Between Guilt and Will | Meariri

VI

La temperatura había bajado un poco debido a la hora que era, todo fue cubierto con oscuridad. Las luces que adornaban todo el lugar podían verse desde esa distancia, unas más lejos que otras, también estaban las estrellas. Pero lo que más resaltaba era ese maravilloso brillo que emanaba la luna, esta era la principal que engalanaba el cielo. Podías admirar esa belleza siendo capaz de ignorar todo el alrededor.

Eso era lo que estaba haciendo, luego de un rato de estar inmersa en sus deberes simplemente se apartó, y al pasar por el ventanal no pudo resistirse a echar un vistazo a través de él. Además, esto lo ocupaba también cuando quería despejarse un poco o necesitaba meditar sobre algo.

Alguien llamó a la puerta, causando que dejara de concentrarse principalmente en lo anterior y permitiera la entrada a esa persona. Después de todo, la estaba esperando.

— Presidenta, buenas noches. — Le saludó, acercándose cuidadosamente hacia ella, llevado consigo una carpeta que agarraba discretamente.

— Buenas noches, Sayaka. — Pasó a abandonar el ventanal y regresar nuevamente al asiento de su escritorio, luego descansó sus brazos frente a ella, dejando una mano encima de la otra. — ¿Hiciste lo que te pedí?

Tratando de conservar su postura mostró la carpeta. — Así es. Busqué entre los expedientes y la información de los estudiantes para encontrarlo. Y aquí está. Es el expediente de la academia sobre Saotome Mary — Pasó respetuosamente la carpeta al escritorio para que pudiera verla por sí misma. — Sin embargo, hace un tiempo se nos informó algo sobre esa estudiante. — Comenzó a jugar un poco con ambas manos por el nerviosismo, buscando las palabras adecuadas.

La presidenta abrió la carpeta encontrándose con una fotografía de la chica, calzaba perfectamente con la descripción hecha por su hermana. Leyó, omitiendo las partes irrelevantes, hasta encontrarse con lo que verdaderamente estaba buscando.

Al notar que Kirari ya había encontrado esa parte, decidió informarle con sus propias palabras. No conocía muy bien los detalles, pero compartió todo lo que sabía sobre el suceso, mientras decía esto observó la expresión de la albina que apenas había sufrido algún cambio.

— ¿Necesita algo más? — Preguntó debido al silencio que se había formado. No sólo tenía que ver con su trabajo, era por su propia preocupación.

— No, todo está bien. Gracias, Sayaka. — Agradeció a su secretaria, quien se alegró internamente por escucharla. — Puedes retirarte.

Aunque todo parecía tranquilo la duda seguía ahí. La curiosidad sólo había aumentado conforme leía más el informe del caso. Con el riesgo de que pudiera reprenderla se atrevió a preguntarlo. — Disculpe, ¿por qué quería saber sobre ella?

Ella miró a Sayaka con una expresión que fue imposible de interpretar para la de menor altura. Pensó por unos segundos y alistó su respuesta. — Curiosidad. — Sonrió al decirla, eso no dejó satisfecha a Igarashi. Pero dada esa respuesta era obvio que no conseguiría nada más, incluso si hacía más preguntas.

Se despidió y salió del lugar. En cuanto se cerró la puerta, la sonrisa que tenía se deshizo, se levantó de su silla y regreso otra vez al ventanal. Tomó su celular y envió un mensaje a alguien. Todavía persistía la confusión, ciertamente, era muy extraño, no podía comprenderlo claramente y eso le llamaba la atención.

Veamos, ahora, ¿cómo puedo decírselo?

Admiraba el exterior mientras la luz de la luna pasaba a través del ventanal y aterrizaba en la mesa, justo donde estaba el expediente abierto, iluminando, irónicamente, la fotografía de Saotome Mary.

...

Había olvidado actualizar. En fin, ya pronto terminará la visión de esta historia. Espérenlo, supongo.