The Reeget's Secrets [COMPLETADA]

15

Mientras se acercaba, yo retrocedía, hasta que mi espalda dio con la pared impidiendo la distancia entre los dos ¿Qué quiere?

_ ¿Estás asustada, Grace?

_ ¿Por qué debería estarlo?

_ No lo sé.

Hace una mueca de incertidumbre y se muerde el labio.

_ Pero por la expresión de tu rostro, diría que sí lo estás, pequeña mentirosilla.

_ No dije que no lo estuviera.

_ ¿Eso es un sí?

_ Finn, o debería decir, Chandler, por qué mejor no me cuentas que haces aquí ¿eh?

Asiente con la cabeza sonriente

_ Sí ¿verdad? Entré a tu cuarto con esto.

Señala un llavero con incontables llaves.

_ Soy el dueño ¿recuerdas?

_ Cierto.

_ Y lo hice para darte una sorpresa pero ya me la has dado tú.

_ ¿Yo?

Frunzo el ceño

_ Hace un momento estabas recelosa, a la defensiva más bien.

_ Pues, suelo comportarme así cuando personas aparecen de repente en mi habitación que había dejado bajo llave, manías que una tiene.

_ Ya pero es que yo no soy cualquier persona.

_ ¿No?¿Qué te hace distinto?

_ ¿Grace, qué pasa?¿Por qué estas así conmigo? Si tanto te molesta que entre a tu cuarto, te prometo que no lo volveré a hacer.

_ No, no es eso. Soy una paranoica. No me molesta eso es sólo que desde que llegué aquí  he estado recibiendo unas notas anónimas que me indican qué hacer o algo así, y como entras así sin más pues pensé que podías haber sido tú.

_ ¿Notas anónimas?¿Cómo está eso? ¿No sabes de quién son?

_ ¿Sabes el significado de anónimo?

_ Sí, pero me refiero a qué es extraño, no conocer a nadie aquí pero que alguien sí te conozca y te mande notas. Es raro. Aunque..

_ ¡¿Qué?!¿Aunque qué?

_ Grace, yo también estoy recibiendo notas, pero pensé que eran una broma de Malcolm.

_ ¿Tú también?

Asiente.

_ Esto es raro. Pero... ¿Y esa nota?

Tomo la nota del colchón

"Búscame"

_ ¿Qué te busque?

_ Sí bueno es que pensé que no llegarías y te iba a dejar eso para que me buscaras.

Sonrío

_ ¿Y cuál era la sorpresa?

_ Quiero una cita.

_ ¿Cita?

_ Sí, quiero salir contigo.

_ Vale.

Sonreímos mutuamente y cuando menos me lo espero me besa.

Dios. Estar con él es como encender una cerilla en una habitación repleta de combustible. Mis deseos sobre él van más allá de mi imaginación.

Pega su frente a la mía y susurra.