.Dispara.

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Advertencia: este capítulo contiene insultos, escenas y lecturas muy fuertes de tono.

-Acepto -dije finalmente al presentarme aquella mañana en el estacionamiento subterráneo abandonado.

Una sonrisa se formó en el rostro de él, estaba sentado con una pequeña mesa de metal al frente suyo, delante de ella estaba yo con el abrigo que me había regalado Mark el día anterior, recibiendo las duras miradas que me daban sus hombres cargando chaleco antibalas y vestimenta negra.

No podía creer que aparte de mi hubieran más mujeres formadas en una hilera, tal vez unas 10 o 15, aún así me sorprendía su valentía. Su seguridad en querer hacer en esto, matar a personas, trabajar con ellos. Claramente todas eran mayores de edad a excepción de mí.

-Formate. -ordenó con sus ojos oscuros. Rodando los ojos, pase mi lengua por mi mejilla interna y di unos cuantos pasos hacia atrás llegando al lado de las demás.

-Bien, Antes de empezar quiero que me digan sus nombres y edades. -no sabía cómo pero el ya se encontraba frente a nosotras mirándonos de arriba abajo, con sus manos juntas tras sus espaldas dando una imágen retadora.

-Me llam-

-¿Te dije que hablaras? -fulminó con la mirada a una chica de piel morena, ella rápidamente al darse cuenta de su error solo hizo una reverencia bajando su mirada.

Que estupidez.

-Tú -comenzó con una de mayor estatura.

-Mi nombre es Saetmin, tengo 21 años.

-Tú -se dirigió a otra chica, está vez pelirroja. Y así siguió unos minutos hasta llegar a mí.

Levanté la vista al verlo acercase a mi.

-Tú -habló con tono burlón.

-T/n -rodé los ojos- Tengo 17 años. -contesté con inseguridad, las miradas se posaron en mí de inmediato, unas indignadas y otras.. otras con burla.

-Muy bien -sonrió sin mostrar los dientes- Nayuri por favor traelos no nos hagas esperar.

Apartándose unos metros de mí, hizo un ademán con sus manos haciendo pequeños círculos en señas, cuatro de los hombres armados entendieron y desaparecieron tras pasar por un pasillo. Confusamente salieron otros cuatros hombres detrás de los pilares del estacionamiento, al parecer se estaban ocultando. Caminaron hasta detenerse en las mismas posiciones de los otros hombres quedándose cómo estatuas. Todo estaba tan organizado.

Deje de prestar atención a mi al rededor al ver entrar nuevamente los hombres que se fueron, llevando personas amarradas apuntandoles con un arma. Sus cabezas eran tapadas con una máscara animada, siendo graciosa y terrorífica a la vez.

-Como última prueba de bienvenida, decidí traerles un regalito a cada una, Ustedes deciden si tomarlo o dejarlo -la multitud se acercó a nosotros, poniendo a los detenidos de rodillas con el cañón sobre su cabeza, con delicadeza Lee se puso guantes de látex sacando un arma de fuego y otra blanca de un lujoso maletín, para ponerlas cuidadosamente en la mesa.

-¿Porqué no empiezas tu T/n? -preguntó alzando una ceja al verme tan nerviosa. Suspiré controlando los latidos de mi corazón, debía estar tranquila.

Di dos pasos al frente y el tercer hombre armado acercó a la persona amarrada que tenía y la sentó en la silla. La observé por unos segundos.

-¿Qué quieres que haga? -lo miré.

-En la mesa, tienen una pistola C2 y una daga afilada... Ustedes decidan cual elegir antes de decir las palabras mágicas. -Sonrió, volteando a verme sin expresión- Elije.

Gran Estúpido & Lindo Japonés [Yuta]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora