*Clarys*
Estuve paseando por ese laberinto de pasillos hasta que me choco con una alumna que parece igual o más perdida que yo, pero aún así decidí hablarle.
—Hola, em... ¿No me podrías decir dónde queda la sala de la secretaría por favor? —Le pregunté lo más amable que pude, la rubia arrugó su nariz a modo de disgusto, y se quedó mirándome mal por largo rato, cuando me estoy por quedar sin paciencia y largarme para preguntarle a otra persona habla por fin, pero por desgracia no responde a mi pregunta.
—¿Qué haces con la campera de Lifewell? —Me preguntó más molesta de lo que aparentemente estaba, y alcé mi ceja molesta, miré la campera que llevaba puesta y sólo me encogí de hombros, endurecí mi mirada y respondí cortante.
—Esta campera me la compré por ahí, ¿Me podrías decir dónde está la secretaría por favor? —Ya que la poca paciencia que tenía se esfumó en cuanto formuló la pregunta, mi voz salió más fría de lo que pretendía.—Claro... —Dijo al parecer más calmada, se quedó callada durante unos segundos, sonrió con burla, me miró con superioridad y siguió su camino, hasta que se detuvo detrás mío y susurró— Que no —y se retiró como si se tratase de la mismísima reina del lugar. Rodé los ojos, y suspiré enojada. Me saqué la campera que le robé al chico que me alojó por la noche anterior, y la dejé colgada en mi brazo, me acerqué a otra alumna del colegio y le pregunté por dónde debía ir para llegar a secretaría, y esperaba de corazón que no juegue conmigo porque cuando estoy molesta, no puedo controlar ni mis acciones, ni mis palabras.
—Uh, ¿Nueva? —Preguntó a lo que asentí— Mejor te llevo yo, vamos—Dijo, me tomó de la mano con una confianza que no me agradó y me guió hacia la secretaría, una vez allí tocó la puerta y me dejó sola, mientras se iba a clases corriendo, pues según ella en menos de cinco minutos iba a tocar el timbre que anunciaba las clases.
Una vez que me abrieron la puerta, saludé a la secretaria y ella me invitó a pasar.
—Buenos días alumna, ¿Qué desea? —Preguntó sentándose detrás de su escritorio mientras revisaba papeles.
—Mi nombre es Clarissa Engel, soy nueva en éste instituto, debí de llegar más temprano, pero tuve percances en el camino, me disculpo por eso de antemano —Dije y agaché la cabeza a modo de disculpa, la secretaria me miró confundida, y agarró la ficha de alumnos para revisar.
—Mmm... Clarissa Kim, querrás decir, querida —Me respondió la secretaria mirando lo que al parecer era mi ficha, yo tocí para aclararme la garganta al escuchar el apellido de Luke.
—Oh si... Cierto. Lo había olvidado—Ahogué un suspiro—Clarissa... Kim —Endurecí mi mirada al decir ese apellido y he de admitir que me costó demasiado decirlo
—Bien, éste es tu horario y tu llave de locker —Dijo entregándome ambas cosas, le sonreí agradecida mientras lo tomaba.
—Muchas gracias —Agradecí con ambas cosas en la mano y caminé hacia la puerta con la intención de salir, pero una voz me detuvo
—Espera Engel, casi lo olvido —Me llamó la secretaria, a lo que me giré—. Llamaron tus tutores, pidieron que te retires de inmediato y vayas a casa, y tu hermano pidió que te de esto —avisó, asentí agradeciendo, tomé el pedazo de papel que me tendía y salí del enorme edificio para perderme en las calles de Francia.
Apenas salí del edificio, desdoblé el pedazo de papel que me había dado la secretaria; adentro estaba escrito a las apuradas la dirección de casa y un mapa poco entendible de cómo llegar. Le hice caso omiso al mapa y me tomé un taxi recitando el nombre de la calle directamente. Apenas llegué a la construcción, fui a la cocina por un vaso de agua, y en la mesa de comida había un papel doblado por la mitad, y escrito tenía mi nombre, lo agarré y lo abrí
"Clary, Alex tiene fiebre muy alta, pero como tenemos negocios fuera de la ciudad, se nos es imposible cuidarlo, cuando vuelvas a casa, ve a chequearlo, ¿Quieres?" Sin poder evitarlo rodé los ojos y me encaminé hacia la habitación de mi tan querido hermano.
