𝐶𝑎𝑟𝑚𝑖𝑛 • [Jaesahi]

3

Asahi está caminando hacia su salón y todos en el pasillo le miran.

El carmín sube a sus mejillas cuando escucha a unas chicas murmurar un: "él es el chico al que Jaehyuk llevaba en brazos".

No está acostumbrado a que lo miren. Había aceptado hace bastante ser el fantasma de la escuela y la verdad es que estaba bien así. No necesitaba que más personas lo conocieran, no necesitaba tener muchos amigos, con Bang Yedam era más que suficiente.

Y hablando de ese bastardo traidor...

–¡Yedam!–Grita Asahi cuando le ve pasar por el pasillo.

–Hermoso.–Le saluda Yedam y el carmín en las mejillas de Asahi incrementa.

No importaba el tiempo que llevaran siendo mejores amigos, Asahi siempre se sonrojaría cada vez que Yedam le llamara de esa manera.

Cuando Asahi está por fin frente a Yedam, le da un golpe en el pecho.

–¿Por qué le diste mi número a Yoon Jaehyuk?–Pregunta enseguida.

–Vale, primero: auch.–Dice divertido sobándose la zona golpeada.–Y segundo: él me lo pidió.

–¡¿Y sólo por eso decidiste que era bueno dárselo?!

¡Bueno es que era el colmo, en serio!

–Él fue demasiado insistente. De verdad, me negué todos estos meses pensando que se hartaría, pero siguió insistiendo y pues yo-

–Espera.–Lo detiene Asahi.–¿Dijiste "estos meses"?

–Ajá.–Asiente y Asahi enarca una ceja, pidiendo silenciosamente explicaciones.–Oh, demonios. –Yedam se da un golpe en la frente.

Acaba de meter la pata.

–¿Yoon Jaehyuk ha estado pidiéndote mi número a saber cuántos meses atrás y tú vienes a decírmelo hasta ahora?

–No se supone que lo supieras, en realidad.–Dice rascando avergonzado su nuca.–Él me pidió que le guardara el secreto. Tenía miedo de que te alejaras enseguida creyendo que era una especie de psicópata.

–Pues eso es exactamente lo que parece.–Asahi frunce su ceño.

–Vamos, hermoso, ni siquiera lo conoces. No puedes juzgarlo antes de tiempo.

–Eso es exactamente lo que mi madre me dijo, ugh. ¿Se ponen de acuerdo o qué demonios?

Yedam ríe y acaricia la barbilla de Asahi. Éste enseguida se sonroja.

▪▪▪

Ambos chicos están en la cafetería. Asahi ya había ido al baño a aplicarse más pomada con olor a mierda y cambiar su bendita. Yedam a su lado tenía puesto un brazo sobre el respaldo de su silla y compartían los auriculares escuchando música del celular de Yedam, mientras que Asahi continuaba con su lectura.

No había podido ir a comprar unos nuevos anteojos, pero no era como si realmente los necesitara con urgencia. Su vista, según le dijeron, sólo estaba "cansada" y necesitaba utilizar los anteojos cuando leyera por un buen rato para no afectar su vista y que se convirtiera en un gran problema.

Pero por una ocasión que no los utilizara no pasaría nada.

Da vuelta a la página y está comenzando a leer la primera palabra cuando su celular vibra en su bolsillo.

Con el ceño fruncido en confusión, deja el libro sobre la mesa colocándole antes el marcapáginas y saca su celular. La pantalla le anuncia un nuevo mensaje.