MI OTRA MITAD (EN PROCESO)

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Emma

Camino hacia el despacho de mi padre, según su perro faldero de Roberto necesitaba verme con urgencia en ese preciso momento.

Al llegar tocó dos veces la puerta hasta escuchar el permiso para entrar.

- Al fin llegas, Emma. - dice sonriendo sentado del otro lado de su escritorio - siéntate, necesitamos hablar - señala la silla que está frente a él.

- ¿Qué necesitas? - pregunto aún de pie.

- Tan terca como tu madre - suspira - ¿Cuándo mostraras una cualidad de tu padre? - me tenso levemente - me gustaría saber que sacaste de mí, aparte de ser una estupenda cazadora.

- ¿Me vas a decir que necesitas?

- Información... - frunzo el ceño - Escuche que un par de lobos visitaron tu oficina.

- Los negocios de mi empresa no tiene nada que ver con esto.

- Claro que si, esos lobos no deberían haber salido caminando de tu oficina. - lo miro incrédula.

- No era el lugar para hacer aquello.

- ¿Estás segura que fue por eso? - asentí - ¿Hace cuanto tiempo no vas a tu departamento?

- Hace varios meses.

- Que raro, juraría que la del video eres tú...

- ¿Me estás mandando a seguir? - asiente

- Me estás ocultando algo, y necesito saber que es mi niña. - sonríe

- No te oculto nada, ahora debo retirarme. - asiente

- Te puedes ir - se escuchan dos golpes en la puerta antes de abrirse.

- Jefe, tenemos un problema - dice Roberto, el segundo al mando.

- Sal de aquí, Emma. - salgo de la oficina y cierro la puerta.

- Voxs - empiezo a escuchar con más claridad lo que hablan.

- Unos lobos atacaron la base sur, se llevaron al prisionero. - frunzo el ceño.

¿Tenemos prisioneros en las bases?

- ¿Cómo demonios pasó eso? ¿No estabas encargado de dejar a los mejores haciendo guardia?

- Si señor, pero fueron atacados por sorpresa...

- ¡No me interesa! - se escucha un golpe - consigue a ese idiota y tráelo hasta mí, está vez no lo dejaré vivo.

Escucho pasos y me alejo de ese lugar subiendo a la habitación de mi hermano.

Mike

Apenas llegaron los lobos con el cuerpo que encontramos en la frontera de la manada. Dos humanos despedazados por lo que parecen ser garras y dientes, cualquiera podría pensar que fueron lobos los causantes, mi manada.

Voy a la habitación del segundo piso donde está Tyler sentado frente a la ventana viendo el horizonte, hacia el territorio de cazadores.