Al entrar a la habitación, en lo primero que me fijé en la cama matrimonial en el que estaba acostado Alex con ojos cerrados y algo sudado, a un lado de la cama había una mesita de noche, donde se encontraba un vaso de agua con una tableta de pastillas completa, es obvio que los Kims quisieron que Alex tome una, pero al parecer el pequeño terco no se lo tomó. Suspiré con pesadez intentando sacar toda la mala vibra de mi ser, y me acerqué a él, lo desperté e hice que se sentara delicadamente, una vez que él estuvo apoyado en el reposacabeza, alcancé la tableta de pastillas, saqué una, agarré el vaso de agua, hice que mi hermano abriese la boca, y le metí la pastilla, y luego le pasé el agua, una vez que se lo tragó le ayudé nuevamente para que se acueste, toqué su frente con el dorso de mi mano para chequear la temperatura, y me asusté de lo caliente que estaba, me di la vuelta y quise salir de ahí para ir a buscar hielo y toalla, pero su mano me lo impidió.—¿Por qué me abandonaste, Clary? —Preguntó, giré mi cabeza para observarlo, y ahí de nuevo me encontré con sus ojos cafés, llenos de dolor, y no, no estoy hablando del dolor físico. Suspiré nuevamente y me agaché a su lado y junto a ese movimiento traje nuevamente a la Clary del pasado, la que con mucha dificultad y dolor pude enterrarla en lo más profundo de mi ser.
—No lo hice, Lex. No lo hice —Respondí dolida también. Me quedé ahí agachada sosteniendo la mano de mi hermano en silencio sin saber exactamente qué hacer.
—Te extrañé... Clarys, no te vuelvas a ir —Pidió, luego de minutos de silencio y esas palabras fueron suficientes para derrumbar todo muro construido alrededor de mi corazón a lo largo de los años.
—Yo tampoco me quise ir, Lex, yo tampoco quise. —Expliqué e incontables lágrimas comenzaron a salir de mis ojos, mientras él los cerraba luego de escucharme decir lo último, y maldije, maldije a todas las personas que me dañaron, no sólo porque lo hicieron con crueldad, sino que también dañaron a mi hermano, con tal de dañarme a mí, y aunque en su momento no me di cuenta del daño que le podía causarle, ahora mismo lo estoy viendo y odiando...
Cuando estuve segura de que él se quedó dormido, alejé suavemente su mano del mío y me fui de su habitación para ir a buscar hielo y una toalla, rato después volví con ambas cosas en las manos, envolví el hielo dentro de la toalla, y lo dejé cuidadosamente en su frente. Una vez hecho eso, chequee su temperatura con un termómetro que estaba en su mesa de noche, una vez hecho, salí de su habitación.
Una vez fuera de su cuarto, cerré cuidadosamente la puerta, y me arrastré por esta hasta llegar al piso, me había quedado sin fuerzas, sus palabras me dejaron en shock, y ahora mismo quería salir de ahí corriendo, pero no tenía fuerzas ni para ir a mi habitación. Me quedé sentada mirando a la nada durante una eternidad, hasta que siento mi celular vibrar en el bolsillo trasero. Con ese ruido logro salir de mi mar de pensamientos, y decido encaminarme hacia mi habitación para tomarme un baño relajante de agua caliente, con música a un volumen relativamente alto pero aceptable, sólo para poder dejar de pensar.Luego de aproximadamente media hora sumergida en el agua, apago la música y salgo de la bañera, una vez fuera me miro fijamente en el espejo, especialmente ese tatuaje que está cerca de la clavícula izquierda que dice "V" y abajo dice "be stronger", me paso el dedo índice por el lugar y sonrío tristemente recordando todo lo que me llevó a hacer eso. Dejo de mirarlo para poder dejar de pensar y me visto, una vez hecho, alcanzo mi móvil para saber la razón por la que vibró hace unas horas atrás, y al darme cuenta de que es sólo un mensaje sin importancia, lo dejo de lado.
Número desconocido: "Claris, voy para allá"
Endurecí mi mirada, la única persona que me llama así es él, reovoleé los ojos, y bloqueé el número, como hice con el anterior, y dejé el celular de lado.
No voy a volver a caer en la oscuridad por personas que no lo valen, si bien mi pasado está llena de heridas y rodeada en una oscuridad profunda, yo no pienso rendirme tan fácilmente.
Ignoro ese mensaje deliberadamente para mandarle un mensaje a Karen.
Clary: Karen, estoy en casa, perdón por lo de la madrugada.
Al ver que no está en línea, abro youtube y reproduzco la primera canción que me aparece en el inicio y me tiro en la cama para intentar relajarme.
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Espero que les haya gustado, y muy pronto publicaré los siguientes capítulos.
Gracias por leerme y darle una oportunidad a la historia de Clarissa Engel
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Novela editada por infinite_moon27
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¿Destruir o reconstruir?
RomanceUn pasado horrible Un presente inestable Un futuro incierto. Maltratada, abusada y traicionada. Su corazón rota, fría y sin esperanzas. Una llama que la calienta, Una luz de esperanza, Y... Una persona que ¿La destruye o la reconstruye? Prihibida...