The Reeget's Secrets [COMPLETADA]

3

En Reeget todo estaba de las mil maravillas. Como si no hubiese pasado nada. Cintas amarillas desaparecidas y nuevos huéspedes en el hotel.

No sé como se las arreglaron para hacerlo tan rápido.

Nisiquiera supe nada más de Emma.

¿Habría un entierro en su honor?

El chico nuevo de la habitación de Emma, se llama Thomas, lo he oído cuando otro chico que está al otro lado de mi puerta, lo nombró. Son amigos supongo.

Subiendo las escaleras veo al muchacho de esta mañana. Al guapo grosero. Así que decido preguntarle ya que aquí todos parecen saber más de lo que se cree.

_ ¿Habrá entierro?

_ ¿Para quién? ¿Emma?

Le regalo una cara sarcástica y me devuelve una sonrisa torcida

_ No. Su familia pidió llevarla a Londres. Será enterrada allá.

Asiento y procedo a continuar mi camino pero me vuelvo por otra curiosidad.

_ ¿No investigarán nada sobre su muerte?

Levanta una ceja y entorna la mirada

_ Fue un suicido, Grace. No hay nada que investigar.

_ ¿Cómo estás tan seguro de eso?

Mira hacia otro lado buscando las palabras.

_ No lo estoy, pero nadie va a investigar un suicidio como otro cualquiera en un pueblo que ni siquiera aparece en el mapa.

Arrugo la frente y ladeo la cabeza

_ ¿Qué quieres decir?

_ Las muertes impunes son una cosa normal aquí, Grace. Haz llegado al pueblo de los locos. Todos se suicidan sin explicación.

_ Eso no tiene sentido.

Sentencio

Sonríe de medio lado y girándose para irse comenta:

_ A veces es mejor que no lo tenga.

Se marcha dejándome aturdida en medio de las escaleras.

¿Por qué todos son tan misteriosos?

¿Qué pasa con este lugar?

¿Qué quiso decir con todo eso?

¿Son asesinatos y no suicidios o simplemente todos están locos aquí?

Tomo el pomo de la puerta de mi cuarto e ingreso en él.

Y pum. Lo claro se torna oscuro. No puedo ver absolutamente nada.

Las gotas de antes vuelven a caer torturándome con el sonido.

¿De dónde viene?

Intento caminar y descubro un río de sangre bajo mis pies.

Es tan oscuro que parece negro pero el olor metálico inunda mis fosas nasales y me marea delatando al verdadero líquido.

Doy un paso más y algo bajo mis pies cruje captando mi atención.

Un objeto delgado y pequeño.

Me agacho en instinto para recogerlo y ver qué es

Es un... ¿Bolígrafo?

Lo es. Sentencia mi conciencia.

Recuerdo haberlo visto antes pero ¿dónde?

¿Dónde lo he visto?