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Jungkook solía dormir bien. Era el tipo de persona que se dormía en el momento en que su cabeza tocaba la almohada y no despertaba de nuevo hasta la mañana. No venía sin algunos inconvenientes, sin embargo, como el hecho de que le llevaba un tiempo para despertar completamente. Permaneció en aquel lugar maravilloso entre dormido y despierto por algún tiempo, lo que significaba que los despertadores irritantemente altos eran una necesidad.
No había oído su alarma todavía sin embargo, que era por lo que estaba confundido cuando se encontró siendo atraído fuera de su sueño. De mala gana, Jungkook parpadeó abriendo los ojos y se los frotó, intentando conseguir los ojos claros antes de llegar a sus gafas en su mesita de noche.
Es extraño, pensó mientras miraba a su mesa de noche vacía, ¿dónde puse mis gafas?
Siempre las dejó allí. Quitárselas por la noche era la última cosa que hacía. Fue entonces cuando se dio cuenta de qué lo había despertado. Podía oler cocinar tocino en su cocina.Se sentó de golpe en la cama.
-Oh, mierda.
Todas las cosas sucias y maravillosas que su jefe le había hecho la noche anterior vinieron de golpe.
-Mierda-susurró para sí mismo, mordiéndose el labio al darse cuenta de que el hombre lobo en su cocina probablemente lo podría escuchar. Rápidamente escaneó el suelo buscando algunas ropas que pudiera ponerse, pero se acordó que se había desnudado en la sala.
Se sintió ruborizar con el recuerdo de su intento de un striptease. Antes de que tuviera la oportunidad de hacer una búsqueda a través de sus cajones, oyó pasos acercándose.
La puerta del dormitorio se abrió y Taehyung entró, casi tan desnudo como lo había estado la noche anterior. Llevaba un plato con un poco de tocino en él y las gafas de Jungkook en la otra mano.
-¿Estás buscando esto? -preguntó Taehyung con una deliciosa presumida sonrisa mientras se sentaba en la cama y le pasó por encima las gafas de Jungkook que rápidamente se las puso, empujándolas hasta el puente de la nariz con la punta de su dedo medio.
-Gracias-dijo Jungkook con una pequeña sonrisa. No podía negar que se sentía un poco incómodo. Tal como había quedado dormido, una parte de él había asumido que Taehyung se habría ido cuando se despertó. Desde luego, no había pensado que el hombre lobo se quedaría para hacerle el desayuno. - ¿No recibiste suficiente anoche?
Taehyung se metió en la cama junto a él y levantó una ceja ante la pregunta.
-Me refiero a la carne-Jungkook tartamudeó rápidamente. - El tocino. Que comiste mucha carne en el restaurante. Voy a dejar de hablar ahora.
Taehyung le sonrió y se inclinó para darle un beso. Fue rápido y casi como si se lo hubiera dado sin pensar. Jungkook le devolvió la sonrisa, todavía sintiéndose un poco torpe.
-Mierda, ¿qué hora es?
-Relájate, todavía es temprano-Taehyung le aseguró y mordió un trozo de tocino. -Sobra bastante tiempo para ducharse y prepararse para el trabajo.
