Capítulo 3.

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Faltando una hora para que el receso de las nubes empezara con su día en el Jingshi aún había cuatro personas organizando los últimos detalles del plan que llevarían a acabo, Lan Wangji tendría que esperar a que como todos los días el discípulo encargado de llevar sus alimentos y ayudarlo con sus heridas viniera para no levantar sospechas si no lo encontraban levantarían sospechas y tenían que actuar de la manera más cautelosamente posible.

Cuando dieron las cinco de la mañana la mujer que los acompañaba desapareció, no sin antes recordarles cómo deberían actuar para que todo saliera bien.

Después de quedar solos Lan Wangji tomo un baño, a pesar que no durmió en toda la noche no se sentía cansado, sus heridas no dolían a pesar de que aún se encontraban un tanto abiertas, todo esto gracias a aquella misteriosa mujer que ahora que lo recuerda ni siquiera sabía su nombre, sus armas espirituales lo ayudaron a poner medicina a sus heridas y poner un vendaje.

Cuando terminaron un discípulo llamo a su puerta y traía consigo una bandeja con comida, y adicionalmente más medicina y nuevos vendajes.

- Buen día Hanguang-jun – hizo una reverencia al mayor que para su sorpresa lucia de manera impecable como cualquier otro día, como si su espalda no estuviera llena de grotescas heridas.

Lan Wangji solo asintió con la cabeza y recibió la bandeja. – hoy no es necesario que me ayudes a curarme.

El discípulo no dijo nada, solo dio otra reverencia como despedida y se marchó. Lan Wangji miro el contenido y al igual que ayer no tenía apetito, dejo la bandeja en la mesa tomo su espada y su Guquin que hace rato habían vuelto a su forma original, salió del receso de las nubes sin ser detectado por ningún discípulo y antes de subir a su espada para ir a los túmulos funerarios miro por última vez el lugar en donde había crecido y al que ya no regresaría, monto a Bichen y se alejó del que fuera su hogar.

En otro lugar cada líder de secta y su grupo de discípulos marchaban a los túmulos funerarios para dar fin a la maldad del Patriarca Yiling. Todos llegaron al pie de la montaña pasados el medio día, había una barrera que fue fácilmente destruida por el látigo del Líder de la secta Jiang.

Antes de que la barrera fuera destruida Wei Wuxian jugaba un poco con Wen Yuan que estaba sentado en su regazo, cuando sintió que su barrera fue destruida una sonrisa cansada apareció en su rostro.

- Así que por fin han venido por mí. – Wei Wuxian sabía que después de lo sucedido en la ciudad sin noche no tardarían mucho tiempo por venir por él, por ese motivo trato de convencer a los Wen restantes que escaparan mientras pudieran, pero estos se negaron a hacerlo, con A-Yuan en sus brazos corrió a esconderlo lejos de donde estaban ubicadas las casas que habitaban y lo escondió en el tronco de un árbol.

- A-Yuan, no olvides lo que tu Xian-gege te había dicho debes esconderte aquí por un tiempo no salgas a menos de que algunos de los que te dije venga por ti o ya no sientas que hay alguien cerca. – comento Wei Ying mientras acomodaba al menor en el tronco.

- Pero A-Yuan no quiere que Xian-gege lo deje solo. – esto lo decía mientras sus grandes ojos color gris se llenaban de lágrimas.

Wei Wuxian abrazo al menor y le dio un beso. – Tu Xian-gege hará lo posible por protegerte a ti y a los demás, no olvides cuanto te quiero A-Yuan.

- Yo también te quiero Xian-gege.

Después de separarse del menor Wei Ying se dio la oportunidad de dejar salir un par de lágrimas que no quería que el menor viera muy posiblemente esta sería la última vez que vería al pequeño que consideraba como un hijo. Llevo a sus labios a Chequing e hizo que los cadáveres que estuvo recolectando para esta ocasión se levantaran.

Cuando regreso las casas donde antes habitaban estaban en llamas, los cuerpos de los restantes Wen estaban en el suelo sin vida, Wei Wuxian sabía que algo así podía pasar, así que solo volvió a llevar a Chequing a sus labios y sus ojos brillaron en un rojo sangre, sabía que este era su fin. A lo lejos vio cómo su hermano del alma se abría paso entre los cadáveres mientras gritaba su nombre con todo el odio del mundo.

Dolió claro que le dolió ver como la persona que consideraba su hermano lo odiaba con todas las fuerzas de su corazón, pero lo entendía porque él se odiaba así mismo con igual o mayor intensidad después de la muerte de su Shijie y la de Jin Zixuan, le había quitado la posibilidad al pequeño Jin Rulan de crecer al lado de sus padres.

Ahora Jiang Cheng estaba a menos de cinco metros de el mientras empuñaba a Sandu, lo vio abalanzarse hacia el con su espada, pero él no se movió, se lo merecía morir a mano del que alguna vez fue su hermano, por haberle quitado a su familia, su padre, su madre, y por ultimo a su hermana claro que lo merecía, cerro los ojos esperando el impacto, pero este nunca llego.

Al abrir los ojos frente a él había una figura vestida de blanco, su túnica que siempre lucia blanca como la nieve ahora en la espalda estaba roja, claro que su cabello largo y negro cubría la mayor parte de esta, sus ojos se abrieron en horror cuando vio como Jiang Cheng sacaba su espada del abdomen del hombre vestido de blanco, su cara estaba pálida y su mano temblaba.

- La. Lan Zhan estas bien, porque te atravesaste así. – decía mientras ponía una mano en la herida y trataba de parar la hemorragia.

Lan Wangji tomo las manos de Wei Wuxian y negó después su mirada se endureció cuando miro al líder de la secta Jiang. – Wei Ying detén a los cadáveres. – Pidió, Wei Wuxian iba a negarse, pero el hablo primero. – hazlo no permitiremos que te hagan daño. – cuando termino de hablar Bichen y Wangji tomaron forma y se pararon junto a su maestro. Aunque dudo un poco Wei Wuxian hizo lo que le pidieron cuando los cadáveres se detuvieron todos los cultivadores rodearon a Wei Wuxian.

Cuando Lan Xichen estuvo más cerca pudo ver como su hermano menor estaba frente a Wei Wuxian protegiéndolo y como tenía una herida en el abdomen.

- Wangji que haces aquí, aun no te recuperas. – se detuvo cuando se dio cuenta que estaba a punto de revelar algo que no debía.

Lan Wangji no miro a su hermano, no podía no cuando estaba ahí para matar personas inocentes y a Wei Ying, el mejor que nadie sabía lo que sentía por el hombre que estaba detrás de él. Por otro lado, Lan Xichen que conocía a su hermano mejor que nadie supo cuan decepcionado y traicionado se sentía y solo pudo agachar la cabeza, igual que a el Lan Wangji decidió ignorar a su tío cuando este lo llamo.

Wei Wuxian decidió acercarse a Wangji por algún motivo el Guquin de Lan Wangji era más sincero con el que Bichen.

- Wangji, que quiso decir Zewu-jun con que Lan Zhan aún no se recuperaba.

- Lo siento maestro Wei, pero mi maestro me prohibió mencionar el tema y más si se trataba de usted.

Un pequeño puchero apareció en el rostro de Wei Wuxian, a pesar de la situación y aunque no lo pareciera para los demás él estaba alerta por si cualquiera intentaba atacarlo, en su túnica y de manera separada guardaba las dos mitades del Sello del Tigre Estigio y como lo había planeado hoy lo destruiría aun si por ello perdía la vida.

- Tu como te atreves a hacerle esto a la persona que ha sacrificado tanto por ti. – Lan Wangji estaba furioso mientras le hablaba a Jiang Cheng, cuando este estaba a punto de hablar Lan Wangji lo interrumpió. – El que cuando perdiste tu núcleo dorado te dio el suyo para que te convirtieras en Líder de secta.

Wei Wuxian se congelo en su lugar, sintió como no podía respirar, como Lan Zhan se había enterado de esto si las únicas personas que lo sabían hoy estaban muertas y habían prometido guardar su secreto.

Un Sacrificio Por AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora