LO PROMETO ㅣyeonbin Omegaverse ㅣ

*23*

Narra YeonJun:

Talvez este no era el mejor lugar para tener este tipo de encuentro, talvez un encuentro como este no debería suceder en el piso de mi aula, con los profesores y compañeros, aunque muy pocos, continuando con sus trabajos a estas horas. Mis jadeos no podían pasar desapercibidos, mucho menos el olor a sexo que comenzaba a formarse al rededor nuestro. 

-Abre tus piernas lindo- Susurró sensualmente sobre mi oído- 

Yo culpaba de esta debilidad a mi lobo, al celo que estaba atravesando en estos momentos, pero no iba a negarle a mi cerebro obedecer aquel pedido. Su risita se escuchó irritándome por dentro, aunque yo seguía completamente tendido sobre el suelo y mis piernas se dirigían lentamente hacia su hombros. Sus manos envolvieron mis tobillos llevando mis piernas encima de sus hombros, la situación lo ameritaba, mi miembro completamente erecto y el suyo ya despierto nuevamente, necesitábamos más rapidez, un poco más de contacto.

-Eres un gran chico- Dijo mientras comenzaba a introducir un dedo en mi entrada- Ahora, no hagas mucho ruido-

Solté un gemido para nada discreto cuando el segundo dedo comenzó a moverse en mi interior, no era algo placentero, ahora sentía cierta molestia y dolor en mi entrada, algo que no encontraba como hacía sentir tan bien a las personas. Mi respiración se agitó cuando el tercer dedo ingreso a mi interior, el sudor de mi frente comenzó a resbalar. Me removí porque aunque el lubricante natural hiciera su trabajo, no ayudaba mucho que SooBin regresara a succionar mis pezones. Yo no podía soportar tanto de una sola vez. 

-Creo que esto será suficiente- Se convenció a si mismo- ¿Estas listo cariño?

Yo estaba excitado, quería que entrara de una vez, pero era mi primera vez, por lo que también sentía mucho miedo. Comencé a negar, tenía cierto miedo acumulado en mi interior. Por un segundo su rostro volvió a ser del SooBin que cuidaba de mí, el que no estaba siendo controlado por mis feromonas, me sonrió como solo él podía hacerlo. Luego me levantó el frío suelo y me apegó a su cálido pecho. Yo me aferre a su cuello, sintiendo su miembro rozando mi entrada.

SooBin se acercó a mi rostro y me dio un lento beso mientras yo comenzaba a lagrimear. Su miembro comenzó a abrirse paso entre mis paredes, el dolor no se comparaba en nada con el que había sentido hace unos minutos por sus dedos. Este era un dolor casi insoportable que cortó mi respiración, no lo soporté y di un grito que sería escuchado por cualquier persona que se encontrara cerca de nosotros. Su miembro aún no ingresaba en su totalidad, pero decidió dejar de adentrarlo al escucharme. 

-Todo estará bien Junnie- Ahora mismo no recordaba si alguna vez me había llamado así, me abracé fuertemente a su cuerpo, arañando su espalda descubierta- Ahora solo debes relajarte - Yo quería hacerlo pero el pánico me estaba consumiendo.

Él no se movió, se quedó completamente inmóvil, solo dejó caer su mano izquierda sobre mi cabeza para acariciarla y dejar pequeños beso allí. Así nos quedamos unos cuantos segundos, yo comenzaba a acostumbrarme a la intromisión, para cuando SooBin tomó con su mano izquierda mi barbilla y comenzó a besarme con devoción. Yo intenté concentrarme en el dulce beso que estaba recibiendo, pero él decidió ingresar toda su extensión en mi interior, logrando sacarme otro gritito de mi garganta.

-E-espera un p-poco - Me separé del beso para hablar- P-por f-favor Binnie no te muevas- Sin embargo hizo un último movimiento para acomodarse entre mis piernas-

Me quejé por el movimiento. SooBin se alarmó y esta vez se quedó completamente quieto. Los minutos comenzaron a avanzar, el segundero del reloj se podía escuchar debido al silencio en el salón. El ambiente volvía a calentarse y las extrañas ganas de que esta vez si arremetiera contra mí me invadieron.