Capítulo 8.

3.2K 428 8
                                    

La mañana en Muelle de Loto comenzó como siempre para sus habitantes pero para los discípulos de Yumeng no pasó desapercibido que su Líder no se encontraba bien después de lo que paso en los túmulos funerarios, después de todo varias verdades salieron a la luz y el más afectado por tales revelaciones fue su líder, y prueba de ello era que aún no salía de su habitación a dar órdenes y a vigilar los entrenamientos de los discípulos, nunca habían visto que su líder dejara de hacerlo sin importar la situación.

Jiang Cheng había dado la orden de no ser molestado, después de entregar a su sobrino a la persona encargada de su cuidado decidió que no saldría en todo el día de su habitación y en el estado de ánimo en el que se encontraba en este momento no era tampoco la persona adecuada para cuidar a su sobrino, ningún discípulo quiso desobedecer a la orden de su líder por eso mismo evitaron todo el día pasar cerca de donde este se encontraba, solo la persona encargada de llevar sus alimentos se acercó, pero incluso el líder la despedía desde su habitación con un "no tengo hambre, déjame solo".

Cuando la noche cayo y las linternas del Muelle del Loto fueron encendidas Jiang Yanli arribo al muelle, sonrió al poder volver a su hogar, la última vez que estuvo en Yumeng fue antes de casarse con Zixuan, había extrañado demasiado el lugar en donde creció. Por seguridad portaba una capa que ocultaba sus túnicas y hacia que fuera difícil reconocerla los discípulos que la acompañaban no vestían sus muy llamativas túnicas de la secta Jin, todo esto por orden del ahora líder de la secta Jin, antes de su partida se reunieron todos los ancianos de la secta para poder hacer oficial el puesto que ahora ocupaba su esposo, la información de que ahora ambos se encontraba con vida solamente la sabían los que pertenecían a la secta Jin y por orden de su Líder así debía de permanecer por el momento, después de todo aun no entendían como es que ambos se encontraban con vida.

Lejos de las miradas de los habitantes del muelle de loto Jiang Yanli y sus acompañantes se presentaron ante un discípulo de Yumeng pidiendo ver al Líder de la secta, el discípulo se negó al principio ya que por órdenes de Jiang Cheng ese día no atendería a nadie, esto era algo que Jiang Yanli ya había previsto después de todo ella conocía mejor que nadie a su hermano y por lo que les conto Madame Jin supo que no estaría de humor para hablar con alguien. Yanli decidió revelar su identidad al discípulo y con eso fue suficiente para que este les permitiera ingresar, claro está que este quedo realmente sorprendido al verla, los discípulos que la acompañaban fueron dirigidos a un lugar para descansar y Jiang Yanli decidió ir a hablar con su hermano.

Frente a la puerta de la habitación de su hermano Yanli tomo aire para calmar sus nervios, tenía que estar tranquila para Jiang Cheng después de todo se llevaría una gran sorpresa.

Jiang Cheng se encontraba con la mirada perdida mirando una esquina en su habitación, todo en el lugar estaba destruido y ahora el silencio reinaba en el lugar, un toque en la puerta hizo que volviera un poco en sí.

- Les dije que no quiero ver a nadie. - La puerta se abrió lentamente y Jiang Cheng se estaba preparando para gritar a la persona que ingreso a su habitación sin su consentimiento, pero una voz lo hizo que lo que quería decir se quedara en su garganta.

- Ni siquiera quieres verme a mi A-Cheng.

En todo el mundo solo existían dos personas que lo llamaban de esa forma, una de ellas era su hermana y Jiang Cheng jamás olvidaría esa voz que tantas veces le ayudo a pelear con sus demonios internos.

- A-Jie – simplemente se lanzó a los brazos de la persona frente a él, esto tenía que ser un sueño, pero por alguna razón tenía que preguntarlo. – A-Jie, es esto un sueño.

Yanli abrazo a su hermano mientras le respondía. – No A-Cheng, yo realmente estoy aquí, no estas soñando.

- Como es esto posible.

- No lo sé, tanto A-Xuan como yo hoy antes del amanecer aparecimos en nuestra habitación y estábamos realmente confundidos al igual que todos los que saben que estamos con vida. – Yanli se separó un poco de su hermano para caminar y sentarse en la cama, Jiang Cheng simplemente se sentó en el suelo y recargo su cabeza en el regazo de su hermana. – por eso cuando me entere de lo que paso después de hablar con Madame Jin decidí venir al Muelle de Loto por A-Ling y hablar contigo.

