había dado vueltas por eso que dijo mi papá sobre mi mamá, como está... Sin decir más fui corriendo hacia la cocina y siento como el corazón se me detiene al verla con su pijama de Hello Kitty que se ponía cuando me leía un cuento antes de irme a dormir, y picando las verduras para hacer su pollo favorito simplemente fue vida para mí, yo sólo me lancé hacia ella y le dije:

Una Nueva Aventura (En curso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora