Midoriya Izuku.
Un omega, a 2 meses de cumplir 19 años. Tiene un corazón que quedó dañado desde niño y ahora solo conoce la soledad y crueldad del mundo.
Bakugou Katsuki.
Un alfa de 23 años, empresario y bastante apuesto; el pasado no ha sido del t...
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Martes 8:00 a.m.
Fue despertado como de costumbre por una de las encargadas, se levantó con pereza y se cambió la ropa en el baño, poco después llamaron su nombre pidiendo que fuera a la oficina de control del orfanato.
— ¿Qué quieren ahora...?—
Se puso el gorro de su sudadera, salió del cuarto y tomó camino a la oficina, evitando a la gente lo más que podía, mientras escuchaba a lo lejos susurros y chiflidos. Al llegar toco la puerta y espero respuesta, recibiendo un "Adelante" como una, por lo que entró.
—Ah... Midoriya.— habló la directora de control infantil —Siéntate.—
El omega hizo caso y tomó asiento, normalmente se negaría o etaria a la mujer, pero en ese mismo instante no tenía ánimos para escuchar reclamos y sermones por lo que simplemente se sentó sin decir nada más.
—Ya no puedes estar aquí.— soltó la mujer con un suspiro.
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Vaya, qué directa.
—¿Por?— pregunté con interés fingido, sabía que pasaría en algún punto e todas formas.
—¡Estás apunto de cumplir 19!— espetó la directora —Ya eres mayor de edad, no puedes seguir aquí, este es un orfanato infantil, te hemos hecho bastantes excepciones, pero realmente estamos teniendo problemas de cupo; si nadie te adopta tendrás que irte. Realmente he tratado de ayudarte, pero es simplemente imposible seguir así Izuku...—
—... Okay.— dije a tiempo que me levantaba y salía de aquella oficina.
—¡¡Empieza a guardar tus cosas!!—
Vaya suerte la mía, ahora me quedaré sin "hogar" también. A pesar de ser un lugar de mierda, fue un techo que me recibió muchos años, y aunque intente que intente escapar varias veces, le llegue a tomar algo de ¿cariño? Supongo que solo será una cosa perdida más.
Por ahora a comer, y repetir la rutina de siempre: comer, ir al patio, recibir miradas y comentarios obscenos de alfas idiotas, tratar de entretenerme con algo, ignorar a todos. Lo de siempre.
Timeskip. 12:30 p.m.
Terminé mi dibujo y miré el reloj central del patio, era bastante tarde. Demonios, no he empacado. Siempre me pasa lo mismo cuando dibujo o leo algo, pierdo la noción del tiempo. Debo ir rápido a mi cuarto o estaré en problemas.
Si, los omegas y alfas mayores de 13 tienen sus propios cuartos gracias al ciclo de celo, algo bueno supongo.
—A comenzar...—
Empecé a guardar todos mis objetos de valor que pude traer de mi casa cuando era pequeño, eran bastantes considerando que llene una caja entera, aunque sólo son una manta, un peluche que me dejó mamá antes de morir, maquillaje (normalmente lo uso para atenuar mis pecas en verano), una cámara instantánea de mi abuelo, mi cajita con las fotos, el álbum familiar que teníamos, dos prendas de ropa de mis padres y la foto de su boda.
Sinceramente y como muy pocas veces a lo largo de mi vida, tuve suerte en poder conservar mis cosas, normalmente a los niños no les dejan pertenencias y todo lo que llega de juguetes o ropa se comparte. Hicieron excepciones conmigo por el simple hecho de que la directora era amiga de mis abuelos y ellos eran voluntarios en eventos de manera constante.
Una vez que terminé cerré la caja. La caja que contenía mi infancia. Después tomé mi mochila para echar las cosas más esenciales.
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Cuando tomó la mochila, escuchó un golpe en la puerta y la puerta se abrió sin esperar respuesta por parte del omega.
—Ven a la oficina, tenemos que hablar.— ordenó la directora para inmediatamente dar la vuelta e irse, nuevamente sin esperar respuesta.
—¿Es alguna clase de costumbre el no esperar respuesta?— preguntó para sí mismo a tiempo que seguía a la mujer beta a la dirección —¿Qué pasa...?—
—Alguien ha solicitado tu adopción.— dijo la mujer con una sonrisa en lo labios.
Pues es el primer capítulo, algo cortito pero siento que no está mal para ser el primero. Disculpen si algo no está bien escrito, son libres de corregirme.
Daré lo mejor de mi para no aburrirlos con la historia. Si de repente se les cambia el genero a los personajes o los diálogos están raros, perdónenme, está historia la había escrito con otro formato.
