Bella Malfoy

PRÓLOGO

-Bella, es hora de irnos-

Scorpius Malfoy llamó a su melliza. La castaña reaccionó al llamado de su hermano. Se encaminaron hacia la sala en la que se celebraría el funeral de su difunta madre.

Allí se encontraban personas que no conocía, pero que seguramente sus padres y abuelos sí.

Bella simplemente acompañaba a su padre, el cual saludaba y recibía el pésame de los invitados, la joven los miraba y les daba una leve sonrisa para agradecerles por venir. Vio confundida como su hermano abrazaba a un chico de seguramente su edad, Draco le indico que se acercara junto a él, le explico que eran los Potter, y cuando estuvieran junto a ellos Bella reconoció al que antes abrazaba su hermano como a Albus Potter, el mediano de los 3 hermanos, el compañero de su hermano y mejor amigo. Pasó su mirada a los dos adultos que hablaban con su padre, Harry y Ginny Potter, el niño que vivió y la jugadora de Quidditch.

El señor Malfoy presentó a Bella, esta sonrió desde donde se encontraba, al lado izquierdo de su padre, donde solía estar su madre. Decir que la joven no era guapa sería una gran mentira, había recibido los genes Black de su abuela, el pelo oscuro y los ojos preciosos, un verde esmeralda que compartía con aquella mujer que todos recordaban.

Bella recorría toda la sala con la mirada, buscándola, y en una de las esquinas la encontró, sonriendo como solía hacerlo, con esa sonrisa que tanto odiaba. Apartó la mirada enseguida y la dirigió a la puerta por donde entraban Ron y Hermione Weasley, junto a su hija mayor Rose Weasley, una chica con el pelo castaño rojizo. Los tres se acercaron donde estaban ellos, y Bella se fue al lado de su hermano, le aburría lo que venía ahora, además le dolían las mejillas de tanto sonreír.

-Scorp, estoy cansada- La castaña apoyó su cabeza en el hombro de su hermano. -¿Crees que si me voy alguien se dará cuenta? De todos modos soy nueva para todos, "El secreto de la familia Malfoy", es un buen titular- Los mellizos rieron por las ocurrencias de la chica.

-Lo siento Bella, pero has llamado la atención de todos aquí, será muy difícil irte sin que alguien quiera preguntarte algo- El rubio miró de reojo a su hermana, abrió los ojos al darse cuenta de que su mejor amigo seguía a su lado- Albus, me había olvidado de que estabas aquí- soltó una risita- Esta es mi hermana Be...-

-Puedo presentarme sola Scorp- La joven interrumpió a su hermano - Encantada, Bellatrix Malfoy, pero llamame Bella- Extendio su mano hacia el de pelo negro- Eres Albus Potter, no hace falta que me lo digas, mi hermanito ya me lo ha comentado, en cada carta- Scorpius le da un codazo a su hermana- Jajaj, perdón-

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El funeral fue justo como Bella se lo imagino, aburrido, largo y pesado. Lo único que hizo fue mirar el ataúd donde estaba su madre bien vestida y elegante, con los ojos cerrados y flores adornando su pelo, parecía toda una princesa. Podía escuchar a personas hablar, dirigiéndose a Astoria por última vez, pero no era capaz de entender nada de lo que decían, tampoco es como si quisiera hacerlo, pero se sentía bajo del agua, solo podía oír sus latidos, y sabía porque pasaba eso. Podía sentir su mirada en ella, sentía cómo la miraba esperando a que se desmorone. Pero Bella no lo haría, cerró los ojos y tomo una respiración profunda, levantó la vista y miró hacia el frente cruzando la mirada con la tal Rose, esta le sonrió, Bella le devolvió la sonrisa y siguió observando a los invitados, ninguno le pareció interesante, miró a su hermano que estaba a su lado, Scorpius tenía la mirada apagada, unas pocas lágrimas recorrían sus mejillas, Bella las secó con la manga de su vestido, su hermano le sonrió, con la otra mano, Bella entrelazo los dedos con los de Scorpius. Se sonrieron mutuamente, estaban juntos después de 3 años, y jamás volverían a separarse.

Draco observaba a sus hijos en silencio, había echado de menos a su pequeña, Astoria decidió que Bella debería ir a BeauxBeatons, para mejorar su comportamiento y parecer una señorita. Draco no quería discutir con su mujer, ese día había tenido complicaciones con un paciente y estaba cansado, así que simplemente aceptó sin medir las consecuencias que sucederían en la vida de su hija.

Esa escuela fue lo peor para Bella, no encajaba, NO LE DEJABAN JUGAR QUIDDITCH, en vez de eso tenía que dar clases de como comer, sentarse y caminar como una señorita. Fue un infierno, menos mal que por fin había acabado.

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La Malfoy Manor se quedó vacía, sólo quedaban los que viven ahí, Bella y Scorpius estaban sentados en el sofá, Bella acariciaba la cabeza de el chico, jugando con las puntas de su pelo, el rubio casi se dormía. Draco entró en escena, sonrió al ver a sus hijos y se sentó al lado de la castaña, soltando un suspiro exagerado haciendo que los adolescentes le miraran.

-Hola- El mayor les sonrió dándoles a los dos en la frente, haciendo que se quejaran al mismo tiempo, lo que hizo reír a su padre -¿Qué era eso que le hacías a tu hermano, Bella? Parecía estar relajado-

Bella entendió a su padre, les dejó acomodarse y los dos hombre se tumbaron es sus piernas haciendo más fácil el acariciarles la cabeza, notó como su padre relaja su cara, entendía el estrés por el que estaba pasando, al fin y al cabo, su mujer había muerto, la mujer que había estado a su lado a la hora de valerse por sí mismo frente a la sociedad, Astoria le había apoyado Draco se mostró como era frente al mundo, cuando todos le aborrecían, cuando le juzgaban por todo lo que había hecho a partir de su padre. Bella entendía a su padre como si fuera su mejor amigo, al cual había que ayudar cuando hacía algo mal.

-Creo que deberíais iros todos a dormir- Narcissa Malfoy había estado observando como la pequeña familia hablaba y bromeaba -Es tarde y mañana tenéis que ir a comprar las cosas para el nuevo curso- les recordó. Los mellizos se miraron y salieron corriendo a irse a dormir.

HE VUELTO, si, y os traigo este precioso prólogo con 1060 palabras, todo lo he cambiado, la mentalidad de Bella, y voy a centrarme en más personajes aparte de en ella.

Pero bueno, espero que os guste, y que disfrutéis de todo lo que se viene