Capítulo 8

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No fue hasta que escucharon el ruido de un ciervo a la lejanía, que ambos jóvenes despertaron, tenían mal aspecto, estaban despeinados y con la cara sucia, pero no pasó mucho, antes de que notaran que faltaba poco para el amanecer y que estaban aún en la montaña a las afueras del Receso de las Nubes, tenían que regresar rápidamente y sin ser vistos o se llevarían un peor castigo que la vez anterior.

Casi corriendo ambos chicos llegaron a la barda perimetral del receso de las Nubes, si corrían con suerte, no habría nadie vigilando para esa hora, aunque bien ya podía ver subordinados despiertos. El primero en asomarse fue Mo Xuan Yu, quien seguía vestido como una chica y además tenía un fuerte dolor de cabeza a causa de todo el alcohol que había bebido anoche.

–Despejado...– Susurro a su amigo, quien le impulsó para que pudiese subir el muro.

Xue Yang, en cambio, subió con un pequeño salto y luego otro para estar de nuevo en el suelo. Ambos chicos caminaron a hurtadillas hasta los dormitorios, tuvieron mucha suerte, pues al ser un día libre, no muchas personas, salvo los miembros del clan Lan, estaban despiertos, por lo que los pasillos de los dormitorios para invitados estaban despejados.

Con cansancio y como si los pies les pesaran una tonelada, caminaron a sus habitaciones, pero antes Xue Yang entregó el uniforme y demás pertenencias a Mo Yan.

–Espero que no pesques un resfriado– Le comento, tocando la pequeña nariz del menor, la cual estaba fría y enrojecida, antes de darse la media vuelta y entrar a su habitación. Mo Xuan Yu sonrió por el tierno gesto por parte de su amigo, para por último entrar a su propia habitación.

Era una suerte no tener compañero, no tenía que guardar silencio, ni cambiarse de inmediato o dar explicación alguna de su aspecto, solo camino a la cama mientras deshacía el lazo alrededor de su cintura, dejando caer las suaves telas en el piso, quedando solamente en ropa interior. También soltó el lazo en su cabello para por fin meterse en la comodidad de su cama, quería tener al menos dos horas de sueño decente en una tibia y cómoda cama.

No despertó sino hasta cerca de las cuatro o cinco de la tarde, tenía tanta suerte de que fuera un día libre, de lo contrario se hubiera metido en un problema. Con algo de pereza en sus acciones, Mo Xuan Yu se levantó de su cama, tomó un paño que mojo con algo de agua fría y limpio su rostro, sería bastante vergonzoso ir a darse un baño con tal aspecto. Una vez que el maquillaje por fin desapareció de su tersa piel, busco una túnica limpia y salió de su habitación para darse un baño. Como lo había supuesto, había pocos chicos en los pasillos, probablemente la gran mayoría habían salido a pasear a la ciudad o por los bosques cercanos.

Después de asearse y estando con mejor aspecto, Mo Xuan Yu camino a las cocinas, deseando que estas estuvieran vacías y para poder tomar algo de comer, su estómago estaba tan hambriento que incluso la sopa amarga de Gusu sonaba apetitosa en aquel momento.

Cada paso que daba Mo Xuan Yu era como la ligera pisada de un gato, bastante silenciosa y discreta, asomó ligeramente su cabeza por entre las cortinas que cubrían las puertas de las cocinas, no había nadie, por lo que dio un paso más.

–Te meterás en problemas.

Una voz se escuchó detrás y Mo Yan pudo sentir cómo su corazón dejó de latir por unos segundos, su cara se había puesto pálida y un sudor frío recorría su espalda entera, pero esto no era tanto por haber sido descubierto, sino más bien porque quien le había atrapado con las manos en la masa era...

–Ze-ze Wu Jun...

La cálida sonrisa del mayor relajo un poco la situación y el menor no pudo evitar sonreír de vuelta, aunque con un poco de timidez.

Mo Xuan YuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora