Sorry Jiwoo | Chuuves

12 | Felíz cumpleaños Sooyoungie

Han pasado tres meses.

Es mi cumpleaños.

Tengo oficialmente veinticuatro años.

También tengo a Jiwoo. No hay nada mejor que eso. No hay nada que quisiera más que a la pequeña Jiwoo.

Actualmente estamos pasando el rato en su pequeño departamento. Es tan sucio y repugnante. He estado al menos una hora aquí y siento que voy a desmayarme, el lugar es demasiado pequeño, las paredes están sucias y la cocina se cae en pedazos.

El calor es insoportable.

Pero ella no puede pagar algo mejor.

Hace poco comenzó a trabajar en la cocina de una anciana cerca de su colegio. Sirve platos y toma la orden de clientes malhumorados que dan como propinas estúpidos alagos.

Pero eso no es lo peor.

Tiene que usar una falda. Una demasiado corta para mi gusto, en la que sus pálidas piernas y muslos resaltan. Esa maldita anciana la contrató para atraer clientes masculinos al lugar. Quiere su cocina llena de hombres que consumen comida como cerdos en un chiquero.

No puedo permitir eso.

El pago es una miseria. No se compara con las migajas que están en el suelo de mi departamento.

Hablé con Jiwoo en cientos de ocasiones. Siempre que tenía la oportunidad le recordaba que podía pagar un mejor departamento para ella. Todos sus gastos correrían por mi cuenta pero la única respuesta que podía darme se resumía en un rotundo no. Es una adolescente muy terca.

Así que usaría esta pequeña celebración para tratar de cambiar su opinión.

"¿Jiwoo?"

La menor se sobresalta cuando acaricio su mano en el sucio e incómodo sofá. No hay mucho contacto físico entre nosotras. Acaricio su mano en ocasiones y le doy abrazos cada vez que la veo. No es suficiente para mí pero ella se siente cómoda con esos pequeños gestos de cariño y esa es mi prioridad por ahora.

Por alguna razón no está muy familiarizada con el contacto físico.

"Ah... felíz cumpleaños, Soo"

Me sonrió con ternura. La forma en la que sus ojos se hacen pequeños me vuelve loca de amor.

"Hoy lo has dicho cinco más de cinco veces. Te llamaba para otra cosa"

Ella asiente, permitiéndome continuar.

"Solo quiero hablar sobre... tú sabes. Este lugar y tu trabajo"

"Dije que no puedo aceptar tu ayuda y no voy a hacerlo Soo. Lo siento"

"Solo quiero que estés bien. Está en mis manos ayudarte y quiero hacerlo"

Si ella no acepta...

Seré más insistente.

"¿Por qué estás tan interesada en mí?"

La pregunta del millón.

"¿Por qué no lo estaría?"

No conforme con mi respuesta, apreta sus labios.

"Nunca se habían interesado de la misma forma que tú. Se siente raro recibir toda esta atención"

Tanta inocencia no podía ser real. Era una enorme porción de pureza para una sola persona.

Y... ¿a qué se refería con eso?

Toda la atención del mundo debería ser para ella. La mía lo sería.