Las crónicas de Narnia y la travesía del viajero del alba ( Caspian y tu)

Capítulo 1

Después de su regreso de Narnia los hermanos Pevensie tuvieron que separarse; a los menores de los hermanos, Edmund y Lucy los mandaron a Londres junto con sus tíos y su odioso primo Eustace.

Esa mañana Lucy y Edmund tuvieron que salir para ir comprar comida, Edmund aprovecharía la oportunidad para tratar de alistarse con los militares. Pero debido a que era menor de edad los rechazaron.

Salió molesto del lugar y se encontró con Lucy y ambos decidieron que ya era hora de regresar a casa de sus tíos.

—Hola tío Harold—. Dijo Lucy en cuanto entro a la casa.—Ya traje los ingredientes, ¿quieres que prepare la sopa? La tía Alberta llegara pronto.

Pero su tío solo la ignoro, ya que se encontraba leyendo el periódico. Edmund al ver que su tío había ignorado a su hermana solo le saco la lengua.

—Padre, Edmund acaba de hacerte caras. —Lo acuso su primo Eustace.

Edmund subió las escaleras dispuesto a golpearlo, pero se vio interrumpido por su hermana.

—Edmund, mira—, Dijo mientras le mostraba unas cartas. —Son de Susan.

Decidieron que lo mejor sería leerla en su habitación, querían algo de privacidad. Una vez que llegaron a la habitación de Lucy, esta empezó a leerla carta de su hermana mayor.

"Desearía que estuvieran aquí, ha sido toda una aventura, pero no como las que teníamos en Narnia.

Estados unidos es muy emocionante, pero casi nunca vemos a papá ya que siempre está trabajando.

Los alemanes han dificultado que se cruce el océano. Mamá espera que se queden unos cuantos meses más en Cambridge"

Lucy ni si quiera pudo terminar de leer la carta, ella y Edmund se miraron sorprendidos a lo ultimo que había mencionado Susan en la carta.

—¿Unos meses más? No voy a sobrevivir.

— Tú tienes suerte—. Dijo su hermano al tomar la carta y sentarse a su lado. —Tienes cuarto para ti sola, en cambio a mi me toca dormir con ese niño mimado.

—Susan y Peter son los que tiene suerte. — Dijo Lucy levantándose de la cama y se acercó a una pintura que estaba colgada en su habitación.

—Debimos aceptar la invitación de ___ para quedarnos con ella.

—No creo que esa idea le hubiera gustado mucho a nuestros padres.

Edmund decidió mejor dejar de pensar en eso, dejo las cartas a un lado y se acercó a su hermana.

—Lucy ¿habías visto algún barco como este?

—Si—. Dijo Lucy sonriendo. —Parece muy narniano ¿no crees?

—Si, otro recordatorio de que estamos aquí y no allá.

—Había una vez dos huérfanos que perdían el tiempo con cuentos de Narnia que eran solo un cuento—. Hablo Eustace entrando al cuarto.

—Déjame golpearlo. —Dijo Edmund pero Lucy lo detuvo.—¿Qué acaso no sabes tocar?

—Es mi casa, yo hago lo que quiero.—Dijo su primo mientras entraba al cuarto y se sentaba en la cama. —¿Por qué ven ese cuadro? Es horrible.

—No lo veras si te vas del cuarto. —Volvió a decirle Edmund molesto.

—Hasta parece que el agua se está moviendo—. Dijo Lucy ignorando a ambos chicos.

—¡Que tontearía! Eso pasa cuando lees historias y cuentos de fantasía.

—Había un niño llamado Eustace que siempre leía libro aburridos. — Dijo Edmund y logrando que su hermana riera.

En ese momento Eustace hizo otro comentario que molesto a Edmund y nuevamente comenzó una pelea entre ambos. En ese momento Lucy se dio cuenta que el cuadro comenzaba a moverse y salir agua de el.

Los tres miraron sorprendidos el cuadro, pero los Pevensie sabían que era magia, magia narniana.

—¿Qué está pasando?—Pregunto Eustace nervioso. —Romperé ese cuadro.

El chico corrió hasta él y lo quito de la pared, Lucy y Edmund trataron de detenerlo.

—¡No Eustace! ¡Suéltalo!

Lograron que su primo soltara el cuadro, este cayó al piso de la habitación y de pronto empezó a salir más agua, la habitación se empezó a inundar. Necesitaban tomar aire, así que los tres comenzaron a nadar hacia arriba y cuando por fin lograron respirar se dieron cuenta que ya no estaban en la habitación, estaban en medio del océano.

Un gran barco estaba cerca de ellos, tenían que comenzar a nadar

—¡Edmund! ¡Eustace! Naden —. Les grito Lucy

Los tres comenzaron a nadar lo más rápido que podían, de pronto Lucy vio que del barco saltaron tres hombres que nadaban hacia ellos, así que comenzó a nadar más rápido, pero sintió que alguien la sujeto.

—Tranquila, ya te tengo. — Le dijo el hombre.

—¿Caspian?

—¡Lucy!

—Edmund ¡Es Caspian!

Edmund al escuchar eso, dejo de nadar y dejo que los hombres los ayudaran.

Finalmente, todos lograron subir al barco.

Los tripulantes les dieron una toalla a cada uno para que se secaran, Caspian estaba muy feliz de ver a sus amigos otra vez, quería saber cómo era que habían regresado.

—¡Majestad!—.Gritó uno de los hombres. —¡Hay alguien más en el agua!