Midoriya Izuku.
Un omega, a 2 meses de cumplir 19 años. Tiene un corazón que quedó dañado desde niño y ahora solo conoce la soledad y crueldad del mundo.
Bakugou Katsuki.
Un alfa de 23 años, empresario y bastante apuesto; el pasado no ha sido del t...
Este va a ser un episodio mucho más largo que el resto probablemente, es un capítulo donde solo involucra al ship principal, algo más tranquilo. POr el momento.
Calidez
...
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Domingo. 8:30 a.m.
Los pajarillos cantaban, la fresca brisa entraba por la ventana abierta aliviando el calor de verano, y el olor a panecillos recién hechos se alcanzaba a percibir en el aire. Se sentía tan a gusto que ninguno quería despertar. Todo era perfecto.
—¡¡DEKU DE MIERDA, BASTARDO MITAD Y MITAD!! ¡¡BAJEN A DESAYUNAR O TIRARE SUS PORCIONES A LA BASURA!! —
Bueno, casi todo. Izuku se levantó de inmediato y salió de su nueva habitación, encontrándose con Todoroki afuera en camino a las escaleras, aparentemente también acababa de despertar. Ambos se saludaron con un asentimiento de cabeza flojo y bajaron las escaleras con pereza, sabían que Bakugou jamás iba a tirar su comida, pero igual era mejor bajar ahorita, no hay nada mejor que la comida recién hecha, más si era hecha por Bakugou.
—Por fin bajan malditos flojos, — dijo Bakugou mientras colocaba dos taza de café en la mesa —siéntense y coman rápido. —
—¿Y mi café? — cuestiono Midoriya.
—Te estas haciendo adicto a esa cosa, no hay para ti. — respondió el cenizo.
—Yo quiero café. —
—No. —
—Quiero café. —
—Bakugou, una taza no le hace daño. — intervino Shoto.
—... —
Entonces Bakugou puso una taza en la mesa de golpe, con aquel líquido café, provocando una sonrisa de satisfacción en el rostro del pecoso. Desayunaron en un silencio cómodo y tranquilo, simplemente disfrutando de su comida. Fue casi al final de su desayuno que el alfa cenizo habló.
—Hoy verás el resto de la casa, e iremos a la cabaña. Ve a cambiarte. — el alfa se levantó mientras recogía los platos y lo ponía en el lavadero —Tú también bastardo mitad y mitad. —
—De acuerdo. — respondieron al unísono con flojera, mientras subían las escaleras a paso lento y se adentraban en sus habitaciones para asearse. Midoriya decidió darse un baño para quitarse el sudor que se quedó en su piel, producto de la calurosa noche anterior, característico de la temporada de verano. Se dio una ducha rápida y refrescante, una vez terminó lavó sus dientes, puso algo de base y corrector en sus pecas y se puso una ropa ligera, junto a sus tenis rojos. Y entonces, tocaron la puerta.
—¡Si! —
—Midoriya, ¿puedes venir al cuarto de Bakugou? — se escuchó la voz monótona de Todoroki al otro lado —Necesitamos hablar contigo. —