Jiang Cheng se tensó un poco al enterarse que su hermana sabía lo que había pasado y por ende estaba enterada que el intento matar a su amado A-Xian. – Quieres que mande a traer a A-Ling.

- No, él debe de estar dormido y aunque tengo muchas ganas de verlo primero debemos hablar de lo que paso. – Yanli acaricio el cabello de su hermano. – porque lo hiciste A-Cheng, realmente quiero saber porque levantaste tu espada y lideraste a todos para asesinar a A-Xian. – lagrimas empezaron mojar las mejillas de Yanli.

- A-Jie yo realmente lo siento, necesito que me perdones – las lágrimas volvieron hacerse presentes en el rostro de Jiang Cheng. – Después de que murieras todo lo que quería era vengarme, el dolor y la ira me cegaron y para mí solo había un culpable por todo lo que perdí y ese era Wei Wuxian por ese motivo cunado todas las sectas llegaron al acuerdo de hacer el asedio a los túmulos no dude en encabezarlos. – Jiang Cheng se alejó del regazo de su hermana y se arrodillo frente a ella. – Perdona A-Jie te falle, le falle a Wei Wuxian fui el único que no cumplió la promesa de protegerlos, yo, yo solo no soy un buen hermano, ahora tú y Wei Wuxian deben de odiarme por fallarles a ambos. – El llanto de Jiang Cheng era como cuando era pequeño y solo su adorada hermana podía consolarlo.

Jiang Yanli se arrodillo frente a su hermano y lo envolvió en sus brazos. – A-Cheng claro que te perdono, yo no te odio y A-Xian tampoco lo hace él tiene un corazón muy puro y sabes que para que odie a alguien es realmente difícil, tal vez en este momento este realmente dolido, pero lo más seguro es que se odie más a el mismo que a ti, en este momento él nos necesita, es por eso debes de dejar todos los malos sentimientos que tienes por A-Xian, sabes que yo daría mi vida sin pensarlo por cualquiera de los dos, así como ese día no dude en recibir esa espada por A-Xian tampoco lo dudaría si fuera por ti. – Yanli limpio las lágrimas del rostro de Jiang Cheng. – Cuando A-Xuan murió yo no culpe a A-Xian por lo que paso, yo sabía que él no me haría daño se ese modo, tenía el presentimiento que existía una razón de lo que sucedió y mira que no estaba tan equivocada, A-Xian no perdió el control simplemente cayo en la trampa que fue puesta para él.

Un poco más calmado Jiang Cheng le conto a su hermana la razón de porque Wei Wuxian empezó a cultivar el camino demoniaco y todo lo que se descubrió ese día, también le conto como ahora su hermano estaba bajo la protección de la secta Gusu Lan y como había reaccionado Wei Wuxian cuando Lan Wangji murió en sus brazos. Yanli entendía cuán importante era el segundo maestro de Gusu Lan para su hermanito, para ella no fue muy difícil saber qué tipo de sentimientos tenia Wei Wuxian por Lan Wangji.

Después de hablar con Jiang Cheng decidió que era momento de ver a su hijo, Jiang Cheng llevo a su hermana hasta la habitación en la que se encontraba el pequeño Jin Ling, Yanli no dudo un segundo en tomar a su pequeño hijo en brazos y llenarlo de besos, ahora era un poco más grande que la última vez que lo tuvo en brazos.

- A-Ling estas hermoso, te extrañe demasiado, perdóname por haberte dejado no lo volveré hacer. – le dio un beso en la frente antes de volver a dejarlo en la cuna.

Yanli decidió que pasaría la noche en la misma habitación que su hijo por eso despidió a la mujer que estaba a cargo de su hijo y le pidió que fuera a descansa, si necesitaba algo ella la mandaría a llamar. Antes que Jiang Cheng regresara a su habitación volvió a hablar.

- A-Cheng tengo pensado quedarme un par de días en Muelle de Loto antes de ir a Gusu Lan, necesito saber cómo esta A-Xian y tu deberías ir conmigo para que hables con él y aclaren todo.

- Lo pensare A-Jie, no sé si estoy preparado para hablar con él, y tal vez él no quiera verme después de lo que paso. - Jiang Cheng se despidió de su hermana y se dirigió al Muelle en donde jugaba con Wei Wuxian y los demás discípulos, saber que su hermana estaba con vida hacía de su vida más fácil, ahora solo faltaba que también tuviera una oportunidad de recuperar a su hermano.

Un Sacrificio Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora