Capitulo: 2 Frío

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-No puedo creer que esta sea nuestra última semana de clases- dijo Ross mientras salía del baño- digo, no es que vaya a extrañar las clases, pero...- se interrumpio al mirarme- ¿te pasa algo?

-¿Ah? No, no, solo pensaba- dije y ella entrecerro los ojos mirándome- en la última semana de clases, ya sabes, últimos exámenes, últimos trabajos...

- No me hables de exámenes, esa profe de biología me odia, el otro día...- dijo quejándose mientras se cambiaba y terminaba de alistarse, mientras yo la esperaba sentada en su cama.

Ambas somos de la misma altura, ni bajas, ni altas, de contextura delgada pero la diferencia era que ella tenia unas curvas qur mataban, yo tengo el cabello castaño claro, ella lo tiene negro y ambas somos de tez clara.

Cuando ya estaba lista, nos fuimos hacia el colegio mientras ella no paraba de hablar, yo simplemente asentía con la cabeza.

-¡Sarah!- gritó cerca de mi oído.

-Auch ¿por que gritas?

-No me estas escuchando- se quejo.

-Claro que si

-No, no lo haces, vamos es un gran día no hace frio, ni calor, es nuestra ultima semana de clases y adivina- dijo mirandome sonriente.

-¿Que?-

-¡Tomas preguntó por tí!- dijo emocionada.

-¿ah, si? ¿que te dijo?- dije sin mucho interés.

-Creo que te invitará al baile de fin de año.

-Puff- bufé- pues pierde su tiempo, no iré.

-¡Oh, vamos! Es Tomas Hamilton, el bombonaso que toda chica quiere Sarah, incluyendome a mí.

-Pues quédatelo, yo no iré a ese baile.

-Pero es el último baile, tienes que salir, divertirte un poco...

-Tengo suficiente diversión en la escuela y el trabajo.

Ella solo rodó los ojos y seguimos caminando hacia el colegio en silencio.

Nos tocaba historia a primera hora y nos sentamos a mitad de clase, como siempre, Ross a mi derecha y a mi izquierda, dos pupítres mas adelante estaba Tomas, no podía negarlo, era muy lindo, alto, tez clara, rubio, ojos color avellana y en muy buena condición física, era el típico chico que todas querían.

Anteriormente me gustaba no lo iba a negar, pero no estoy interesada en estar en alguna relación en este momento.

-Se nota que te lo estas comiendo con la mirada- dijo Ross, sacándome de mis pensamientos.

-Claro que no- dije apartando la mirada vergonzosamente.

-Nadie te puede amiga, es tan...

En ese momento entró el profesor saludando e interrumpiendo a Ross, la clase transcurrio normal a exepción de que capte a Tomas mirándome un par de veces, pero simplemente lo ignoré.

A medio día decidimos ir a comer algo y como siempre Albert, nuestro mejor amigo, nos esperaba en la entrada del colegio, él esta en un curso menos que nosotras, es alto, delgado, tez morena, ojos cafes y tiene una sonrisa que derrite a cualquiera.

Lo invitamos a comer con nosotras y nos estaba llevando donde según él, preparan las mejores hamburguesas.

Estábamos caminando y entonces pasa un niño corriendo por mi lado y tropieza conmigo haciendo que tumbe un par de cuadernos que tenía en mano, él se detiene, mira mis libros y los recoge.

-¿pero acaso estas ciego?- dijo Ross.

- Solo es un niño- la tranquilizo.

-Lo siento- dijo entregandome mis libros, yo me agache hasta quedar a su altura, el niño no tendria mas de 7 años.

-No hay problema amigo, dime ¿por que corrias?- pregunte dulcemente no queria que piense que estaba molesta.

-Estaba ganando una carrera a mi hermano- dijo sonriente.

-¡Miles!- se escucho un grito de alguien cerca.

-¡Aquí estoy hermano!- grito el niño y me quede helada en ese momento.

-¿te llamas Miles?-pregunte con un hilo de voz.

-Si y él es mi hermano- -dijo apuntando a un chico que se acercaba.

Mi piel se me erizó, empecé a sentir el mismo frío de siempre y no pude evitar que los recuerdos aparescan.

Recuerdos DolorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora