La castaña comenzaba a abrir sus ojos lentamente, ya que unas voces la despertaron.
— ¿Estás bien?.– Preguntó Jisoo.
— Vinimos porque nos llamaste, ¿Recuerdas?.– Dijo Roseanne.
— Ah...Sí, sí. Gracias, chicas.– Les sonrió, mientras se acomodaba en la cama.
— ¿Que pasa, Jen?.– Preguntó Jisoo, notando la expresión preocupada, y un poco angustiada de su amiga.
— ¿A mí?. Nada, nada.– Fingió la sonrisa. Aunque ellas se dieron cuenta de aquello.
— Vamos, Jendeuki, puedes confiar en nosotras.– Le sonrió Roseanne.
— Es que...No van a creerme.– Les dijo, bajando la mirada.
— Aún si viste un fantasma, o viajaste en el tiempo, vamos a creerte.– Le dijo Jisoo. sonriendo, y transmitiendo confianza.
— Yo...Vino la muerte...Osea, no la muerte, su hija. E-ella se confundió de persona, y se fue. M-me dijo que me faltaban minutos de vida, pero luego vió un pergamino, y no era yo...Era una tal Samantha Coldverth, o algo así.– Dijo sonrojada. Hasta ella creía que era tonto.
— ¿Su hija?...No sabía que la muerte tenía hijos.– Comentó Chaeyoung.
— Lalisa Manoban. Así se llamaba...O no. Se quiso poner así porque le agradaba el nombre.– Agregó.
— Bueno...¿Estás segura de que no fue un sueño?.– Preguntó Jisoo.
Después de pensarlo un poco, Jennie decidió callar.
— Si, lo más probable es que haya sido un sueño...Es muy tonto, ¿No?.– Hizo un intento de sonrisa. Roseanne y Jisoo se miraron, siendo testigos de la gran mentira.
— Te creemos, Jen – Le dijo Chaeyoung – Bueno, eso nos confirma que debes vivir a tu manera.– Le sonríe, y Jisoo asiente.
Jennie se siente muy agradecida por tener tan buenas amigas.
De pronto, las luces se apagaron, dejando a todas sorprendidas por la profunda oscuridad en la que se encontraban.
— ¿Un apagón?.– Preguntó Jisoo.
Al instante, las luces volvieron a encenderse, mientras todas se miraron confundidas. Pero algo llamó la atención de la castaña...No estaban solas...
— ¡No!. ¡Aún no quiero morir!. ¡Chicas las amo mucho!.– Expresó, alarmando a sus amigas, que intentaron tranquilizarla.
— ¡Jen!, ¿Qué pasa, cariño?.– Preguntó Roseanne, abrazándola.
— Maldita sea, viejo estúpido.– Una voz extraña sorprendió a la pareja.– Hola, de nuevo, niña.– Saludó.– A ustedes también.
— No puede ser...– Jisoo expandió sus ojos al máximo.– ¿E-eres Lalisa Manoban?.
— La misma.– Le guiñó un ojo.– Y no vengo por tu alma, dramática.– Le dijo a la castaña que estaba acurrucada en el pecho de Roseanne.
— ¿No?...– Se separó un poco, dejando ver el brillo de sus ojos debido a las lágrimas.
— Lamentablemente no. Mi padre se ha enterado de que me has visto, y ahora tengo que cumplir mi condena.– Se sentó a la orilla de la cama. Ella vestía una playera negra, de una banda de Rock, y un short que a penas se veía. Sus converse combinaban con su playera, y la hacía tener un estilo único. Traía el pelo suelto y liso. Se veía encantadora. Lo que le llamó la atención a la castaña, es que ya no tenía sus alas negras.
— ¿Condena?.– Preguntó la rubia, curiosa.
— Sí, veras...Debo quedarme en la tierra esperando a que sea el tiempo de Jennie Kim.Ya sabes, su muerte. Mientras tanto, me quedaré viviendo aquí.– Sonrió.
— ¿A-aquí?. ¡Eso no puede ser!. ¿Qué le digo a mis padres?.– Exclamó, negándose rotundamente.
— ¿Entonces me quedo en la calle?.– Parecía pensarlo seriamente.
— ¡Oh, no!. Mejor te quedas...Hasta que consigas otro lugar. Ya veré como me las arreglo.– Ese era el problema de Jennie, era demasiado bondadosa.
— ¡Hecho!.– Aceptó la pelinegra.
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Ángel de la Muerte. | Jenlisa G!P
Fanfiction"¿Qué harías si solo te quedan días por vivir? Eso es lo que le sucede a Jennie Kim" _ ▪︎ Adaptacion. ESTA HISTORIA NO ME PERTENECE. Obra original de nea1010 ▪︎ Tengo el permiso de la autora para realizar esta adaptación.