Su cara de grandeza apareció y sus labios formaron una sonrisa ladina al ver que acababa de dar justo en el clavo. Desvié la mirada hacia la estantería que había detrás de él, donde reposaban unos cuantos balones de voleibol, escobones, conos de color naranja, redes... No pude seguir observándola más porque fue él el que me sacó de mi asombro.
-¿Qué?¿He acertado? -metió la mano en sus bolsillos y ladeo la cabeza mientras su sonrisita seguía plasmada en su rostro-. Por la cara que acabas de poner puedo ver que he acertado. Dime Brooke, ¿qué os pasó aquel 15 de noviembre de 2015?
Le sostuve la mirada un rato, noté que me empezaban a escocer los ojos y las manos me temblaban. Me limpié el lagrimal del ojo con el puño del jersey y empecé a hablar con la voz entrecortada.
-No pienso contarlo, y mucho menos a ti Noah.
-Vamos Brooke, ¿acaso perdiste tu osito de peluche favorito?¿Cómo se llamaba, MrTeddy?
Le dirigí una mirada fría y asesina. Pude ver que la expresión de su cara tornaba a una de desconcierto, y antes de que pudiese hacer o decir algo hablé:
-No se cómo demonios te has enterado de eso. Es un tema bastante complicado para mí, así que por lo menos, podrías mostrar un poco de empatía y no volver a abrir esa bocaza que tienes para decir tonterías. A veces las personas están más rotas de lo que parecen y comentarios así solo las destrozan más, ¿sabes?
Su mirada se ensombreció, en sus ojos marrones verdosos pude ver una infinidad de sentimientos que no pude descifrar muy bien. ¿Pena?¿Arrepentimiento?¿Dolor?¿Soledad?
Nos quedamos así unos escasos segundos, mirándonos a los ojos fijamente. Los míos estaban humedecidos por el dolor de recordar lo que pasó hace 5 años y los suyos parecían mostrar las heridas que había en el fondo de su corazón. No podía seguir en aquella habitación, me empezaba a faltar el aire, por lo que decidí que tenía que salir de allí antes de que las lágrimas comenzasen a salir. Me dirigí hacia la puerta y cuando ya estaba casi cerca del manillar sentí su mano atrapar mi muñeca con fuerza. Me giré y vi que estaba de espaldas a mi y se le notaba un poco decaído.
-Lo siento. No debí haber dicho eso. No lo pensé -cuando se dio la vuelta el corazón se me encogió-. Perdóname por favor, hablar así de temas ajenos a mí e importantes para ti no ha estado bien. Lo siento mucho, por favor, olvida lo que he dicho.
Estaba llorando. Sí, el mismísimo Noah Brown llorando frente a una chica. Sentí una pena inmensa por todo el cuerpo cuando escuché sus palabras. Hasta que no pude aguantarlas más. Las lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, unas detrás de otras. Me zafé de su agarre, me tapé la cara con las manos y empecé a sollozar mientras dejaba salir todo el dolor que había en mi corazón.
Sus manos volvieron a agarrar mis muñecas y las apartó de mi cara.
-Perdóname, por favor -puso sus manos en mis mejillas y empezó a mover los pulgares sobre ellas hacia arriba y abajo mientras su labio inferior temblaba livianamente- no quería decir eso, no sabía que ese tema te afectaría tanto. Lo vuelvo a repetir, por favor, perdóname.
Estaba demasiado débil en ese momento, el dolor seguía ahí, intacto después de 5 años y cada vez dolía más. Apoyé mi cara en su pecho y le rodeé la cintura con mis brazos mientras que él me pasaba los dedos por el pelo y me daba un beso en la cabeza.
-Aceptaré el trato si no vuelves a hablar sobre eso -dije con un hilo de voz, casi en un susurro.
-Prometo que no volveré a hacerlo-. Su voz ronca acarició mi oreja y sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo.
-Entonces te perdono.
En ese instante me sentí protegida y cercana a él. Algo en mi interior se removió y por un segundo sentí que a su lado nada dolía, que todo estaba completo, que las piezas por fin encajaban en el puzzle.
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5 Años Atrás [PAUSADA]
RomanceTenía 12 años, era una cría. Pero una niña inocente puede cambiar de un momento a otro sin ningún motivo aparente, o tal vez con motivos algunos. Y así, como obra del destino me convertí en una roca emocional, no sentía nada, mucho menos me enamorab...