Capítulo 23.

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Lan Xichen no se quedaría para presenciar cuando se llevará a cabo la sentencia de Jin Guangyao y los demás, y tener que regresar antes por asuntos de la secta era la mejor excusa para no tener que hacerlo, así que antes de regresar a Gusu decidió visitar por última vez al que hasta hace poco era su hermano jurado, y aunque Nie Mingjue no estaba seguro de dejarlo al final no se negó, después de todo sabía que Xichen necesitaba esto ya que no volvería a verlo.

Meng Yao estaba en su celda y por lo que Lan Xichen pudo notar los demás no se encontraban cerca, de alguna manera saber esto lo hizo sentir mejor, después de todo tenia algunas preguntas que hacerle y la posibilidad de tener personas alrededor lo hacía sentir un poco incómodo.

La puerta de la celda fue abierta y el discípulo que la abrió hizo una reverencia a Lan Xichen antes de dejarlos solos, Meng Yao no representaba una amenaza para el líder de Gusu Lan, su cultivo no era fuerte y además en este momento sus poderes espirituales estaban sellados.

- Er-Ge. – Meng Yao hablo en voz baja mientras se acercaba a Lan Xichen, por su parte el líder de Gusu Lan evito que el otro lo tocara, a comparación con su hermano, a Lan Xichen jamás le molesto el contacto físico y nunca lo evito, pero ahora no quería ser tocado por la persona que estaba frente a él.

- ¿Porque hiciste todo esto? – esta era una pregunta que Lan Xichen había estado pensando en las últimas horas, desde que conoció a Meng Yao, pensó que era una persona justa que no haría este tipo de cosas, fue por Xichen que junto con Mingjue se hicieron hermanos jurados y aunque en algún momento la relación del Nie y Meng Yao se volvió difícil, fue Lan Xichen quien no quiso ver cómo era en realidad el otro, sin importar lo que dijera Mingjue.

- Al principio solo quería que el hombre que es mi padre me reconociera, no solo era por mí, sino también por mi madre, eso era lo que ella quería. – La sonrisa que siempre estaba en el rostro de Meng Yao desapareció, y por primera vez desde que se conocieron Lan Xichen pudo notar cuan falsa era la sonrisa que siempre mostraba. – Pero cuando por fin logré ser un Jin, no solo no se me dio el nombre que me correspondía, sino que también entendí que a pesar de ahora llevar el apellido de ese hombre y hacer cada cosa que este me ordenaba los demás seguían pensando que era insignificante, me miraban con desprecio y mi padre no era la excepción, así que entendí que si quería que los demás me respectaran debía convertirme en alguien poderoso.

Lan Xichen estaba sorprendido, cada palabra que el otro decía lo hacía ver cuán equivocado estaba al pensar que conocía al hombre frente a él y también cuan profundo era el odia de Meng Yao no solo por Jin Guangsang si no por todos lo que lo habían humillado.

- Mi plan original no era que Zixuan muriera en el camino Qiongqi, solo que saliera lo suficientemente herido, para que en el futuro no pudiera tomar su lugar como Líder de la secta, por otra parte, que Zixun muriera era algo que se merecía.

- ¿Porque culpar a Wei Wuxian? – Lan Xichen entendía que el temido Patriarca Yiling en ese momento representaba una amenaza para los clanes por su poder y más por el Sello de Tigre Estigio, pero aun así porque la Secta Jin decidió ir por el cuándo Wei Wuxian se encontraba en los Túmulos Funerarios, cuando aún no había hecho el daño.

- Mi padre quería que Wei Wuxian se uniera a la secta Jin, pero en cada ocasión él lo rechazo, así que la mejor manera era destruir su reputación con pequeños rumores que se empezaron por sus órdenes, sobre cómo estaba formando un ejército con los remantes Wen, que Zixuan fuera asesinado por el general fantasma para él fue la excusa perfecta para que las demás sectas se le unieran y así organizar el asedio a los Túmulos Funerarios, deshacerse de los restantes Wen , Wei Wuxian y así apoderarse de Sello de Tigre Estigio.

