Capítulo 4

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Abrió su foto de perfil y la observo un rato. Para ella era perfecto, sentía que eran muy parecidos pero se volvía imposible esa sensación porque no habían hablado nada como para saber qué tan iguales podrían ser. Pensó enviarle solicitud y ser amigos, pero tenía miedo a ser rechazada, lo mejor sería dejar pasar, tal vez si a él le paso lo mismo la buscaría. 

Pasó el tiempo, y nunca recibió nada de Nicolás igualmente ella seguía con esa intriga de saber qué le pasa con él, sin embargo  para este entonces Clara  había seguido con su vida estaba con una persona que realmente quería. Matías de un momento a otro luego de que  regresara del campamento decidió cortar la relación, se había enamorado de una de sus compañeras  aunque ella no lo quisiera como novio no le gustó saber que alguien con la que compartía horas todos los días hiciera eso, no eran amigas pero esa chica no tenía códigos.

Clara tenía un grupo de compañeros,  en cada recreo se juntaban en el mismo lugar para conversar, los varones como muchos lo único que hacían era decir idioteces pero que al final la hacían reír. Dentro de este grupo había una chica llamada Paula sabía que su hermano  gustaba de ella y hace tiempo le escribía y le  estaba interesando. Nadie sabía eso, ni quería que supieran, era muy reservada y esas cosas no le interesaban a nadie más que a ella. Un día decidió salir a caminar con Andrés, conocerlo mejor, sabía que no tenía faltas de ortografía solamente hablaban por chat y nunca se habían visto en persona.

Después de un mes  y medio de salidas juntos, Andrés decidió pedirle ser su novia. Clara estaba decidida, esta vez sí lo deseaba, sabía que lo de Nicolás fue algo pasajero que él nunca sintió nada especial los días que la vio  y que nunca más lo vería y no desaprovecharía la oportunidad de ser feliz solo por el hecho de esperar el día en que Nicolás apareciera

-¿y si nunca lo hace? Se preguntó y  no lo dudó,  miro a los ojos a Andrés  un instante como tratando de leer sus pensamientos a través de sus ojos oscuros, tomo su rostro entre sus manos y en un susurro de esos que erizan la piel le dijo

-Si quiero ser tu novia- y delicadamente deposito sus labios en los de él…

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