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POV's Chūya

—Te dije que lo haría otra vez— recriminé mientras tomaba su brazo izquierdo y limpiaba la sangre seca —por qué sigues con él? Solo te lastima— pregunté, aunque ya sabía la respuesta.

—Sabes, lo sigo amando,— siempre lo mismo —pero ya no quiero esto— me contó mientras comenzaba a llorar —, ya no quiero estar con él, quiero irme de su lado— dijo entre lágrimas y voz entrecortada, para luego abrasarme y poner su cabeza en mi hombro —Chūya ayúdame, por favor—.

—Claro Akutagawa, cálmate— correspondí al abrazo y empezé a acariciar su cabello —no sabes lo feliz que me haces al querer dejar a Dazai, eres muy valiente— lo separé un poco para poder mirarlo a los ojos y le dí un beso en la frente. —Quedate ésta noche conmigo, ya mañana vamos por tus cosas al departamento y te puedes quedar aquí hasta que tú quieras— propuse con la ilusión de que aceptara. Siento que estará más seguro conmigo que con el maldito de Dazai.

—En serio?— asentí con una leve sonrisa —muchas gracias— agradeció mientras quitaba las lágrimas de sus mejillas.

Luego seguí limpiando sus heridas, mientras estábamos en un lindo silencio en mitad de la noche.

—Listo, terminé— dije ajustando la última venda en el otro brazo del azabache. —vamos a dormír— dije y me levanté del piso para ayudar a Ryū a ponerse de pie —Están bien las vendas? No te duelen?— pregunté claramente preocupado.

—Ya no duelen— contestó mientras nos dirigíamos a mi habitación. —Perdón por siempre venir contigo cada que me pasa algo, y más a media noche— habló al mismo tiempo que miraba hacia el piso, sentía pena —Pero será la última vez que pasa— sonrió al decir esto. Yo también espero eso, ya no quiero verlo sufrir.

—No te preocupes Aku, siempre estaré para tí— ya habíamos llegado a mi cuarto, y puse mi mano en su mejilla para acariciarla con cariño. —Bueno, déjame buscar algo de ropa para que puedas dormír— busqué en mi cajonera para sacar una playera holgada y unos shorts de algodón. Se los dí y él se fué a cambiar al baño, cuando salió caminamos hacía la cama y nos acostamos uno al lado del otro.

—Chūya— me llamó, y yo dirigí mi mirada sobre él —gracias por todo, eres mi mejor amigo, te quiero— dichas éstas palabras mis mejillas se sonrojaron. Que bueno que la luz está apagada.

—Yo igual te quiero Ryū— contesté tomándole de la mano.

Al cabo de unos minutos Aku se quedó dormido a lado mío, aún con las manos juntas. Se ve tan lindo y tranquilo

Y poco después yo también caí en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente me desperté sobre las 9 am; volteé a ver a Akutagawa, seguía durmiendo tan plácidamente. Debe estar agotado, lo dejaré dormir más.

Salí del cuarto y caminé hasta la cocina para preparar algo de desayunar. Pasada una hora hice arroz y pescado a la parrilla; limpié todo lo que había usado para cocinar y fuí a despertar a Aku.

—Aku, ya está el desayuno— hablé mientras veía como se movía entre las sábanas de mi cama.

—Hola Chūya— dió un bostezo y se estiró levemente.

—Hola Aku; ya está el desayuno, vamos a comer— volví a decir mientras le daba una sonrisa. Y así ambos fuimos a desayunar en el pequeño comedor de mi sala. Al terminar de comer ví el plato de Ryū y solo comió la mitad. Por qué no te gusta comer?. Oye,— dije para llamar su atención —hay higos en el refri— sonrió al oír eso, te encantan los higos.

╏ ChūAku ╏one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora