[Capitulo 38]

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Terminamos de comer y volvimos todos a nuestras celdas

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Terminamos de comer y volvimos todos a nuestras celdas.

Luz: bueno descansa reina, y cualquier cosa estamos acá algo--dijo --

Gabi: trata de hablar con el

Yo: si voy a intentarlo

Azul: mucha suerte bella--dijo abrazándome--

Yo: gracias y buenas noches! Mandenle un beso a rosi --dije saludandolas--

Ellas: buenas nochesss!!!

Me di vuelta y ahí estaba toro.

Yo: hola toro

Toro: Zara --me saludo mientras abría la puerta--

Yo: no llego ??--pregunte antes de entrar --

Toro: no --dijo negando con la cabeza--

Asenti con la cabeza y entre.

Yo: buenas noches

Toro: buenas noches --dijo cerrando la puerta--

Y si efectivamente Mateo no estaba.

Dios que cagada me mande.

Necesitaba arreglarlo.

Pero todo esto me daba miedo.

Si

Miedo al amor.

Miedo a depender de alguien.

Miedo a sentir la necesidad de tenerlo cerca.

Pero no puedo volver a tras.

Mateo genera algo en mi.

Y es tan lindo y aterrador a la ves.

Me metí al baño y después de cepillarme los dientes salí.

Ahi estaba el, sentado en un sillón con un vaso de agua en la mano.

Su cara era de cansancio.

Parece que el tampoco durmió bien.

Yo: pensé que no venías--dije cuando me miró--

Mateo:tengo que venir, es mi celda --dijo frío--

Yo: donde estuviste hoy?? --pregunte--

Mateo: te importa?

Yo: por algo pregunto--dije bajo --

Mateo: no debería, no somos nada --recalco con una voz ronca --

Yo: Mateo yo no quería

Mateo: no querías que ?

Yo: no quería que entendiera cualquiera, valoro que quieras cuidarme, y no me disgusta que toda esta cárcel sepa lo que hay entre nosotros--dije nerviosa--

Su rostro cambió, ya no se veía tan serio.

Se levantó de su lugar y camino hasta mi.

Tenerlo tan cerca provocaba que los nervios se apoderaran de mi.

Su mirada se clavó en mi boca.

Yo: solo no quería que estés celoso de él--dije mirando sus ojos café--

Mateo: pero lo estoy --dijo ahora mirando mis ojos -- no sabes lo loco que me volvés zara.

Yo: mateo yo..

Mateo: te quiero comer la boca ya --dijo mirándome con sus labios entre abiertos--

Al no ver mi negación se abalanzó a besarme.

Y claro que no hiba a negarme, lo deseaba y el lo sabía.

Mis manos fueron a mi cadera apretando la fuerte hacia el, y mis manos a su cuello atrallendolo más.

El beso era desesperado, era salvaje, era necesitado.

Y era inexplicable lo que sentía cuando el me besaba, me tocaba o tan solo me miraba.

Su lengua pido permiso para entrar rápidamente y una ves más no me negué a ello.

Un baile que sólo ellas entendían empezó.

Sus labios carnoso me besan de una forma inexplicable.

Agitados nos separamos.

Apoyo su cabeza sobre la mía y con una mano tomo mi mejilla.

Mateo: todos en esta cárcel saben que sos mi chica, y que Nadie puede tocarte un pelo sin que vos lo autorices--dijo mirándome a los ojos-- me vuelve loco el hecho de pensar que alguien que no sea yo te toque

Yo: y a mi me vuelve loca que vos me toques--dije mirándolo sonriente--

Con esto se que le importó.

Y que el también esta sintiendo algo más.

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Ayyyyy se está poniendo buenooo

Miren las historias de Instagram hay mucha info ahí ♡♡

DAYY_SESS 🦋

𝑴𝒊 𝑪á𝒓𝒄𝒆𝒍  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora