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Intentar describir el lugar era muy complicado, pues no encontraba las palabras exactas para decir lo hermoso que podía llegar a ser un sitio.

Los árboles tenían por lo menos entre 10 y 20 metros, estaban llenos de hojas verdes y algo color cobre, seguramente en otoño se verían divinos, habían piñas en el suelo que se caían de las ramas y hacia que el lugar tuviera un olor espectacular, el café de los troncos contrastaba perfectamente con el suelo lleno de un pasto brillante y flores de varias especies, más que todo, margaritas, parecía un campo a decir verdad, y en el centro un precioso lago algo oscuro pero transparente de todas formas perfecto para ir a nadar un poco o simplemente estár en un bote observando y escuchando. Juro que nunca me había sentido tan en paz en otro sitio como lo hago aquí y la compañía creo que lo hacía más especial... O así lo sentía yo.

Dejando bien estacionada su Harley, Lauren me guió por el bosque, parecía que venía muy seguido pues sabía exactamente dónde pisar y a dónde ir y eso me hizo pensar en todas las veces en las que posiblemente estuvo mal, o sola o triste y no tuvo a nadie más que éste lugar para hablar de sus penas, a decir verdad yo no me hubiera quejado mucho, pero claramente también me daría nostalgia el no tener a alguien más para poder hablar sobre lo que sea que estuviera pasando en mi vida. Y es que a quién realmente le gustaría estár solo, estár en la mierda, sentirse una basura, tener pensamientos suicidas, no encontrar alguna solución y pensar que eres un error en ésta vida.

Cuando nos adentramos tanto que estuvimos al lado del lago, nos sentamos, había traído una especie de picnic para comer y tendió una tela para sentarnos y no mancharnos de alguna cosa, aunque sinceramente a mi ni me interesaba eso, era feliz estando en la naturaleza aún si estuviera cubierta de lodo, ya sentadas me ofreció un sándwich de atún y un poco de jugo de naranja, comimos en silencio lo cual fué algo raro, aunque no fué incómodo si fué raro porque ella parecía pensar mucho en algo y daría todo por saber en qué, posiblemente sería todo un universo su mente, lo que sea que tuviera ahí dentro estaba convencida de que no la dejaba tranquila en muchos momentos.

- Debo decir que he salido con varias chicas y te puedo asegurar que eres la chica más hermosa con la que he salido, y no solamente hablo de lo físico, está claro que eres preciosa y eso nadie lo puede negar, sino también de tu interior, en ese espacio en el que estuvimos en silencio nunca se tornó incómodo o tenso, me hizo sentir bien por el contrario y se siente bien tu compañía- dijo arrugando un poco las cejas, como analizando cada palabra

- Puedo decir lo mismo, en realidad tu compañía se siente increíble, y no puedo decir eso con otras personas porque eres la primera chica con la que salgo, así que...

- Creo que eso lo hace más especial sabes?  Contigo se siente eso cuando lo más importante son los detalles, me entiendes? Y no es fácil encontrar algo así, la mayoría de chicas son muy superficiales y solo quieren estár con la más popular de la escuela, o tener sexo sin sentir algo, odio a las personas así, y a las que te usan para su propio beneficio, no piensan en los sentimientos de esa persona y solo van por la vida sacando ventaja de lo que ellos creen que pueda servir...

Por alguna razón algo me dijo que ésta chica tenía más demonios de los que yo esperaba, y no era que me asustara... Bueno si, pero me asustaba el daño que tenía en su corazón, todo lo que tendría guardado en su interior , lo que no había dicho y lo que no iba a decir, sus expresiones se volvieron tristes y por primera vez en el día me dí cuenta que tenía un poco hinchado debajo de los ojos, como si hubiera llorado, su mirada se perdió y me fijé en un detalle aterrador del cual no esperaba en ella, siendo a primera vista una chica tan extrovertida y sin vergüenza a lo que quisiera hacer o decir, claro; como todo el mundo tenía sus secretos y sin duda ella estaba llena de ellos, ella sola lo hacía ver sin decir nada, su forma de hablar cuando hablaba de cosas que eran importantes y que le gustaban me hacían dar a entender que realmente muchas personas no comprendían lo que ella era, seguramente la habrían catalogado de loca, o rara o aburrida por fijarse en cosas tan significativas para ella, como un bosque por ejemplo, y es allí donde me dí cuenta que de alguna forma pedía ayuda pero no lo quería decir.

Contando las horasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora