"Voy a enloquecer, Jiwoo"
La menor sale de la tina y se acerca a la puerta con lentitud cuando la voz de Sooyoung se hace presente.
Coloca un oído en el gran trozo de madera y escucha el llanto de Sooyoungie mientras sostiene la fría cerradura con sus débiles manos.
Su Sooyoungie está llorando.
Todo se vuelve tan doloroso para ella.
"Jiwoo... juro que voy a enloquecer si no te tengo"
¿No lo hiciste ya hace mucho tiempo?
Sooyoung perdió la cordura... ¿Cuándo?
Jiwoo no tiene idea.
"Me tienes desde el día que nos conocimos, Sooyoungie"
"Entonces, ¿por qué no sales y vienes a mí?"
"Porque vas a lastimarme"
"¿No lo he hecho antes?"
"Esto es diferente"
Se escucha una risa suave.
"Mierda. Voy a destrozar la puerta si no sales en este momento"
"Quiero que lo intentes"
Jamás había dicho algo como eso.
"También voy a destrozarte a tí"
Jiwoo se estremece.
No suena como algún tipo de amenaza violenta.
Al menos, no del tipo que incluye golpes y gritos.
Jiwoo está segura de que va a disfrutarla.
"Quiero que lo hagas"
"Oh Chuu. Espero que puedas soportarlo"
Jiwoo sabe que no va a soportar mucho de ello.
Pero puede intentar ser fuerte.
Abre la puerta. Sooyoung la toma del cuello en un movimiento rápido y murmura cerca de sus labios:
"¿Quieres que te destroce?"
"Sooyoungie... hazlo por favor"
Jiwoo ya está hecha pedazos