capítulo: 4.

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Me dirigí hacia la cocina para tomar un vaso de leche, ya que la leche siempre me relajaba y me ayudaba a dormir.

Abrí el refrigerador y saque la leche.

-¿Mabel? ¡Mabel! ¿eres tú?- escuché a mi tía Mary gritar cerca de la cocina.

-No, soy yo- dije mientras ella entraba a la cocina y me miraba con cara de fastidio.

-Me había olvidado de ti, necesito que desaparezcas toda la tarde, vendrán unas amigas y no quiero que te vean.

-Claro- dije tratando de no darle mucha importancia, mientras le daba la espalda y bebía mi leche.

-No se ni porque te lo digo, siempre desapareces en las tardes ¿donde rayos te vas?

No les había contado a mis tías de mi trabajo, Ross y yo trabajamos de meseras en una cafetería y ahorrabamos para viajar a Venecia, solo que desde hace algún tiempo mi intención ya no era solo visitar Venecia.

-Salgo con Ross- le conteste simplemente.

-¿Todas las tardes? ¿me crees idiota niña?

-No todas las tardes, simplemente no notas cuando estoy aquí.

En parte era cierto, y en parte no, apenas notaban que vivía con ellas, pero en verdad salía todas las tardes a trabajar de Lunes a Viernes.

Salí rápidamente de ahí sin escuchar ni una contradicción de parte suya. Subí a mi cuarto, dejé mi bolso en el suelo y me lance a mi cama.

Me sentía exausta mentalmente, los sueños, los recuerdos, me atormentaban cada vez más o mis tías quienes solo me despreciaban y me lo hacían saber cada vez que podían.

Traté de dormir un poco, pero no podía, al parecer esta vez la leche no sirvió, tenía la mirada puesta en el techo, tratando de pensar en la nada.

....................

-¡tendrás una cita con Bert!- Gritó Ross ya en el trabajo mientras ordenabamos las mesas, le había contado lo que paso con Robert.

-shhh- dije lansandole una mirada asesina- no grites.

-okay, es que me sorprendió.

-No te emociones que no es ninguna cita y todavía no se si aceptaré.

-Claro que es una cita, estarán los dos solos ¡EN SU CASA!

-Con sus padre, en su sala, a vista de ellos- dije corrigiéndole.

-Eso es lo de menos, además ellos te adoran y no les importaría dejarlos solos.

-Cállate y trabaja- dije ya fastidiada por sus comentarios.

Ella solo sonrió e increiblemente se callo. La tarde pasó tranquila y rápida. Al salir acompañe a Ross a su casa y luego me fui a la mía.

Los días pasaron normalmente, los sueños seguían, estaba con Miles por un momento y luego desaparecía, odiaba eso. Los examenes mantenían mi mente ocupada por lo cual estaba agradecida.

El viernes después de clases, me encontraba con Ross esperando a Bert en la entrada del colegio.

-Al fin, no más clases, no mas exámenes, no más escuela- dijo Ross sonriendo enormemente.

-No te animes tanto que sales del colegio y entras a la Universidad.

-Ammm... Respecto a eso, estoy pensando en tomar un año sabático tú ¿que piensas hacer?

-Aún no lo sé...- dije

-Por sierto... ¿Podrías aconpañarme a comprar un vestido para el baile de mañana?

Oh, no, no, no, ir de compras con Ross era una tortura, de prueba vestidos en todas, absolutamente todas las tiendas y al final decide por el primero que se probó.

-Lo siento, no puedo, tengo compromisos.

-¿A si? ¿con quién?- pregunta dudosa.

-pues con... -justo se hacercaba Bert desde detrás de ella- con Bert.

-yo ¿que?- dice el mencionado.

-¿Saldrás con Sarah esta tarde?

-Si, ya acorde salir con él esta tarde, lo siento Ross- dije dándole una mirada a Bert para que me comprendiera.

-si, la invite a tomar un helado y ella accedió- dijo mirandome fijamente, sabía que hablaba enserio y tendría que ir si no quería acompañar a Ross.

-Esta bien- dijo Ross no muy contenta- le diré a alguien más que me acompañe, pero cúbreme en el trabajo.

Decidimos ir a almorzar otra vez hamburguesas y cuando terminamos, Bert nos acompañó a nuestras casas otra vez.

-Dime, ¿de qué te salve esta vez?- dijo cuando estabamos afuera de mi casa.

-De ir a comprar ropa con Ross- hice una mueca.

-entonces me debes una muy grande ¿vendrás a ver una película conmigo mañana?-dijo sonriendo.

-No, no creo que...

-Entonces iremos por un helado hoy.

-Pero tengo trabajo y...

-Sales a las 8, te iré a recoger e iremos por un helado.

-Esta bien- dije suspirando rendida- nos vemos- me acerque, le di un beso de despedida en la mejilla y me entre dentro de mi casa.

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Hola!! Bueno, eh aquí otro capítulo desde hace bastante tiempo xD lo siento n.n gracias por leer!!!
Atte: A.

Recuerdos DolorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora