En un instante de tiempo y en un rinconcito del espacio, nació ella. Nació siendo humana, con un cuerpo humano, con un corazón humano y con un alma humana, pero por alguna razón que ha olvidado no la vieron como humana, la vieron como arcilla, y la moldearon como una muñeca de porcelana vestida de hada madrina, que dejaría de lado su "imperfecto" ser humano para cumplir sus deseos. Y la muñeca de porcelana cumplió su rol,y es que la pobre era buena hasta el hastío y dejó de lado el papel protagónico en su libro para hacer de secundario en las historias de los que se suponían actuaran también en la suya. La pobre muñeca de porcelana se volvió rutina en la vida de los otros, pero por causa desconocida, ellos no querian ser rutina en la suya. Ella se ponía zapatos que no eran los suyos, entendía sus penas y lloraba por ellas, tanto así que se quedó sin lágrimas para llorar por si misma y sus zapatos eran tan feos que nadie quería ponérselos. Con su traje de hada madrina y sonrisa casi de plástico aceptó lo que dijeran de ella, bajo la cabeza y pidió perdón, aún si no tuviera la culpa. La muñeca siempre estaba rodeada de personas pero lo único que reflejaban sus ojos de oscuro cristal era soledad, y aunque encontró gente a las que realmente podía llamar amigos, se seguía sintiendo sola, pues la muñeca era como una máquina en la cuál metias una moneda barnizada de pintura color favor y tú deseo se cumplía y es que la especie llamada No se extinguió hace mucho tiempo en el ecosistema de su cabeza. La niña disfrazada de muñeca contra todo pronóstico o espectativa era inocente y confiaba rápido, volviéndose el perfecto baúl de los secretos donde los seres con máscaras de humanos guardaban sus cosas más preciadas. La muñeca repartía amor por todos lados y a quien lo buscará pero al parecer a su alrededor no habían un número suficiente de organismos con corazón que pudiera devolverselo, por lo que la muñeca se estaba quedando sin eso. Pero ella era humana y era imperfecta, así que desde el rostro hasta los pies, comenzó a arrancarse por la fuerza la capa de porcelana y se deshizo del traje de hada madrina, le quitó el polvo con olor a olvido a su libro abriéndolo de par en par y decidió actuar en la obra que le corresponde y que le queda mejor, esa donde respira y su piel no está hecha de arcilla, ahora no le importa si actúa sola, el que quiera entrar en el libro de la ya no más muñeca, que lo haga, y el que no quiera hacerlo, pues que se calle la boca y siga de largo, a no ser que quiera saber de lo que es capaz una ex-muñeca de porcelana sin su traje de hada madrina.
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De mis pesares y algo más
PoetryPrimera colección de poesía en prosa y reflexiones. Escritura expresiva #1 pesares #4 poesíaenprosa