—Lo que estoy entendiendo con esa conversación que me enseñaste es que tú le hiciste una pregunta, él pensó su respuesta, le tomaste una fotografía mientras lo hacía y... ya —dijo Baek Hyun, tomándose la libertad de agarrar una manzana de la canasta que Se Hun tenía en la barra de su cocina antes de ir a sentarse en el sofá—. Ni siquiera puedes recordar qué le preguntaste, pero éramos más jóvenes, así que probablemente era una tontería. Ya, no te comas tanto la cabeza.
Era evidente que el más bajo sólo intentaba animarlo, pues sabía que su amigo no iba a soltar el tema con tanta facilidad y que eso podría terminar en algo malo. No quería ver a Se Hun torturándose por una persona a la cual no era capaz de recordar.
—Sé que parezco un loco, pero en serio quiero encontrar a Lu Han antes de mudarme. Es como si... estuviera atado a esta ciudad hasta que pueda volver a verlo.
—¿Cómo? No te entiendo.
—Yo tampoco puedo entenderlo por completo —admitió—. De una manera u otra, siento que debo salir a buscarlo y ofrecerle disculpas por haberme olvidado de él. ¿Eso se escucha mejor?
—No realmente —soltó una risa suave.
Se Hun lo acompañó poco después, dejando que su mirada se dirigiera una vez más hacia aquella pequeña fotografía que había empezado a cargar a todas partes. Sonrió de lado inevitablemente. Aunque los momentos en los que ese precioso chico castaño estaba presente eran borrosos en su memoria, su corazón le pedía a gritos que no se diera por vencido.
La búsqueda de Se Hun duró por lo menos un par de meses. Parecía ser que Lu Han no tenía perfiles en ninguna red social, no había información útil acerca de él por más que preguntara, la única maestra que parecía recordarlo aseguraba que había regresado a alguna ciudad de China definitivamente... ¡Todo era tan complicado!
Sin embargo, el destino siempre funcionaba de maneras misteriosas. Por eso uno casi siempre recordaba lo que había olvidado cuando dejaba de concentrarse, solucionaba sus problemas cuando dejaba de pensar en ellos... y encontraba lo que quería tan pronto como dejaba de buscarlo.
En una tarde que no se veía muy diferente a las demás, Se Hun tomó la decisión de sentarse en la banca de un parque y sólo observar aquello que lo rodeaba, todas esas pequeñas cosas que eran parte de su vida aunque no siempre se detuviera a apreciarlas.
—Disculpe, ¿puedo sentarme aquí? —Escuchó cómo una chica de largo cabello castaño preguntaba tímidamente, señalando el espacio vacío en la banca que estaba usando Se Hun.
—Claro que sí —le sonrió con amabilidad—. Adelante.
—Gracias.
—No es nada, en serio.
Después de más o menos dos minutos, la castaña sacó su teléfono celular de su pequeño bolso, mirando un poco sonrojada hacia donde se encontraba Se Hun, como si tuviera miedo de que éste le dedicara una mirada extraña por el tono de llamada que tenía. Tal vez había sido juzgada antes por disfrutar del pegajoso pop.
Se apresuró a contestar, soltando un suspiro de alivio al hacerlo.
—Hola... ¿Ya vienes hacia acá? Yo acabo de llegar —se acomodó mejor en la banca—. Oh, ya veo... Sí... No te preocupes, ya no estás tan lejos. Sólo cuelga y date prisa. Aquí te espero, Lu Han.
El pelinegro volteó a ver a la chica en cuanto escuchó ese nombre y, a pesar de que su garganta se secó por varios instantes, logró hacer la pregunta que tanto ansiaba una vez que la castaña finalizó con la llamada telefónica. No podía quedarse con la duda.
—¿Te vas a encontrar con un chico llamado Lu Han?
—Sí... ¿Por qué? —Lo miró con cierta curiosidad—. ¿Lo conoces?
—Es lo que me gustaría preguntarte a ti —confesó levemente sonrojado antes de sacar la fotografía que ya se había acostumbrado a cargar, misma que después le pasó a la jovencita sentada a su lado—. ¿Es... el mismo Lu Han al que estás esperando?
—¡Sí! —Exclamó con cierta sorpresa—. Perdón, pero... ¿Quién eres tú exactamente?
—Mi nombre es Oh Se Hun y... tengo tantas preguntas —rio un poco—. ¿Está bien si me quedo aquí y esperamos juntos?
—De acuerdo —respondió, sintiéndose más tranquila—. Por cierto, yo soy Dilraba —se presentó también.
Continuará.
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A este fanfic le queda un capítulo, tal vez dos.
¡En fin! Actualizo porque hoy es el cumpleaños de Se Hun. ~ 🤩 No quería dejarlo pasar.
Gracias por leer, lobitos preciosos.
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El chico en la fotografía [HUNHAN]
FanfictionSe Hun está preparándose para dejar Seúl atrás y comenzar una nueva vida en Daegu, pero siente que no puede irse sin resolver un misterio. ⚠ PROHIBIDO COPIAR O ADAPTAR ESTA HISTORIA.