-Taeyong -abrí los ojos a más no poder, no tenía palabras para decir, estaba perpleja.
Cierra tu puta Boca y dime dónde estabas.
Dudé al hablar, no podía decir que estuve en la habitación de Nakamoto porque sería un gran problema.
-¿Hablarás? -dijo impaciente, mordí mi lengua bajando la mirada. Estaba condenada.
-Con Akari.
Bajo su arma hasta el suelo disparando, asustandome. Estaba de más decir que estaba furioso. Sentí escalofríos al verlo acercarse más a mí, tanto así que sentí un leve cosquilleo en mí frente a causa del cañon.
-Mirame -ordenó y obedecí.
-Akari estuvo conmigo hasta el último puto segundo en el que mis hombre comenzaron a caer abajo -Mierda- Tienes idea ¡DE LO PREOCUPADO QUE ESTABA POR TI! mandé a un centenar de mis guardias a buscarte por cada maldito rincón de la casa, sin refuerzos sin nada, corriendo el riesgo de que los perdiera también -bajé la mirada rápidamente, no estaba aguantando y sabía que si abría la boca estaba muerta- al menos ten el valor de decirme la verdad en esta situación.
No lo mire, ni me inmute a hablar, sabía que al mirarlo sus ojos estarían llenos de lágrimas y decepción. No quería eso.
-HABLA -recalcó engrandeciendo sus ojos.
Mí voz tembló.
-Mamá -fue lo único que se me vino a la cabeza- estaba con mamá, quería verla y... Escape de los guardias.
Entendia su enojó, la había cagado y grande, lo sabía. Pero no tenía porque sacarme las palabras de la boca poniendo una estúpida arma en mí cabeza.
-Fuiste a verla la semana pasada -Frunció más su ceño- Porqué Mierda no entiendes que ahora no puedes merodear por la calle libre-
-Lo sé, fue solo por un momento -tragué saliva, sonando convincente.
Se tomó unos segundos para hablar, torció con suavidad su cabeza frustrado y volvió a verme sonriendo como maniático.
-¿A que mierda te fuiste a China? -preguntó divertido- A prostituirte... ¿O a qué? Dime porqué mierda volviste más rebelde que antes,
Enarqué una ceja escuchándolo hablar, fueron esos segundos en lo que todo me pareció injusto. Hablar de china era algo delicado para mí, separarme de mi Madre quien estuvo al cuidado mío por años y convivir en otro país con personas desconocidas, era realmente difícil. Fue realmente difícil.
Y que Taeyong. Mi amigo, o quien yo creía que era, me estuviera hablando así de mí, realmente dolía y me frustraba demasiado.
Pero claro que no me iba a quebrar por simples palabras como esas, no lo iba a demostrar.
Él sabía perfectamente que estaba mandando a la mierda toda nuestra amistad, con esas simples palabras. Pero no le importaba, entonces.. A mí tampoco debería de importarme.
Dejo de hablar eufórico, al ver una pequeña carcajada salió de mís labios. Con la mirada fija en él, incliné mi cabeza con la intención de que el cañon del arma se apoyará en el centro de mi frente. No hice expresión alguna al sentir el frío y tosco metal en mi cara, procedi a hablar.
-¿Quieres qué te diga para que fui a China? -sonreí incrédula, los recuerdos se hicieron visibles tocando mí corazón una vez más- En primer lugar, Me obligaste.. Taeyong. Preferiría mil veces que me perforaran el Maldito cráneo antes de abandonar a mi Madre y dejarla sola. Pero tú ...-recalqué con despreció, viendo en sus ojos las falsas sonrisas que me regaló ese día- Maldito Hijo de Puta -lo maldecí riendo- No te importo una mierda lo que te dije y hiciste que me subieran al avión drogada... Sin ser consciente de nada -suspire con lástima- Día y Noche me hicieron entrenar, como un maldito perro, sin tener ningún privilegio de nada y aún asi.. En tu cabeza de Mierda solo cabe que fui a prostituirme -me burlé dando carcajadas exageradas.
-¿De qué mierda te ríes? -Preguntó incrédulo, las carcajadas no paraban haciéndolo sentir más miserable.
-Hace dos semanas podría a verte matado, Lee -continue con mí risa- ¡Pero no lo hice! Sigo aquí, Siguiéndote con el arma abajo.
-Yo no te obligue a que lo hicieras -se escudo con palabras estúpidas.
.
Con un movimiento inesperado de la castaña, Taeyong ahora estaba sin arma, sin nada con que se pueda defender si a T/n se le ocurría atacarlo.
Ahora se encontraba balbuceando palabras estúpidas y sin sentido, ya que había perdido, él había perdido. Era débil con ella,
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Gran Estúpido & Lindo Japonés [Yuta]
ActionDesesperada una joven con difícultad para hablar busca trabajo para salvar su futuro y el de su madre, sin embargo al conseguirlo se lleva la macabra sorpresa al descubrir su nueva habilidad en el campo de matar.