¿Destruir o reconstruir?

Capítulo 2: Parte de mi nueva familia

*Clarys*

—¿Cla... Ry? —Tartamudeó, me miró con el ceño fruncido y sus ojos lleno de confusión.

—Diría que la misma, pero estaría mintiendo —Dije mientras tiraba mi pelo para atrás como toda una diva, y sonreí con burla.

— ¿Cómo? ¿Por qué? —Comenzó a preguntar, parecía más perdido que Dori en el océano, y me estaba comenzando a molestar. En estos momentos necesitaba tranquilidad para poder pensar con claridad.

—Ni yo sé el por qué, no me preguntes a mí, pregúntale a tus padres —Respondí seca.

—Clary... ¿Qué te pasó? Estás... Diferente —Preguntó.

—El tiempo cambia a la gente, ¿No sabías? —Ataqué, esto era realmente fastidioso, ¿Es que no me pueden venir con estas preguntas otro día?

—La gente cambia y todo depende de las situaciones que vivieron, ¿Qué fue lo que te pasó? ¿Tiene algo que ver con Aaron o...?

—No te incumbe —Respondí cortante al escuchar ese nombre, él tragó saliva, se acercó a mí, y yo di un paso para atrás desconfiada.

—Te muestro tu habitación —Dijo cabizbajo, agarré mis cosas y lo seguí.

Caminó hasta la entrada que daba a la cocina y al comedor, se volteó para ver si lo seguía, al ver que así era, siguió avanzando. Al entrar se divisaba por la izquierda una mesa en el centro junto con las sillas, para la derecha hay una barra que divide el comedor de la cocina, y a un costado una escalera que lleva a un segundo piso. Luke comenzó a subir por esas escaleras de mármol color coral y yo lo seguí con mi valija y mochila en mano.

Una vez en el segundo piso me encuentro con una hermosa sala de juegos donde el techo es alto y de un color claro dándole una especie de luz al cuarto, que combina con el piso limpio y liso; las paredes de color negro, hacen que el lugar tenga un ambiente cómodo y reconfortante. Al borde de las escaleras con lo primero que te encuentras es una mesa de pool, los bordes son de color marrón, y el centro verde; al lado de éste hay un smart tv y en frente se encuentra un sofá que se ve bastante cómodo, ambos de color marrón claro. En medio de estos, se encuentra una mesa de centro hecha de madera para apoyar comida, bebidas o cualquier otra cosa. Y más al fondo de ese sector, hay un pequeño balcón, donde el marco de la puerta es color negro; la puerta se encuentra hecha de cristal transparente, y fuera podemos observar una mesita de madera con dos sillas negras, cada una ubicada alrededor de ésta; por último, detrás del sofá marrón hay un estante de discos, y al lado una biblioteca llena de libros de diferentes géneros.

A la derecha de las escaleras hay un largo pasillo color celeste pastel, donde hay 5 puertas, todas blancas, la primera puerta de la izquierda es la habitación de Luke, lo sé porque hay un cartel simple que dice su nombre, en frente de la habitación de Luke, hay una puerta que dice "Alex" en un cartel negro, con letras blancas, la habitación que está al lado de la de Luke es mía, tiene un cartel azul con letras grises que dice mi nombre, y al frente de mi habitación hay una puerta blanca que está vacía, supongo yo, que es la de huéspedes, y cerrando el pasillo hay una puerta que, todavía no sé lo que es.

Luke, que hasta ahora ha estado al lado mío sin decir ni "ah" , entra a su habitación dejándome sola en ese pasillo solitario.

Entro a mi habitación también y me sorprendo al ver lo grande que es y la cantidad de cosas que hay. Una cama king size, más grande de lo que necesito, es lo primero que me llama la atención. Me siento arriba de ésta para probar la calidad del colchón y he de admitir que podría quedarme acostada todo el día y no me aburriría; las colchas son de color crema y suaves, tienen plumas en su interior que dan una sensación de suavidad que te hacen sentir en el cielo; una alfombra blanca peluda y circular decora el suelo. Al lado de la cama hay una mesa de noche de mármol color blanco, con dos cajones; frente a la cama, hay un estante color turquesa pastel vacío, y al verlo detenidamente, me decido por convertirlo en una biblioteca, por lo que me levanto perezosamente de la cama, abro mi valija, saco mis hermosos libros que me acompañaron toda mi vida, y los coloco en la primera repisa (la que está mirando al techo); al lado de la que ahora es una biblioteca, había un espejo de cuerpo entero y un placard medio vacío, pero que lo iría llenando de a poco. Al otro lado de la puerta, había una ventana, con un marco blanco, que se abría de costado, abajo de ésta se encuentra un hermoso escritorio de madera, color marrón claro pegado a la pared, debajo del escritorio, en la esquina izquierda hay un cajonero con tres pequeños cajones, en el medio, hay un espacio vacío donde está colocada la silla, y en la otra esquina del escritorio hay un cajón sin puerta más grande que los pequeños cajones, y debajo de éste otro pequeño cajón. Al lado del escritorio, había una puerta color turquesa pastel, así que caminé hacia allá, lo abrí, y con lo que me encontré fue un hermoso baño dividido en dos, la parte que daba al cuarto, es un tocador que estaba un poco más alto de lo normal, abajo de éste el lavamanos, y adentro, había una tina, el inodoro, y un estante para dejar los productos de higiene.