El chico en la fotografía [HUNHAN]

Capítulo 2.

Ordenar sus pertenencias no era una tarea tan fácil. Baek Hyun se quedó ayudándolo y no fue sino hasta que el reloj marcó las veintidós horas que reconoció lo agotado que se sentía, a la vez que su estómago le empezaba a recordar que no habían cenado.

—Chan Yeol ya está preocupado por mí —mencionó con un pucherito en sus labios y volteó su teléfono celular para que Se Hun pudiera ver en la pantalla los diferentes mensajes por parte del novio del castaño.

—Dile que venga —sonrió el más alto—. Pediré una pizza para los tres.

—¿Una? —Alzó una ceja.

—Tienes razón, eso no será suficiente. Pediré dos pizzas.

Una media hora después, los tres chicos estaban sentados en el comedor de Se Hun, disfrutando de una cena que, a pesar de estar siendo servida algo tarde, les venía muy bien. Chan Yeol era el más alto entre ellos, aunque sólo por dos centímetros que le sacaba a Se Hun; tenía piel blanca, cabello negro y brillante mirada del mismo color.

Llevaba tres años siendo el novio de Baek Hyun y, desde que Se Hun había mencionado que quería mudarse, se habían puesto como objetivo comprar aquel apartamento para comenzar a vivir juntos. A ambos los emocionaba mucho la idea y el pelinegro más bajo no tenía problema alguno con vender su antiguo hogar a ese par de buenos amigos que había conocido en sus años de preparatoria.

—Te encuentras... especialmente callado hoy, Se Hun —no pudo evitar señalar Chan Yeol tras limpiarse la comisura de sus labios con una servilleta—. ¿Está todo bien?

—Estuve viendo entre las fotografías que tomé años atrás y encontré una que llamó mucho mi atención —explicó de manera sencilla—. No puedo recordar nada... No sé dónde la tomé ni cuándo, tampoco reconozco al chico que está en ella, pero en verdad quisiera hacerlo.

—¡Y no me dijiste nada! —Se quejó el castaño, cruzando los brazos por encima de su pecho y mirando a su amigo como si estuviera realmente indignado—. Déjame verla.

—De acuerdo. La traeré antes de que explotes —bromeó.

Se Hun se levantó y se aseguró de lavar bien sus manos antes de agarrar una vez más la fotografía del chico cuya identidad seguía siendo un misterio hasta ese momento, pues no quería ensuciarla. La llevó de regreso a la mesa y finalmente se la enseñó a sus amigos.

—Oh, este chico... Estuvo con nosotros en la universidad, ¿no? Era dos o tres años mayor que nosotros —comentó Baek Hyun—. Ah... ¿Cuál era su nombre? Yo tampoco lo puedo recordar —frunció el ceño.

—Estoy seguro de que lo he visto antes —murmuró Chan Yeol, observando también aquella fotografía con atención.

Se Hun entonces pensó en sus años como estudiante universitario. Había creado varios lazos amistosos a lo largo de aquella época, pero tal vez no había sido tan fuerte el que creó con el chico al que deseaba reconocer.

—¿Su apellido no era Lim? Estoy casi cien por ciento seguro de que tengo razón —Baek Hyun seguía haciendo un esfuerzo por encontrar el nombre correcto.

—Hmm... Creo que no... —Contestó Chan Yeol tras pensarlo durante varios segundos—. No me suena.

—¡Oh! Pero sí empezaba con la letra L, ¿no es así?

—No estoy tan seguro. ¿No tenía un apodo o algo por el estilo? —Soltó un suspiro—. ¿Tú qué opinas, Se Hun?

—Opino que, aunque me tarde, lo averiguaré todo —sonrió.

¡Y sí que estaba hablando en serio! A la mañana siguiente, tan pronto como abrió los ojos, Se Hun ingresó a su antiguo perfil de la universidad en la que estudió. Desde ahí podía acceder a un registro de todas las listas en las cuales él estuvo anotado oficialmente como un alumno. Si bien el chico al que había capturado con su cámara era mayor, existía la posibilidad de haber llevado por lo menos una clase juntos en algún momento... O eso quería creer.

Continuará.

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Buenos días, lobitos. Espero que este capítulo sea de su agrado.