- Y ¿cuál era tu plan en ese momento? ¿también querías el Sello de Tigre Estigio? - Lan Xichen tenía una repuesta para la segunda pregunta, pero aun así quería escucharlo del otro.

- Mi plan era que mi padre no pudiera obtenerlo, de conseguirlo haría las cosas más difíciles para mí, y si estaba en mis planes obtenerlo de manera que nadie se diera cuenta.

- Entiendo. – Xichen guardo silencio por un momento. – Da-ge tenía razón, realmente lograste engañarme, sabes que no tenías que hacer todo lo que hiciste, podías haberte quedado como mano derecha de Da-ge y si no querías quedarte en la secta Nie podrías haber venido conmigo a Gusu Lan, pero veo que tus ambiciones son más grandes que cualquier cosa

- Er-ge, yo... - fue interrumpido por Lan Xichen.

- No me llames así, realmente no quiero escucharte más. – Xichen se dio la vuelta para salir del lugar, no quería saber que más planes tenia este para el futuro, tal vez asesinar a su padre y así desahogarse de todo el odio que sentía por él, incluso en un futuro más lejano asesinar a Nie Mingjue ya que este representaba una gran amenaza para el, ya que su Da-ge no era fácil de engañar y Meng Yao mejor que nadie lo sabía. El solo pensar en esa posibilidad Lan Xichen se sentía peor, tal vez si todo no hubieran sido descubierto ahora, en el futuro el Líder de Gusu Lan seguiría pensando que Meng Yao era una buena persona y más personas hubieran sufrido por hambre de poder de su hermano jurado y Lan Xichen se sentiría culpable por no poder ver las intenciones de este.

Ahora lo único que sentía era una terrible decepción, y tal vez un poco de lastima Meng Yao no es un cultivador excepcional, pero contaba con talentos para otras cosas y una mente maravillosa, pero realmente ocupo todo esto de la manera equivocada.

Lan Xichen salió del lugar sin decir una palabra más, y el discípulo que lo acompaño al principio y se encontraba en la salida, entro para cerrar nuevamente la celda.

Por su parte Meng Yao no sabía cómo sentirse, en sus planes jamás estuvo lastimar a Lan Xichen y ver la decepción en sus ojos fue como un puñal en su corazón, no se arrepentía o tal vez si lo hacía, pero eso ahora realmente no importaba así que solo se sentó en la cama que había en la celda mirando al suelo, no servía pensar en un tal vez ahora, mañana se llevaría a cabo se sentencia y todo acabaría.

[....]

La hora de regresar al Receso de las Nubes había llegado, la conversación con Meng Yao era algo que Lan Xichen necesitaba para dejar todo esto en el pasado, ahora solo quería regresar a su secta y ocuparse de esta, con Nie Mingjue tuvieron una pequeña conversación en donde el Líder de Qinghe Nie comento que junto con su hermano menor viajarían a Gusu para presentar sus respecto al segundo maestro Lan, para después despedirse con el respecto que ambos hermanos jurados se tenían.

Jiang Cheng estaba cerca del lugar en donde los discípulos de Gusu esperaban a su líder para partir, Xichen se acercó con una pequeña sonrisa al otro líder de secta.

- Veo que te vas, pensé que se quedaría hasta mañana. – su ceño se frunció. – o acaso no quiere presenciar la ejecución del enano.

Lan Xichen hizo una pequeña mueca al escuchar como el otro llamaba a Meng Yao y el ceño de Jiang Cheng se frunció más.

- No es eso, debo regresar a Gusu. – el ceño de Jiang Cheng desapareció y Lan Xichen sonrió un poco por esto. – Pero espero volver a verlo pronto en el Receso de las Nubes.

Jiang Cheng no respondió y simplemente devolvió la reverencia que el otro le hizo como despedía, de alguna manera escuchar que Zewu-Jun esperaba verlo nuevamente lo tomo desprevenido, ambos líderes no eran realmente cercanos en el pasado y actualmente no es que lo fueran, pero de alguna manera Jiang Cheng esperaba ser un poco más cercano al jade, con eso en mente el Líder de YumengJiang vio como Lan Xichen se alejaba montado en su espada seguido de sus discípulos.

Un Sacrificio Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora