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Narra SooBin:

Noté en sus ojos el quería a otra persona, y yo la sabía me quedó más que claro, solo no podía dejarlo ir, aún era muy importante para mí. Eso fue antes de enterarme que era ese imbécil. Algo que no olvidaré será la cara llorosa de JaeMin besándolo y luego aclarándole sus sentimientos. No dije nada porque todo era mi culpa.

-¿JaeMin?- Volteé al notar su dulce olor a duraznos- ¿No te fuiste con TaeHyun?-

Se supone que ese día el saldría temprano por que solo tendría una prueba y se iría solo esperando a TaeHyun para que vayan a casa. Pero no lo había hecho, tenía algo que decirme.

-Hola, primero- Me abrazó- Quiero hablar contigo SooBinnie~- Jaló de mi mejilla sonriendo-

-Espérame unos minutos sacaré mis cosas de la sala- Caminé unos pasoso, para sentir su mano jalando de mi chaqueta- ¿Qué pasa?

-No  quiero que te saltes clases, solo vine a esperarte- Se puso serio, era algo fingido- Debes terminar tu trabajo ¿esta bien?- Bufé pero asentí, no le desobedecería-

-¡Ve!- Alzó la voz cuando me quedé sonriendo- ¿Qué voy a hacer contigo?- susurró-

-¡No puedes hacer nada!- Al oír mi voz frunció el ceño y poniendo sus manos en las caderas, esperó hasta que entrara a la sala-

Entré a la sala donde el profesor seguía explicando sobre Sociología. Esta vez atendí, aunque con el pequeño miedo de saber que era tan importante para que Jae venga hasta aquí. Yo podía a ir a su casa después de todo.

Cuando salí pensé que ya se había retirado, después de todo a ese profesor se le ocurrió hacer más larga la clase. Pero al instante distinguí su característico aroma y fui corriendo hasta él para nuevamente abrazarlo. El se dejó abrazar por mí aunque al parecer le abrazaba muy fuerte. Lo dejé libre y él me sonrió como siempre, a veces me preguntaba por que yo nací antes que él y no al revés.

-Esperemos que todos salgan y podremos hablar más tranquilamente ¿esta bien?- No el iba a objetar, era algo muy importante lo que me tenía que decir-

Nos quedamos en un silencio cómodo durante algunos minutos, me día cuenta que no estábamos esperando que todos salieran sino, que JaeMin se armara de valor y me lo dijera. Cuando al fin todo salieron, no pude evitar sentarme y luego jalarlo a mi lado para abrazarlo nuevamente, acurrucarlo a mi lado y no dejar que se vaya nunca, nana era el único que aguantaba mis tonterías y siempre estaba conmigo aunque me la pase golpeado y demacrado todo el tiempo. 

-SooBin yo quería decirte que...

-No lo digas, aún... - y repartí besos en sus manos y rostro- 

Me quedé unos minutos así, hasta que sentí el olor característico del omega molestoso. Volteé pero al instante el olor desapareció, mi lobo me pidió que fuera con él pero no le hice caso.

-¿pasa algo?- Negué-

-Yo... solo no quiero me me dejes de lado- Puse mi rostro en su regazo y sin querer de mis ojos bajaron un par de lágrimas- 

-SooBin, mírame- No quise hacerlo, me dolía verlo ahora- No llores Binnie... yo no te voy a dejar- Revolvió mi cabello suavemente- ¿Recuerdas nuestra promesa?

Por supuesto que lo hacía fue una promesa que hasta el día de hoy no se había roto.

Ese día como siempre escapaba de mis padres, solo tuvo algo en especial, me encontré con un niño que lloraba en la acera de una gran casa, se podía notar a kilómetros que era una casa de millonarios, pero sin dudarlo me acerqué a ese niño.

LO PROMETO ㅣyeonbin Omegaverse ㅣDonde viven las historias. Descúbrelo ahora