Siempre siguió las órdenes de los demás. Pero conforme pasaba el tiempo, las expectativas crecían, sus hombros dolían por cargar con ellas y tener que cumplirlas.
Todo su cuerpo pesaba para ella misma, y a la vez era tan ligero para ellos como para...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estando de vuelta en la mansión se la habían pasado conversando. Kirari le comentó algunas cosas sobre la academia, lo que había vivido en algunos viajes y demás cosas interesantes. Le agradaba ver la expresión de curiosidad que hacía su gemela al escuchar los relatos. Le hacía ver como una niña pequeña.
En algún punto la escena de ellas de pequeñas jugando y contándose todo apareció en su cabeza y sólo pudo sonreír. Asimismo, Ririka le habló sobre algunos cambios que había hecho en su rutina, y de las próximas decisiones que planeaba tomar en un futuro.
También le contó sobre la chica rubia con quien conversó en el parque. Kirari parecía querer indagar más y le preguntó sobre su apariencia, ella describió su hermoso cabello con ese característico brillo, sus bellas facciones y que parecía ser un poco más joven que ella. Mientras iba describiendo lo anterior, el rostro de Kirari se tornó serio y ambiguo, lucía muy pensativa y aunque su hermana le preguntó si todo estaba bien ella no mencionó nada y cambió de tema.
Las horas se fueron volando por lo que Kirari debía irse. Tenía otros asuntos que atender, sólo los dejó de lado por un rato porque deseaba ver a su hermana. Por supuesto no lo admitiría en voz alta.
Le comentó a su hermana que ya tenía que marcharse dado el tiempo así que se despidieron. — Mientras no podamos vernos continuemos comunicándonos por el celular para seguir hablando sobre lo de antes. — Mostró su celular a Ririka, quien asintió y prometió que lo mantendría en mente.
Cuando estuvo a punto de abrir la puerta se detuvo, volteando a ver a su hermana. — Hay algo más que quiero saber. La chica de la que hablaste antes, ¿cuál es su nombre?
La pregunta extrañó un poco a Ririka. — ¿Su nombre? Uh, es Saotome Mary. — Cuando terminó de oírlo su expresión era de confusión. Sin embargo, Ririka no pudo verlo ya que ella volvió a mirar hacia la puerta.
— Saotome... Mary. — Habló detenidamente. Había algo que no le dejaba estar tranquila respecto a ese nombre, algo no iba bien.
— ¿Está todo bien? — Se preocupó la gemela mayor por su comportamiento. Al pensar mejor cómo estaba actuando, Kirari volvió a mirarla con su expresión usual para no causarle una inquietud innecesaria.
— Lo está. Sólo me cercioraba de haberlo escuchado bien. — Abrió puerta y salió mientras volvía a despedirse. Dejando a la Momobami mayor un poco desconcertada.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
