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Pasaron 5 días, 5 días donde la pasé tan mal, una, dos, tres, cuatro mil llamadas que le hacía y no me agarraba el teléfono, solo me dejó ese confuso texto sin explicaciones y desde ahí no he sabido más de ella, por más que le he escrito, que la he llamado, no sé nada de ella.

Y es que no sé ni donde vive, ni sé el número de su madre para preguntar por ella, no sé más de ella, estaba en una angustia interminable, casi no comí en éstos días, ni dormía, ni me concentraba en clases pensando en como estaría, en donde, con quién, en que circunstancias, era Domingo en la tarde, estaba sentada afuera de mi casa solo viendo los pocos autos que pasaban por el frente, con mi celular esperando la esperanza de recibir un mensaje o una llamada, estaba tan concentrada en mis pensamientos que no sentí cuando se sentó a mi lado.

-Hey-dijo mirando a travéz de sus gafas

-Hey? eso es lo único que vas a decir, desapareces 5 días sin dar más explicación y llegas saludando así?-dije golpeando su brazo diciendo cada palabra mientras ella intentaba detenerme

-Kendall espera, lo siento, cálmate por favor- con sus manos me paró mientras me abrazaba

-No me abraces, eres una tonta, te odio, no sabes la angustia en la que estaba, estaba muy preocupada, no sé donde vives, no conozco a nadie más para haber preguntado por ti, eres tan idiota-dije entre lagrimas que secó con paciencia cuando nos separamos

-De verdad lo siento, es que... yo

Solo la besé, necesitaba sentir sus labios de nuevo, quería confirmar que estaba ahí y no era mi imaginación, sentí su aliento que sabía a cigarrillo, también sentí lo que parecía alcohol, no quería imaginar lo que le pasó, o qué estuvo haciendo, pero no estaba tranquila, cuando me separé corrí un poco sus gafas observando una mancha verdosa en su ojo

-Amor...

-Es que no quería que me vieras así, por eso no dije nada más, quería estár otros días más afuera pero te extrañaba mucho y no quería esperar a verte más- dijo quitandose las gafas

-Pero qué te ha pasado Lauren, por qué parece que tu cara  la estrellaron en la pared? por qué no me dijiste nada más? entiendes que ésto es grave? qué pasó? te iban a robar? te peleaste con alguien?-pregunté inspeccionando su cara que carecía de emoción

-Mi mamá...- comenzó entendiendo todo- le conté a mi mamá que estamos juntas, y creo que no le gustó mucho- dijo riendo un poco- ese día que te escribí me levanté temprano porque quería recogerte, pero cuando ví tu mensaje me relajé y me alisté con más calma, mi mamá seguía en casa y la verdad me sentía tan feliz del día anterior que quería contarselo a alguien, bajé emocionada a decirselo, pero no lo tomó muy bien como vez, solo me gritó muchas cosas que ya no recuerdo, intenté alejarme pero me tomó por sorpresa y me agarró del pelo estrellandome contra la pared, justo tenemos ahí una especie de estante y mi ojo aterrizó ahí, afortunadamente estoy bien, solo fué el susto, ya está mejorando- terminó bajando su mirada

-Lauren, ésto está muy mal, mírate- comencé a llorar todavía más fuerte- estás toda lastimada, mira tu pómulo, estás pálida, hueles a cigarrillo y alcohol, ven entra y te ayudo con todo

Sin permitirle decir algo solo la llevé dentro de mi casa, mi madre no estaba afortunadamente porque se fué con unos amigos, la llevé a mi cuarto donde le dije que se duchara y cambiara, mientras yo fuí a la cocina a subir algo de comida y el botiquin, cuando volví la ví poniendose una camisa no sin antes ver unas marcas en su espalda baja, pero qué le pasó...

-Traje ésto para ti, debes tener hambre,  y traje el botiquín para intentar curarte, ven acá, sientate y come- le dije dando palmaditas en mi cama mientras ella me miraba con vergüenza

Contando las horasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora